Cuando Xabi Alonso fue responsable del tercer día más duro para Simeone como entrenador del Atlético de Madrid: "Se hizo el silencio"
La última vez que el Bayer Leverkusen visitó el Metropolitano Carrasco falló un penalti y los rojiblancos cayeron en la fase de grupos de la Champions.

El 26 de octubre de 2022 fue el tercer día más duro para Simeone desde que, en 2011, el argentino cogiera las riendas del banquillo del Atlético de Madrid. Tras las dos finales de Champions perdidas contra el Real Madrid, primero en Lisboa y dos años después en Milán, lo ocurrido aquella noche en el Metropolitano hizo tambalear los cimientos del futuro del entrenador. Con el Bayer Leverkusen como verdugo, la nueva visita de los alemanes a la capital de España vuelve a sacar a la luz los fantasmas de una de las jornadas más complicadas para los atléticos con un penalti de nuevo como protagonista.
Porque aquel día el Atlético necesitaba ganar al Leverkusen de un recién llegado Xabi Alonso para estar en el bombo de octavos de final de la Champions. Tras una complicada fase de grupos en la que los rojiblancos solo habían conseguido una victoria en los primeros cuatro partidos, los de Simeone se jugaban la vida ante su público. Si además el Oporto vencía al Brujas y el Atleti empataba o perdía ante el Bayer, el tercer puesto del grupo corría también peligro y por ende la clasificación para la Europa League.
La afición, sabedora de la importancia del choque para el devenir del club, que dejaría de ingresar unos 25 millones de euros si no se metía en la siguiente ronda, abarrotó el estadio. Con la atmósfera de las grandes noches, el Leverkusen tardó solo nueve minutos en congelar el Metropolitano con el gol de Moussa Diaby. La reacción no tardó en llegar con el tanto del empate de Yanick Carrasco. Pero acto seguido Hudson - Odoi volvería a poner por delante a los visitantes y Rodrigo De Paul, tras el descanso, firmaría el definitivo dos a dos.

Fue definitivo porque en el minuto 98:45 Carrasco erró el penalti que habría supuesto la clasificación del Atlético para octavos. Con el encuentro ya finalizado y con Simeone a punto de enfilar el túnel de vestuarios, el colegiado, Clément Turpin, levantó las manos y pidió a los jugadores que no abandonaran el campo. El árbitro de VAR le dijo que fuera al monitor a ver una acción que se había producido tras un córner botado por los locales en los instantes finales y el colegiado francés, al verlo repetido, no lo dudó. Penalti a favor del Atlético por mano de Piero Hincapié.
Con Antoine Griezmann exhausto, Carrasco asumió la responsabilidad de la pena máxima. Por las botas del belga pasaba el seguir vivos en Europa. Lejos de alegrías, aquella pena máxima entró a formar parte de los días más desgraciados de la historia del club. La mala suerte, de nuevo, se cebaba con el Atleti. "Es la única vez que he escuchado el silencio en el Metropolitano", recuerda un aficionado que estuvo presente en las gradas.
Se hizo el silencio porque, primero, Lukas Hradecky adivinó el lanzamiento a Carrasco. En el rechace, Saúl Ñíguez estrelló el balón en la madera y tras eso, el remate de Reinildo, que iba dirección a la portería, chocaba con el tacón del belga. "Ha sido una manera cruel. No hemos tenido ese poquito de suerte que hacía falta. Estoy muy decepcionado. Es un resultado muy duro", declaraba Jan Oblak. Cuatro años después, el Atlético volvía a caer en la fase de grupos de la Champions.
"No estaba dentro de lo que esperábamos, pero es la realidad. Hay dos lugares donde ponerse en la vida: en el victimismo o seguir trabajando. Yo estoy por el lado de seguir trabajando", confesaba un cabizbajo Simeone en sala de prensa. Aquella eliminación sumada a que el Atlético no volvería a ganar hasta el 12 de noviembre, (tres derrotas y un empate), cuestionaron, como nunca antes había ocurrido, la continuidad del Cholo.
Un partido entre dos de los mejores equipos de Europa
Dos temporadas después, el Leverkusen vuelve a cruzarse en el camino del Atlético. Con un panorama bien distinto, esta vez el duelo se presenta como uno de los más atractivos de Europa. Con 11 victorias consecutivas, los de Xabi Alonso llegan como el equipo más en forma de las cinco grandes ligas. Hasta el pasado viernes, el récord lo tenían los atléticos, con una racha de 14 triunfos seguidos. El Leganés, por la mínima, cortó la racha el pasado sábado en Butarque.
En puestos de playoff, el Atlético (11º) no conoce la derrota en Champions desde el tropiezo ante el Lille el pasado 23 de octubre (1-3). Victorias ante PSG (1-2), Sparta de Praga (0-6) y Slovan Bratislava (3-1). Si esta noche suman otros tres puntos, los rojiblancos llegarían a la última jornada casi clasificados para octavos. Salvo que sufra una goleada y su equipo ofrezca una deficiente imagen sobre el terreno de juego, esta vez Xabi Alonso no será verdugo de Simeone.