OPINIÓN

Sule no está gordo y los auriculares de la madre de Bellingham

Süle, en el entrenamiento del Dortmund./RELEVO
Süle, en el entrenamiento del Dortmund. RELEVO

Londres-. El trayecto del aeropuerto de Gatwick al estadio de Wembley (una hora y media en coche) duró casi tanto como el vuelo de Madrid a Londres (dos horas y media en avión). Las distancias en Inglaterra son como su clima: denso, gris, aburrido, demasiado largo. Borussia Dortmund y Real Madrid se citaron justo aquí para hacer historia.

El entrenamiento del Real Madrid previo a la final.EFE

En el día previo a la final de Champions fueron dos cosas las que me llamaron la atención: que Süle no está gordo y los auriculares de la madre de Bellingham. Al menos Süle no está gordo como en la imagen que circuló y circuló por redes sociales (posiblemente fake) en estas última semanas mientras entrenaba con el Borussia Dortmund.

Al arrancar la sesión de los alemanes, posterior a la del Real Madrid, las miradas se centraron en el físico de Süle (1995). El central de 28 años, ex del Bayern Múnich, salió al verde con una parsimonia que engaña. Tiene un primer sprint muy potente, y unas anchuras que llaman la atención.

Pero no está gordo. Fue mi exploración, tras ojearle desde la grada una y otra vez, seguirle en sus ejercicios de calentamiento y hacerle un par de fotos. No está fino, es obvio, pero al ritmo al que se ejercita el Borussia Dortmund no podría resistir un zaguero pasado de peso. Süle, de flamante pelo blanco, salió mejor parado en las fotos previas a la final.

Los auriculares de la madre de Bellingham

El otro detalle que más me sorprendió fue todo el misterio que rodea a Denise Bellingham, la madre de Jude, acompañada de Mark, su marido, en la grada del entrenamiento del Real Madrid. La familia Bellingham se situó en los asientos más elevados de los invitados del club blanco para presenciar cómo se ejercitaban los suyos.

Denise estuvo la mayor parte del entrenamiento escuchando algo con unos auriculares negros. De gesto serio, muy atenta a todo lo que había a su alrededor. Todo el rato acompañada de su marido y cuidada con cariño por varios trabajadores del club blanco, que se acercaban a saludarla.

Qué escucharía Denise, se preguntaban los que también la miraban a ella. Un programa de radio, un podcast, música. Vete tú a saber, en una familia que lo mima todo al detalle. Ella seguía con sus cascos, unos auriculares de antes, con su cable enredado. Al acabar el entrenamiento un periodista trató de hablar con Mark y Denise, pero Mark declinó la propuesta al enterarse de que era eso. Un periodista.