Aquellos partidos en los que el Valencia era un dolor de muelas para el Barça: "Era como que el libreto ya estaba escrito"
'Piojo' López, Javi Fuego y Pablo Piatti rememoran una etapa en la que los ches vivieron grandes noches ante el FC Barcelona, al que apearon de la Copa en dos ocasiones y en unas semifinales de la Champions.
El 7-1 liguero del Valencia en el Camp Nou de la jornada 21 dejó, además de la goleada, análisis, e imágenes, una oportunidad próximo para los valencianistas de tratar de resarcirse del mal sabor de boca, con un 5-0 al descanso por primera vez en los 102 años de historia che: el partido de cuartos de final de Copa del Rey, esta noche, en Mestalla, apenas once días después. "En lo táctico yo creo que deben haber tomado nota y deben, seguramente, haber practicado o deben haber visto de qué forma solucionarlo, pero yo creo que en lo que más tendrían que haber tomado nota es en lo emocional, en lo interno de cada uno, en que no puede pasar eso, que para el fútbol de hoy en día es demasiado, es mucho. Eso es lo más, la sangre propia. Te tiene que picar en algún momento, salir y reventar todo", comenta Claudio López mientras compartimos un café en Valencia. El Piojo sabe lo que es vivir buenos tiempos en los enfrentamientos entre el Valencia C.F. y el FC Barcelona. También los vivieron Pablo Piatti y Javi Fuego, con los que la charla es a distancia pero sus recuerdos y emociones son igual de palpables.
"Hay que jugar actuando como equipo, siendo solidarios, sólidos en defensa, corriendo más kilómetros de lo habitual para hacer ayudas a los compañeros y, sobre todo, después, aprovechando las opciones que te dan, porque un equipo por muy bueno que sea no puede dominar todos los registros durante todos los minutos del juego. Entonces, en los momentos esos en los que tienes opciones de hacer daño, tienes que ser muy efectivo", explica el asturiano Javi Fuego sobre la cita, antes de echar la vista atrás y rememorar "otros tiempos". Piatti, artífice de un gol en el Camp Nou en uno de los 16 triunfos en los 115 partidos que ambos conjuntos han disputado en Barcelona (de un total de 232 cara a cara entre Valencia y Barça, con un balance que Fran Martínez me apunta es de 114 victorias culés, 58 empates y 60 triunfos valencianistas, con 455 para el Barça y 341 para el Valencia), calca el argumento: "La clave de todo es la solidez defensiva, porque te van a exigir eso, y tener esa clarividencia a la hora de atacar, porque vas a tener muy poquitas, es la verdad, y las que tengas tenés que aprovecharlas al máximo. No podés regalar ocasiones de gol, ésa es la clave. Pero decirlo es muy fácil y en la práctica, evidentemente, es muy complicado", dice entre alguna risa el exvalencianista.
Casi cualquier tiempo pasado… fue mejor para el Valencia
Claudio López militó en el Valencia de 1996 al 2000, cuatro temporadas que le valieron para hacer del Barça el rival al que más veces se midió a lo largo de toda su carrera: un total de 16 partidos, con un balance de 7 derrotas, 2 empates y 7 victorias. También es el rival al que más goles le ha marcado en su vida: 12, además de 3 asistencias. "Medirse al Barcelona entonces era muy, muy lindo. En esa época fue muy ilusionante para todos. De repente, agarrar esa rachita y tener tantos partidos a favor contra el Barcelona, y no solamente en Liga, sino dejarlos fuera en Copa y haber jugado una semifinal de Champions y haberla ganado también. La verdad que era una época totalmente distinta, muy alegre, la gente se la veía llegar al estadio feliz, con el nerviosismo normal pero feliz, y disfrutando mucho, la pasábamos muy bien", dice y sonríe el argentino.
Y me alegra especialmente, porque Claudio acaba de regresar a Valencia tras unos meses muy complicados en Argentina. "Sí, hemos tenido un problema familiar, falleció mi señora hace unos meses de cáncer, así que estamos transitando ese momento de la mejor manera posible. Tenemos mucho apoyo familiar, mucho apoyo de la gente que nos quiere y está cerca, la gente de DV7 Group, que está ahí apapachándonos y dándonos ánimo, y la gente que se ha acercado y está ahí dándonos fuerzas. Es un momento delicado de la vida, pero sabremos sobrepasarlo; seguiremos con el dolor y la tristeza que nunca te abandonan, pero tratando de vivir de la mejor manera posible", reconoce el exfutbolista.
