RAYO 1 - REAL MADRID 1

Clamor en Vallecas contra el cambio de estadio: "No nos moverán"

La afición del Rayo se moviliza y muestra, en el minuto 14, pancartas con el lema "Este es nuestro estadio" y "No nos moverán" al grito de "Presa, vete ya".

La protesta de la afición del Rayo. /
La protesta de la afición del Rayo.
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Vallecas se ha pronunciado sobre el cambio de estadio y lo ha hecho sin dejar lugar a la duda: "No nos moverán". Al grito del habitual cántico en el minuto 13 de "Presa, vete ya" la afición se unió en un clamor contra el posible cambio de estadio desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid anunciara el pasado 3 de febrero en una entrevista en el diario As que está en conversaciones con el club para el traslado del Rayo.

El presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, se pronunció sobre el anuncio un día después desde Mallorca, donde el equipo jugaba la pasada jornada. Hoy antes de recibir al Real Madrid y con Iñigo Pérez debutando en el banquillo de la franja, lo ha vuelto a hacer: "El estadio se ha quedado pequeño y tiene una falta de infraestructuras que al final merman la comodidad de los aficionados y hace mucho más débil económicamente al equipo. Por ende, lo hace más débil deportivamente. Yo creo que tener ambición de crecimiento, ambición de superación de las metas, es algo bueno que toda entidad y persona debe tener", dijo el presidente.

Pero Vallecas se pronunció y lo hizo con mayor ímpetu del habitual. Las pancartas sobre el cambio de estadio ya no sólo se vieron desde el fondo, donde se ubica Bukaneros, sino que se clonaron por todo el estadio: "Este es nuestro estadio" y "No nos moverán" eran los mensajes que rezaban en los carteles que, en el minuto 13, los aficionados y aficionadas del Rayo mostraron al tiempo que gritaban el mensaje de "Presa, vete ya".

El estadio de Vallecas, propiedad de la Comunidad de Madrid

El 2 de julio de 2019, tras 30 años de concesión del Estadio de Vallecas al Rayo por parte de la Comunidad de Madrid, la administración actualizó el convenio vigente por un nuevo compromiso de 20 años (con posibilidad de una única prórroga de 10 años más) por el que el club pasaría a abonar, por primera vez, una tasa anual por el uso de las instalaciones de 81.784,84 euros. Una cifra que se actualizaría cada cinco años.

Según la orden de concesión, el Rayo Vallecano, además, asumía la obligación de conservar en perfectas condiciones de uso todas las instalaciones y se comprometía a abonar los gastos derivados de su uso. Además, debería afrontar también el pago de los suministros de energía eléctrica, agua y cualquier otro, así como los servicios de limpieza interior y exterior de las instalaciones. También debía hacerse cargo de los impuestos, tasas y tributos exigibles en relación a dicho inmueble, incluyendo el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.

Sin embargo, cinco años después, justo cuando ha llegado el momento de revisar la tasa anual a pagar durante el próximo lustro, saltó la noticia. Fue la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien lo anunció públicamente y Raúl Martín Presa lo ratificó tanto en la entrevista previa al partido del Mallorca como hoy ante el Real Madrid en el primer partido del Rayo en Vallecas tras la noticia.

El primer incidente en Vallecas, en 2018

El partido entre el Rayo Vallecano y Sevilla correspondiente a la primera jornada de la temporada 2018/2019 no sólo supuso el estreno del conjunto madrileño en su vuelta a Primera División, sino que fue protagonista de un accidente en el que un niño de cuatro años cayó por un agujero del estadio, que tenía las obras que le exigía tanto LaLiga como la Comunidad de Madrid para el inicio de temporada, sin terminar.

El Gobierno regional había ofrecido al Rayo Vallecano disputar los dos primeros partidos de LaLiga fuera de su campo, pero desde el club declinaron la posibilidad. Y ocurrió una desgracia, que podía haber sido aún peor, pues el pequeño sólo quedó dolorido de los golpes en brazo y codo.

Ante lo ocurrido, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid y consejero de Presidencia por entonces, Pedro Rollán, anunció que se " reforzarían las medidas de seguridad " en el estadio del Rayo Vallecano durante los partidos que el club disputara en casa hasta el final de las obras. 

A pesar de la reforma, que no dejó de ser un lavado de cara para abordar lo más inmediato como humedades o instalar la pasarela de acceso para personas con movilidad reducida, lo cierto es que el mantenimiento del Estadio de Vallecas no tiene un seguimiento adecuado para un equipo de Primera División al que asisten a animar 14.708 personas cada dos semanas. Razón principal por la que la afición clama: si el club, en cumplimiento del convenio de concesión, no vela por mantener en condiciones el templo rayista, algo que no sucede con la periodicidad que exige un estadio de estas características, difícilmente podrá abordar la construcción de uno nuevo. Y más en terreno si es en terreno público.