CHAMPIONS LEAGUE

Los 350.000 euros que escribieron la historia del Leipzig, el rival del Real Madrid en octavos de la Champions League 2024

Los de Ancelotti se enfrentarán al Leipzig, que ha empezado muy bien el curso a pesar de perder a jugadores clave.

Marco Rose, entrenador del Leipzig./REUTERS
Marco Rose, entrenador del Leipzig. REUTERS
Sergio Gómez
Sergio Santos

Sergio Gómez y Sergio Santos

El 18 de mayo de 2009, el Real Madrid exhibía en sus vitrinas nueve Copas de Europa, 31 Ligas, tres Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa, dos Copas de la UEFA, 17 Copas del Rey, ocho Supercopas de España, una Copa de la Liga y dos Copas Latinas. El RB Leipzig, su rival en el cruce de octavos de la Champions League, no existía. Al menos de manera oficial. Sería un día después, el 19 de mayo, cuando vino al mundo este club que en apenas siete años pasó de quinta división a la Bundesliga, y al cumplir los diez llegó a una semifinal de la Champions.

Con una política estricta, donde se busca ser competitivos pero en ningún caso comprometer las cuentas, cada verano deben reinventarse porque alguna de sus estrellas vuela a otro club. En el último mercado perdieron a Nkunku (Chelsea), Szoboszlai (Liverpool) y Gvardiol (City), tres de los pilares con los que el año pasado volvieron a clasificarse para la Champions y conquistaron su segunda copa alemana consecutiva. A ello hay que unirle las lesiones de Olmo (primero la rodilla y después el hombro, del que fue operado recientemente), que es ahora mismo su principal estrella. Con todo eso, Marco Rose (entrenador que llegó el curso pasado) ha vuelto a fabricar un equipo muy competitivo: clasificados a octavos de Champions y terceros en la Bundesliga.

El Madrid conoce bien el potencial del Leipzig, porque ya tuvieron que enfrentarse en la fase de grupos del curso pasado (cayeron en su visita a Alemania). De hecho, algunos dirigentes blancos, antes del sorteo, aseguraban que era el principal rival al que querían evitar, porque el juego tan vertical y físico que practican hace sufrir mucho al equipo blanco.

Un nacimiento polémico

La gestación y nacimiento del RB Leipzig fue un suceso que generó un gran debate en Alemania, donde vieron (y ven) la llegada de Red Bull como una ruptura con la tradición y configuración de los clubes. La empresa austriaca ya había mostrado músculo financiero para entrar en el fútbol: en 2004 adquirió el Austria Salzburgo y lo rebautizó como Red Bull Salzburgo, dos años después compró los MetroStars y los convirtió en el Red Bull New York y voló hacia Brasil y creó el Red Bull Bragantino. Pero tenía la obsesión de aterrizar en Alemania. En la búsqueda del mejor marco posible para ampliar el imperio energético, Dietrich Mateschitz (cofundador y poseedor del 49% de las acciones del productor de bebidas energéticas Red Bull hasta su fallecimiento en octubre de 2022) señaló cuatro puntos: Múnich, Düsseldorf, St. Pauli y Leipzig. Entre vetos de la Federación Alemana (se opuso a la compra del FC Sachsen Leipzig respaldándose en la ley alemana del 50+1 que evita que una única persona domine más del 49% de un club) y de las aficiones de otros clubes deseados como el St. Pauli, el 1860 Munich y el Fortuna Dusseldorf), el empresario austriaco insistió en echar raíces en Leipzig. Muchos puntos impulsaron su decisión: el enclave, los más de medio millón de habitantes, la prosperidad de la región, la presencia de aeropuerto y autopista, y contar con tradición futbolística (se fundó la Federación y de allí fue el primer campeón alemán, el VfB) e infraestructuras como un estadio del Mundial 2006 (el Zentralstadion).

Una argucia y mucho odio

Así, en 2009, Mateschitz puso 350.000 euros y compró la licencia del SSV Markranstädt, de quinta división (a 13 km de Leipzig) y fuera del área de responsabilidad de la Federación. El sueño del empresario ya era una realidad. Nacía el RB Leipzig. Que no el Red Bull Leipzig puesto que las iniciales corresponden en realidad a 'RasenBallsport'. Una argucia para regatear la normativa alemana que impide que los equipos tengan el nombre de una empresa (con las excepciones del Bayer y el Wolfsburgo porque desde su nacimiento los clubes estuvieron ligados a estas corporaciones). Mateschitz sacó el talonario y el club comenzó a encadenar ascensos (2010, 2013, 2014 hasta llegar a la Bundesliga en 2016)... y a generar odio en las aficiones rivales: varios equipos negaron a jugar amistosos contra ellos, en la grada ha sido frecuente ver pancartas como "Matad a los toros"...

"Para nosotros es insignificante esto. Estoy más interesado en la cantidad de seguidores que tenemos", declaró en 2017 Ralf Rangnick, por entonces director deportivo del equipo de Sajonia y el gran responsable futbolístico de la llegada del RB Leipzig a la elite europea. Su aterrizaje en 2012 dio ese impulso definitivo al club que se le estaba resistiendo por las decisiones impulsivas (en fichajes y despidos) del propietario. Aunque en un primer momento su destino iba a ser el Red Bull Salzburgo...

El punto de inflexión

La historia de su fichaje es de las que dan para inspirar a un guionista. Fue el propio Rangnick quien desveló todos los detalles en The Coaches' Voices: "Un día de verano, en 2011, estaba en mi café favorito cuando sonó mi móvil. Era Dietrich Mateschitz, el propietario de los clubes Red Bull, buscando un nuevo entrenador para el Salzburgo. Durante dos horas más intentó convencerme de que me convirtiese en el nuevo entrenador del Salzburgo. Cuando entendió que no lo haría, me dijo: 'Señor Rangnick: ¿qué estamos haciendo mal en el mundo del fútbol?'. Le dije: 'Si tienes cuatro clubes Red Bull, yo crearía sinergia entre ellos. Los pondría a jugar un estilo de fútbol más o menos parecido, con el mismo departamento de scouting. Desarrollaría una identidad corporativa similar dentro de todos los clubes'. Así fue como acepté convertirme en el director deportivo del Red Bull Salzburgo... y del RB Leipzig".

Rangnick impuso nuevas políticas deportivas, modernizó los métodos de entrenamientos y detectó talento (Kimmich, Wernet, Naby Keita...) para lograr que el RB Leipzig ascendiese en 2013 al tercer escalón del fútbol alemán, un año después subió a la Bundesliga 2 y el 8 de mayo de 2016 llegó el ansiado ascenso a la Bundesliga, con el propio Rangnick como entrenador. Así pues, cuatro ascensos en siete años para la entidad de Sajonia. Pero lo difícil no es llegar sino mantenerse, dicen. Pues bien, el RB Leipzig no sólo se ha mantenido en Primera; ha sido capaz de sentarse en la mesa de los grandes.