"Vuelvo a mi ciudad natal, a Córdoba, me voy a instalar ahí. Los actores más cercanos, que es la familia, nos necesitamos mutuamente: nosotros les necesitamos a ellos y ellos también necesitan de nosotros. A arroparse. Como te decía recién, a hacer grupo, a tirar todos para el mismo lado y sobrellevar la situación, que no es nada fácil. Hay que armar equipo", confiesa el Piojo. Es la primera vez que se pronuncia tras tan gran pérdida y hoy será la última ocasión en que acuda a Mestalla a revivir en directo un Valencia-Barça en, al menos, una larga temporada. "Veremos las circunstancias y el tiempo, pero el amor que uno tiene -más allá del Valencia, es la ciudad también-, el cariño nunca se olvida, pero sí, ésta es la última vez, para regresar va a pasar un tiempo".
Un tiempo ha pasado también de aquella "rachita" que apuntaba el argentino. Después de caer ante el Barça en los octavos de la Copa del Rey de la campaña 97/98, el Valencia apeó al FC Barcelona en los cuartos de la Copa siguiente (2-3 en el Camp Nou y 4-1 en Mestalla), que acabó levantando el Valencia en la Cartuja ante el Atlético. Apenas tres días después de aquella eliminación copera llegó la 24ª jornada de Liga en la que el Valencia se impuso por 2-4 en el Barcelona, con dos goles de Kluivert para el Barça y uno de Ilie y Angulo y dos del Piojo para el Valencia. "¿Mi mejor gol? ¡Ufff! Tengo un… (Se guarda "un montón" o similar). Hay uno de cabeza desde fuera del área, en Mestalla, con centro de Farinós, que ése hasta ni yo me lo podía creer, porque no usaba la cabeza mucho. Después el de eliminatoria de Champions, aquí en Mestalla también, y la vuelta del 3-4 en el Camp Nou", recuerda con los ojos bien abiertos y brillantes el argentino. Ese 3-4 de la jornada 21 de la 97/98 fue el primero de los triunfos que vivió el Piojo ante el Barça. Moriggi (69'), Claudio López (75' y 87') y el Burrito Ortega (88') le dieron la vuelta en 19 minutos a los goles de Luis Enrique, Rivaldo y Cáceres en propia puerta.
"Sí llegaba un punto en que nos mirábamos para salir al campo y notábamos la fuerza de cada uno para poder lograrlo. El equipo sabía lo que tenía que hacer, y lo hacía"
Exjugador del Valencia C.F.En sus cuatro campañas en el Valencia, Claudio tuvo cinco entrenadores: Luis Aragonés, Jorge Valdano, José Manuel Rielo, Claudio Ranieri y Héctor Cúper. Fue Ranieri el que le cogió el punto al Barça de Van Gaal. "Ranieri siempre decía lo mismo, lo mismo. Siempre era pensar en nosotros, en lo que teníamos que hacer, en que el rival que teníamos enfrente era importante pero que no nos importara, que fuéramos una piña, que fuéramos un equipo y que saliéramos ahí a darlo todo. Y después, nada, las miradas entre nosotros, las bromitas… Sí llegaba un punto en que nos mirábamos para salir al campo y notábamos la fuerza de cada uno para poder lograrlo, más allá del nerviosismo lógico y de la situación, pero sí llegaba un punto en que era como que el equipo sabía lo que tenía que hacer más allá de la circunstancia, y lo hacía", rememora el cordobés, que no duda en señalar "las ganas" como clave en aquellos hitos.
"Ya sabíamos la calidad, la superioridad en cuanto a lo individual en los dos equipos, nada más que nosotros lo transformamos en las ganas de seguir adelante, de cambiarlo, de superarnos y de poder ir por el partido. Creo que eran planteamientos inteligentes, en los cuales se trataban de cubrir las zonas donde más progresaba el juego de ellos y, después, siempre estar atento y listo para poder aprovechar los espacios y salir en juego rápido, creo que era la clave. Teníamos ganas, teníamos ganas", dice y repite entre risas cuando le planteo que les tenían las contras cogidas.
