El amigo de Florentino que se encerró en un baño del Bernabéu montó su propia 'Succession' para dejar el Borussia
Hans-Joachim Watzke, CEO del Borussia Dortmund, se marcha en 2025, pero antes eligió a su heredero a nivel deportivo, Lars Ricken.
Durante casi 25 años en la cima del fútbol, a Florentino Pérez (77 años) le ha dado tiempo para inaugurar relaciones, entretejer vínculos, romper alianzas y encontrar algún que otro amigo. Uno de ellos es Hans-Joachim Watzke (65 años), el CEO del Borussia Dortmund. Economista y un tipo tan afable como carismático, comparte con el presidente del Real Madrid periodo en la élite. Sus frecuentes encuentros en las reuniones europeas abrieron una vía de comunicación y su virtuosidad con los números les acercó.
Watzke, hincha fanático y asiduo del Muro Amarillo cuando era joven, llegó al club del Ruhr en 2001 como tesorero y en 2005, con el Borussia en bancarrota, se convirtió en consejero delegado con el fin de afrontar la crisis. Salió en andas después de salvar a la entidad de la quiebra con una filosofía: "Ni un euro de deuda para tener éxito". Apretó los cinturones con un plan agresivo de saneamiento en una organización que gastaba cada año 30 millones de euros más de lo que generaba. Caminó varias etapas.
En la primera, como en toda situación de carestía, hizo un ejercicio de supervivencia. Redujo los sueldos de la primera plantilla de 75 millones a 24. Después, construyó un proyecto con jugadores muy jóvenes pero con proyección bajo el ala de un técnico especial, Jurgen Klopp. Así se ganó la Bundesliga de 2011, recompensa a su obra [los gastos de la plantilla sólo ascendían a 38M€]. Y por último, el crecimiento gradual económico [poco a poco va sacando la cabeza tras los ahogos de la pandemia] y deportivo, con una capacidad sorprendente para reponerse de las salidas: se marchó Lewandowski y llegó Haaland; se fue el noruego y aterrizó Bellingham...
En el Real Madrid ensalzan la visión empresarial de Haki, como se le conoce en Chamartín. Probablemente, esa misma mirada sobre el fútbol y la economía gestó una relación entre el directivo alemán y Florentino Pérez que trasciende lo profesional. Watzke ha acudido varias veces al Bernabéu a ver partidos con su familia e incluso ha coincidido con el presidente blanco en vacaciones. El traspaso del hoy técnico amarillo Nuri Sahin en 2011, de Dortmund a la capital de España, cortó la cinta de los contactos y, a partir de entonces, el nexo no ha ido sino endureciéndose más con negocios como los de Achraf, Reinier, los guiños por Haaland, la consulta desde Alemania por si había interés en Gundogan o el aviso por parte del propio CEO de que Guardiola estaba interesado en Kroos, lo que activó la maquinaria del Madrid para renovar al '8'.
Además, en la biografía de esta amistad se escribió algún capítulo más inusual que controvertido. Todos recuerdan el que aconteció en 2013 en el Bernabéu. El Borussia eliminó al Madrid en semifinales de la Champions después de golear a los blancos en Alemania 4-1 [el recordado póker de Lewandowski] y perder 2-0 en Chamartín. En ese encuentro de vuelta, a Watzke le superó la tensión. Cuando Ramos marcó el segundo tanto madridista en el 88', abandonó su localidad en el palco y se encerró en un baño. "Pasé los últimos 10 minutos con los oídos tapados y mirando el reloj. Se me vinieron a la cabeza todo tipo de pensamientos", relató después.
Un proceso de sucesión que ha acabado con sorpresa
Este binomio Florentino-Watzke dejará pronto de verse en los palcos. El mandamás del Borussia anunció hace meses que dejará el club en 2025. En el comunicado volvió a reflejar su condición de hombre metódico. Más allá de que informó con más de un año de antelación, su intención no era irse con cabos sueltos. Arrancó su particular 'Succession', un proceso para proclamar heredero que ha dejado a alguno con el gesto contrariado. Watzke seguirá en el club pero sólo como responsable de las áreas de negocio y corporativas de recursos humanos, comunicación y estrategia. En lo deportivo ya tiene sucesor, Lars Ricken (47 años), que hasta ahora ejercía de coordinador de la cantera y director de la Academia. El traspaso de poderes se hizo oficial el 1 de mayo, justo un mes antes de la final de la Champions. Firmó hasta 2027.
