La UEFA dice oficialmente adiós a la emoción en los sorteos de Champions League

La Champions ya no volverá a ser como antes. En cientos de colegios alrededor de Europa, los niños sacan el teléfono móvil de la cajonera de sus pupitres y miran con atención el rival que le toca a su equipo en el tradicional sorteo de las bolas. Tú, al otro lado de la pantalla, también lo has hecho. Es la emoción en su máxima expresión, que trasciende de generación en generación. Esos segundos de tensión cuando John Obi Mikel no era capaz de abrir la bola y contienes la respiración especulando con los posibles rivales que van a acercar a tus colores a la conquista de la 'Orejona'. Este viernes se ha celebrado el último sorteo con pelotitas y bombos en la historia de la competición. A partir de ahora, lo hará un ordenador.
UEFA aun así se las ha ingeniado para que siga habiendo sorteos, pese a que el nuevo formato está especialmente diseñado para evitarlo. El modelo suizo unirá en una misma tabla clasificatoria a los 36 participantes de la Champions. Los ocho primeros accederán directamente a octavos de final, mientras que del noveno al vigesimocuarto deberán pasar por una ronda previa, conocida como playoffs y que bien podría entenderse como dieciseisavos de final. La lógica, como ocurre por ejemplo en la Euroliga, marca que el líder de la fase regular se enfrente al peor clasificado, el segundo mejor al segundo peor…
Pues no. La nueva Champions se sorteará como el tenis. Los cabezas de serie irán a un lado del cuadro o al contrario y no podrán jugar hasta la gran final. Es decir, si el Real Madrid es primero y el Barcelona es segundo, no se verán las caras hasta el hipotético duelo por el título. ¿Entonces qué se sortea? Pregunta lógica y que tanto costará explicar una y otra vez la próxima temporada, como el típico sorteo de otras competiciones que nadie termina de entender del todo y que solo se quedan con la resolución final. ¡Con lo fácil que es sacar bolitas!
Una vez conocida la clasificación final de la fase de liga, los equipos se juntarán en parejas para proceder con el sorteo. Las parejas serán las siguientes: 1º y 2º; 3º y 4º; 5º y 6º; 7º y 8º; 9º y 10º; 11º y 12º; 13º y 14º; 15º y 16º; 17º y 18º; 19º y 20º; 21º y 22º; y 23º y 24º. Si te has perdido entre tanto número, quédate con que da igual ser primero o ser segundo, da igual ser tercero o ser cuarto…
El mejor clasificado de la fase regular puede enfrentarse en octavos de final al 15º, al 16º, al 17º o al 18º. El segundo tiene exactamente los mismos posibles rivales. Lo que se sortea es qué dos le pueden tocar al primero y qué dos le pueden tocar al segundo. Del mismo modo, el mejor rival posible para el líder en cuartos de final es el séptimo o el octavo. Se sorteará cuál de los dos es el que corresponde.
Si en la Liga Endesa el ganador de la temporada regular se mide al octavo en cuartos y al cuarto o quinto en semifinales, aquí el campeón puede verse las caras directamente con el tercero en unas hipotéticas semifinales. Será cuestión de azar, pero ya no serán las bolas las que lo decidan, sino más bien un ordenador. Y solo una vez, antes de la disputa de los playoffs (dieciseisavos). Sí, ¡solo habrá un sorteo! Si entre tanta palabra no te ha quedado del todo claro, esta imagen facilita enormemente su comprensión.

La fase de liga (la de grupos de toda la vida, otra cosa a la que no nos acostumbraremos) gozará de un calendario diferente para cada equipo, que se enfrentará a ocho rivales distintos. Será un ordenador el que equilibre todos los emparejamientos, en función de unos bombos que sí seguirán existiendo. El Bombo 1, por cierto, ya no será de campeones, sino de los mejores clasificados del ranking UEFA.
Ya el organismo europeo se las apañará para que haya espectáculo y los espectadores queden atrapados a la pantalla. Pero la Champions que siempre hemos conocido ha muerto en parte este viernes en el último sorteo clásico de fase eliminatoria. Ahora, los niños en el colegio no solo sacarán el móvil de sus pupitres. También un folio con apuntes para entenderlo todo. O ya esperarán al recreo para conocer el engranaje, no les vayan a pillar con el teléfono entre tanta confusión. Las cosas del nuevo fútbol.