"Igual creo que llegamos en esa época a un entendimiento interno entre el equipo, a un conocimiento de cada característica de cada jugador y lo que se podía dar, que era mucho más fácil. Y se jugaba mucho en equipo, se jugaba para eso. Se entendían las situaciones y lo poníamos a favor y eso era fundamental. Porque era el Barça de Rivaldo, de Pep, Giovanni, de muchísima calidad. Eran como los Barça de ahora, como los Madrid de ahora, que se preparan, que ya en la pretemporada dices: 'Estos van por la Liga, van por la Champions, van por todo', y de repente llegábamos nosotros con un buen andar durante la temporada, conscientes de lo que se podía dar, de lo que se podía hacer, y lo trabajábamos mucho. La forma de jugar que teníamos nosotros, la concentración, las ganas, y encontrarnos siempre con el mismo rival, que te dejaba siempre los mismos espacios… Era como que el libreto ya estaba escrito y sabíamos, y además, también la suerte de poner los partidos de cara, que nos ayudaba muchísimo para el juego que nosotros hacíamos".
El veloz exextremo valencianista asegura que en aquella época "empezó algo muy bonito, muy bonito", también por parte de la afición che. "Creo que la afición también se dio cuenta y fue todo diferente, era como que necesitábamos algo de eso para arrancar, y fue bien", refiere el argentino a cómo el Valencia creció en aquellos años hasta levantar la mencionada Copa del Rey y alcanzar la final de la Champions 1999/2000 (también la siguiente) tras imponerse al Barcelona en las semifinales: 4-1 en la ida en Mestalla y 2-1 en el Camp Nou. Él anotó el último gol de ese 4-1. También fue su último gol ante el Barça. Aquel verano del 2000 abandonó el Valencia rumbo a la Lazio y se alejó de Mestalla, feudo al que le otorga un protagonismo especial, también, de cara al duelo de hoy, a pesar de la diferencia "abismal" que separa hoy en día al Valencia del Barcelona, del "individualismo y uno contra uno mortal" del Barça y del "devastante para el jugador" 7-1 en Montjuic.
"Pero esto es una eliminatoria, que no tiene nada que ver lo que pasó, es cero a cero y te tienes que apoyar de lo que sea para poder sacarle adelante. A nosotros un agregado que nos ayudaba muchísimo era Mestalla. Nosotros en Mestalla nos hacíamos muy grandes y muy fuertes. Era un empujón anímico inigualable, sentíamos todo eso por detrás nuestro, lo demostraban. Nos lo demostraban ya durante la calle, en la semana. A nosotros Mestalla nos crecía muchísimo. Y la gente va a ir y va a apoyar y va a estar. Ya sabemos lo que significa para el valencianista jugar una eliminatoria con el Barcelona, o con cualquier otro equipo, la gente se transforma. Es como que la gente quiere jugar aún más de lo que quiere en cada partido. Si eso lo logran transformar en cosas positivas para uno mismo y salen con ese fervor que tiene la gente, te da un plus", sentencia Claudio López.
La importancia del factor Mestalla: «No suma, multiplica»
Un compatriota del Piojo, Pablo Piatti, también vistió la camiseta del Valencia y saboreó algunas mieles ante el FC Barcelona entre 2011 y 2016. Desde 2013, lo hizo junto a Javi Fuego. Ambos se marcharon del Valencia al Espanyol en ese verano del 2016, dejando en su curriculum dos triunfos en el Camp Nou (donde también cosecharon un 7-0 copero en la ida de las semifinales de la Copa 2015/2016, pero hoy hemos venido a ver la otra cara de la moneda para los ches). El primero, un 2-3 en la jornada 22 de la 2013/2014 en el que Piatti anotó el 1-2. Javi Fuego era el capitán de aquel Valencia que tenía a Pizzi de entrenador. El Tata Martino dirigía al Barça. En el siguiente triunfo blanquinegro, un 1-2 en el Camp Nou en la 2015/16, los técnicos eran Luis Enrique y Pako Ayestarán. Javi Fuego fue de la partida ante los Piqué, Iniesta, Busquets, Neymar, Messi, Suárez y compañía.