Como ocurre en cualquier carrera por ocupar un puesto anhelado, hay damnificados. El principal, Sebastian Kehl, director deportivo desde que se marchó Michael Zorc, en 2022. Todas las quinielas mediáticas le daban como favorito para suceder a Watzke, era el movimiento que se revelaba más lógico y natural. Pero Haki sorprendió. Aunque es cierto que no había consenso en la cúpula presidida por Reinhold Lunow, el nombramiento de Ricken fue una decisión personal del CEO.
"El espíritu de equipo está por encima de todo. Me someto a eso. Me identifico totalmente con la tarea y el club", manifestó Kehl, más políticamente correcto que sincero, aseguran quienes cubren a diario la información del equipo amarillo. Él nunca ocultó sus ambiciones de ascenso, pero las críticas internas recibidas en los últimos meses por su política de mercado resultaron ser el ruido de fondo de una elección que le ha cogido con el pie cambiado y que baña su futuro en incertidumbre. Watzke, que sabe más por viejo que por diablo, lanzó una advertencia en la presentación del nuevo responsable del área deportiva: "Todo el mundo tiene un ego determinado. Pero si podemos trabajar juntos con un espíritu de confianza, tenemos una gran oportunidad". Desde el verano ya le ha otorgado todo el poder.
¿Quién es Lars Ricken?
Ricken está entrelazado con la historia del Borussia y encaja como ningún otro en el eslogan del club, Amor real. Llegó a la entidad en 1990, por muchos fue catalogado como "niño prodigio", marcó el 3-1 con una vaselina que sentenció a la Juventus en la final de la Champions de 1997 [los aficionados del Dortmund lo votaron como el gol del siglo] y acabó sin excesivos elogios pero siendo un 'One club man'. No jugó en otro sitio. Tras su retirada en la 2008-09, los responsables de la entidad empezaron a prepararlo para que en el futuro pudiera asumir un puesto en la cúpula. Tras años de mili como mandamás de la cantera, le llega ahora el salto más grande de su carrera. Según confirmó el presidente, Reinhold Lunow, está más que preparado: "Sacudió al comité en la presentación ante la comisión de su proyecto".
Ni el peso del cargo ni la sombra alargada de Watzke ["No voy a mover los hilos ni a inmiscuirme en temas deportivos", insistió] parecen atemorizar a Ricken. "No me llevó ni una noche conciliar el sueño. Represento estos colores con todo lo que tengo. Este es mi club, nací aquí y voy a este estadio desde hace 40 años", declaró la nueva cabeza visible.
Fue a él quien Terzic le comunicó personalmente su marcha del banquillo y quien recomendó que su sustituto tenía que ser Nuri Sahin, como así fue. Junto con Kehl (no se ha apagado el runrún sobre su relación) y Sven Mislintat confeccionaron la nueva plantilla con una estrategia marcada, y que ya anunció en verano: Ricken no quiere confiar únicamente en el desarrollo de talentos. "Siempre éramos más fuertes cuando teníamos un plan bidireccional. Jugadores jóvenes, hambrientos, y un entramado de futbolistas con experiencia, calidad y liderazgo. El futuro ya ha comenzado", declaró en junio. Se puso manos a la obra y contrató a Maximilian Beier (29,5 milloes), Waldemar Anton (22,5), Serhou Guirassy (18), Pascal Groß (7), cerró la cesión de Yan Couto y la vuelta de Reyna. De momento, el equipo camina de manera muy irregular en Alemania (séptimo tras cuatro triunfos, un empates y dos derrotas) y hay alguna duda con Sahin aunque es líder de la nueva Champions después de ganar los dos encuentros disputados. Hoy el Borussia pisa plaza grande para saber qué se puede esperar en Europa de este equipo del que ya se está despidiendo Watzke. Aunque antes lo ha dejado todo atado.