El secreto del declive del Atleti: el origen está en la defensa
La pérdida de poderío defensivo lastra la segunda etapa del Cholo como entrenador rojiblanco. Así lo muestran los datos en Champions.

Hasta la llegada del Cholo, desde el inicio de la Copa de Europa en 1957, el Atlético de Madrid había conseguido siete clasificaciones. Desde la era Cholo, van diez temporadas seguidas con billete para la Champions.
En esta década hay dos etapas bien diferenciadas: las cuatro primeras temporadas y las seis posteriores. La cantidad de clasificaciones habla por sí sola, es una muestra del rendimiento ofrecido por el equipo rojiblanco en la máxima competición continental. ¿Qué es lo que ha pasado? Los datos de las campañas en las que el Atlético ha estado entre las mejores plantillas de Europa hablan por sí solos.
El éxito se daba la mano con la seguridad defensiva
Tras la derrota en el derbi de esta temporada, Simeone reivindicó aquel Atlético de Diego Costa y compañía de 2014. Un equipo con la línea de presión muy alta, gran seguridad defensiva, la posesión de balón necesaria y certero en el último tercio del campo.
La primera muestra de empeoramiento aparece en los números defensivos. Las cuatro primeras temporadas se alcanzaron al menos los cuartos de final, concretamente: las semifinales en la 2016-17, la final en 2015-16, los cuartos en 2014-15 y la final en 2013-14. Curiosamente, cuando el equipo poseía mayor seguridad defensiva: 0,77 goles recibidos por partido en 2014, 0,50 en 2015, 0,75 en 2016 y 0,67 en 2017. Oblak era más decisivo: prácticamente tres paradas por encuentro en esas cuatro primeras ediciones de la Champions, frente a casi dos desde 2017 a 2022.
GOLES RECIBIDOS POR PARTIDO
No es una cuestión del portero. El número de intercepciones por partido también refleja una insólita fragilidad defensiva a partir de la 2017-18, cuando el equipo quedó apeado en la fase de grupos con Roma, Chelsea y Qarabag, para luego levantar la Europa League ante el Marsella (3-0). El conjunto rojiblanco comenzó la temporada 2014-15 con 16,54 robos por partido; en el siguiente curso, cuando se llegó a la final de Milán, mejoró este ratio hasta las 19,46 intercepciones por encuentro. Esta temporada tan solo acumula siete.
INTERCEPCIONES POR PARTIDO
Los duelos por partido han sido otro apartado donde el Atlético ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años. En la campaña 2014-15, eliminado en cuartos ante el Real Madrid, alcanzó un máximo de 71,7 duelos ganados, que ha descendido paulatinamente, temporada a temporada hasta llegar a los 43 de la presente campaña.
Una excepción: el ligero repunte en la 2019-20, el de la eliminación en cuartos ante el Leipzig, con 61 duelos ganados (un registro similar al de 2013 y 2017).
DUELOS Y DUELOS GANADOS POR PARTIDO
El apartado de las recuperaciones también refleja esa tendencia a la baja. Si tomamos como referencia la última vez que el Cholo se metió en semifinales, la temporada 2016-17, cuando cayó de nuevo ante el Real Madrid, la media de recuperaciones por partido fue de 65,08, poco que ver con las 57 de la 22-23.
RECUPERACIONES POR PARTIDO
Ese declive defensivo propicia que el Atlético se mantenga en un alambre continuo. Esto se vio, sobre todo, a raíz de la derrota por 3-0 en octavos de la temporada 2018-19 en Turín. Desde entonces, sólo se han ganado 11 de los 32 partidos disputados en Champions. A la fragilidad defensiva debemos añadir la poca contundencia en ataque.
Cambio de estilo
Los números de creación han cambiado drásticamente, y más en esta última temporada. El patrón del cholismo ya no existe. Al menos, el cholismo de pura cepa. El Atlético se comportó en la 2022-23 como el equipo que nunca fue: un torrente ofensivo y con gran combinación de pases. Pero al equipo le faltó contundencia, como siempre repitió el técnico tras las derrotas y empates ante Brujas y Leverkusen.
Esta temporada se han alcanzado cifras récord en combinación y número de pases por partido. En campo rival han llegado a ser 323, cuando la campaña anterior fueron 192. Durante los años de bonanza en Champions, se registraron entre 272 y 310 pases en campo rival, otra muestra de la falta de definición del Atleti pese a su ataque y permanencia en campo rival. Este año se alcanzaron 62 pases en el último tercio, la cifra más alta desde la 2016-17 (65).
Como apreciamos en las siguientes gráficas, la caída en datos de los últimos años contrasta enormemente con las elevadas cifras de pases de este año.
PASES, PASES EXITOSOS Y PASES HACIA ÚLTIMO TERCIO POR PARTIDO
En cuanto al número de remates totales por partido, los primeros cinco partidos de la 2022-23 han dejado un promedio de 17,2, muchos más que los 13,92 de la 13-14 o los 15 de la 15-16. Este curso sólo han marcado en Champions Mario Hermoso, Griezmann, Carrasco y De Paul. Los delanteros Correa, Morata, Joao Félix y Cunha se encuentran con la pólvora mojada.
Seguimos el análisis con un enfoque no solo cuantitativo, sino también cualitativo. Analizamos la efectividad de cara a gol, es decir, cuántos remates por partido consiguen entrar entre los tres palos. Una faceta que adoleció el equipo especialmente el día del 0-0 con los 21 remates totales sin éxito frente al Brujas, en el Metropolitano, punta del iceberg de una tendencia reciente. En la 2013-14 el porcentaje que finalizaban con gol era del 14,36% y en 2022 se acabó con ¡4,65%!
PORCENTAJE DE REMATES QUE ACABAN EN GOL
Encontramos una paradoja en el equipo del Cholo: el exceso de combinación total y en campo rival no genera gol, aunque sí aumenten los remates totales por encuentro. Durante esta campaña fueron 576,4 pases por partido, cuando para llegar a las finales de Lisboa (413) y Milán (484) se tocaba el balón mucho menos por choque. El fin de la creación es encauzar jugadas de peligro, pero estas no están siendo tan certeras como para aumentar la tasa goleadora.
Este análisis situacional responde a un hecho reciente que ha despertado el interés de este enfoque: la eliminación de Champions. Las dudas con respecto al Cholo complementan esta situación de incertidumbre sustentada con cifras.