BORUSSIA DORTMUND 3 - FC BARCELONA 1 (3-5)

Viaje a las entrañas del Signal Iduna Park donde un silencio fue lo más celebrado del Barça: "Reconquistamos Europa"

La afición culer se desplazó en masa a Dortmund, y a pesar de momentos de incertidumbre, acabó celebrando la clasificación para semifinales.

Los aficionados azulgranas en el Signal Iduna Park. /@FCBarcelona_es
Los aficionados azulgranas en el Signal Iduna Park. @FCBarcelona_es
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

Cuando Maurizio Mariani pitó el final del encuentro se escuchó un silencio. Una especie de suspiro entre los 3.037 barcelonistas, 2.125 socios y socias y 912 peñistas que arroparon al equipo en la cima del Signal Iduna Park. Un silencio que representaba el alivio y una noche completamente loca. El Barça logró el objetivo de sellar el pase a semifinales de la UEFA Champions League, tras seis años sin llegar y diez de la última gran alegría en Europa.

La entrega fue total. No había ningún alma que le quedara voz al terminar el encuentro tras despedir al equipo saltando de espaldas al césped, todos abrazados, sabiendo que el objetivo estaba cumplido. El camino no había sido fácil, ni para el equipo, ni para los aficionados del Barça desplazados a Dortmund, que la mayoría de ellos venían de coger dos vuelos, tres trenes y levantarse a las 4 de la mañana para vivir una noche inolvidable.

El Barça lo pasó mal, pero supo sufrir

El Dortmund apretó, y mucho. El famoso muro amarillo, la grada de animación de detrás de la portería del conjunto alemán, se hizo notar. Y no era para menos, porque los de Kovac necesitaban cuatro goles para empatar la eliminatoria. Los de Hansi Flick vivieron una primera parte de acecho constante por parte del Dortmund, un trabajo de resistencia para frenar las oleadas amarillas. Un primer gol de Guirassy avisó al Barça de que esto no era tarea fácil. Guerra avisada no mata soldados. Tocaba sufrir.

Sin embargo, el partido se fue al descanso 1-0, es decir, el Dortmund necesitaba tres goles en la segunda parte, lo que empezaba a ser muy difícil para las aspiraciones de los alemanes. Pero como dice el refrán, no cantes gloria hasta el fin de la victoria, y tal y como empezó el segundo tiempo, Guirassy firmaba el 2-0. En ese momento, por las cabezas de muchos aficionados del Barça empezaron a pasar los fantasmas de la Champions… pero apenas cinco minutos después, estallaba la locura: Bensebaini se anotaba en propia para hacer el 2-1. Si antes hablábamos de silencio, esta vez los aproximadamente 25.000 aficionados del muro amarillo miraban de reojo, callados y con los brazos cruzados, a los culés, que empezaron a saltar de espaldas al Signal Iduna Park con la máxima euforia.

El tercero llegó de quien si no, de Guirassy, máximo goleador de la Champions. Fue un gol que parecía despertar la ilusión de los del Dortmund, pero fue demasiado tarde. El Barça supo aguantar y la entrada de Pedri y Eric García le dieron al partido la calma que necesitaba. Silbido del árbitro y abrazos, muchos, de saber que lo habían conseguido.

La entrega barcelonista fue total

Una de las cosas que quedaran para el recuerdo de la eliminatoria, fue el apoyo de la afición del Barça. Los socios y socias desplazados a Dortmund empezaron la previa en el 'Zum alten market' para empezar a calentar la voz, una de las plazas principales de Dortmund. Había ilusión y ganas, muchas. Pero lo más bonito fue que los aficionados del Barça se juntaron con los hinchas del Dortmund. Mucho respeto y admiración entre aficiones. Bengalas, cervezas y gente de todas las edades. Chapó.

Después, la caminata hacia el estadio. Más de 3.000 barcelonistas tomaron las calles de Dortmund, escoltados por la policía, para ir al Signal Iduna Park. Pasaban los trenes, el U-47 que va por el centro de la ciudad y por las ventanas, personas teñidas de amarillo e impresionadas por la oleada azulgrana. La afición llegó dos horas antes al estadio, y prepararon un 'tifo' que decía "reconquerim Europa". Y es que había ganas de reivindicarse y lo hicieron. El Barça ha vuelto a unas semifinales.