REAL MADRID 2 - BAYERN 1 (4-3)

Un estruendo, pelotas de goma y cargas policiales en la llegada del Real Madrid al Bernabéu: "Se han pasado tres pueblos"

El incidente tuvo lugar en los alrededores de la calle Marceliano Santamaría.

El Real Madrid llegó al Bernabéu y vivió un recibimiento propio de las grandes noches. /EFE
El Real Madrid llegó al Bernabéu y vivió un recibimiento propio de las grandes noches. EFE
Jorge C. Picón
Rodra P

Jorge C. Picón y Rodra P

Un domingo de mayo en Madrid huele a margaritas y polución. Carreteras colapsadas por conductores para llegar a sus casas cuanto antes y niños disfrutando en los parques. Anochece tarde y la brisa calma el calor del sol. Y a eso de las 20:58 -20:43 no hace mucho-, el himno de la Champions League en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se juega la temporada, en esta ocasión contra el Bayern, en el momento del año que más le gusta.

Para apoyarlo, la ciudad se volcó con el equipo tiñendo de blanco los alrededores del estadio desde tempranas horas de la tarde. Inconfundible Marceliano Santamaría. Cervezas calientes, bengalas y mucho "¡HALA MADRID!". Imposible moverse sin empujones a partir de las 18:00 de la tarde. Por el otro lado, las familias bajan eufóricas por Padre Damián. Todos de blanco, como Vinicius pidió a través de sus redes sociales. Nadie ha fallado en una cita tan importante.

Los jugadores notaron el apoyo ya desde la Ciudad Deportiva. 17 equipos de la cantera despidieron a la plantilla en un pasillo gigante que iba de la recepción de la residencia hasta el autobús. 'Vuestro corazón, nuestro escudo', rezó la pancarta que mostraron las perlas del futuro del Real Madrid para alentar a las estrellas del presente en una de esas noches que han forjado la historia del club.

Así recibió la afición del Real Madrid a su equipo. Relevo

Una dosis de madridismo que se completó con su llegada al estadio. Espectacular recibimiento al autobús, la llamada 'busiana', propio de las grandes noches. Miles de personas entre la calle Concha Espina y la plaza de Sagrados Corazones vistieron el aire con humo blanco y morado. El ruido era ensordecedor y las medidas de seguridad máximas. Eso sí, la fiesta en los aledaños del Santiago Bernabéu se vio interrumpida por un estruendo. Una carga policial en la calle Marceliano Santamaría, donde se reúnen los aficionados más radicales del Real Madrid. Una marabunta de gente salió disparada, provocando el caos durante unos minutos. Todo el mundo corrió hacia la tienda del Real Madrid, sin saber muy bien de qué huían.

En Marceliano, cargas policiales. Con gases lacrimógenos y muchos aficionados doloridos tras la actuación de la Policía. "Ha sido increíble. Se han pasado tres pueblos. Yo he visto cómo disparaban pelotas de goma".

Los jugadores, en el autobús, pudieron comprobar el ardor de la afición. También lo pudo ver Jobe Bellingham, el hermano de Jude, que llegó al estadio en coche, junto a su madre, pocos minutos después del punto álgido de la llegada. Es una noche propicia para mucho VIP en el Bernabéu. El encuentro lo merece. Ballack, Casillas, Figo, Baptista, Khedira, el jugador de pádel Ale Galán... El mundo con los ojos en Chamartín.

Ya dentro, justo antes del comienzo, la animación del estadio preparó un mosaico. "Es una locura", afirmaban en la previa. No les faltaba razón: se vio a la diosa Cibeles junto a la copa de la Champions en un Bernabéu blanco y morado. Una imagen llena de simbolismo y a la altura del partido de la temporada en Europa.