"En esos partidos recuerdo defender muy, muy bien y actuaciones estelares también de Diego Alves. Cuando vas a un escenario así tienes que estar al mil por cien"
Exjugador del Valencia C.F."Era un Barça muy, muy dominador e ibas allí a competir, pero sabiendo que iba a ser muy complicado conseguir un buen resultado. En esos partidos recuerdo defender muy, muy bien y actuaciones estelares también de Diego Alves, porque cuando vas a un escenario así tienes que estar al mil por cien y seguramente haya jugadores que den todavía más nivel del que dan regularmente, y después, fuimos muy efectivos en ataque. Ellos tuvieron muchas llegadas, no muy, muy claras. Las que tuvieron claras recuerdo que Diego estuvo muy bien, y nosotros las que tuvimos fuimos muy efectivos de cara a puerta. Teníamos gente en ataque que podía hacer gol con facilidad. Recuerdo que en aquellos años tanto Piatti, Paco Alcácer, Rodrigo, Siqueira, que hizo una buena jugada en un gol de uno de esos años. Teníamos gente con buenas capacidades físicas que podía hacerles daño a la contra. Entonces, tener muy claro el plan de partido y que se cumpla por los 11 o por los 14 que les toca jugar, a la perfección, es lo que te hace tener opciones de puntuar o de ganar, si no, imposible", recuerda el exmediocentro asturiano.
"Sí, la clave de esos partidos, más allá de la velocidad, sobre todo con Unai Emery cuando los preparábamos, es que él hacía muy partícipes a los laterales nuestros. Por derecha y por izquierda intentaba que sean sorpresivos porque ellos jugaban con extremos que no defendían, y eso hacía que lo exigieras a un equipo en defensa. Sí que es verdad que tenían la posesión de pelota, pero cuando atacabas tenías que ser muy vertical y, sobre todo, tenías que ser acertado, porque si no, probablemente las contras las pagabas caras", recuerda Piatti, que en su paso por el Valencia fue dirigido por Emery, Pellegrino, Voro, Valverde, Djukic, Pizzi, Nuno, Gary Neville (en el banquillo en el mencionado 7-0) y Pako Ayestarán.
Estuviera quien estuviera al frente del equipo, "los Valencia-Barça siempre eran muy especiales", dice el argentino, que destaca: "Lo más importante era el ambiente previo que se vivía antes. La semana previa ya se hablaba bastante, siempre había muchas cosas en juego, entonces, era mucho más atractivo de vivirlo, de palpitarlo antes. Sobre todo, en la época que me tocó vivirlo a mí era un súper Barcelona y nosotros como equipo estábamos muy bien armados. Cada cual con sus armas intentábamos dar espectáculo, pero siempre era difícil. Aún así en Mestalla siempre sacamos buenos resultados y esa victoria del 2-3 en el Camp Nou fue sobre todo muy importante por la época que nos tocaba vivir", recuerda y detalla el de La Carlota.
"Me acuerdo de preparar muy bien, muy minuciosamente el partido, porque sabías que tenías mucha expectación. Tenías que estar al 100% porque si no, probablemente pasabas vergüenza"
Exjugador del Valencia C.F."Veníamos en la etapa de Pizzi, veníamos de un cambio de entrenador también y nosotros íbamos con esa presión de enfrentarte a un grandísimo equipo y tener que hacer las cosas muy bien y ellos que no estén tan acertados. Yo me acuerdo de preparar muy bien, muy minuciosamente el partido, porque vos sabías que tenías mucha expectación, que lo veía muchísima gente ese partido. Entonces, tenías que estar al 100% porque si no, probablemente pasabas vergüenza, era así. Estamos hablando de equipos históricos que nos tocó enfrentarnos, y tenías que estar muy, muy, muy preparados. Después está también el factor suerte que te juega de tu lado. La jugada ésa del gol era prácticamente una pelota que se iba o una pelota llovida que no manifestaba peligro y fue, con fe, ir a buscarla y que entre por arriba de Valdés, así que más que nada fue por persistencia", recalca el octavo argentino con más partidos en LaLiga.
Javi Fuego, con la titulación de director deportivo y entrenador nacional, no sólo echa la vista atrás y rememora viejos tiempos, sino que también analiza diferencias y similitudes entre el Barça de antaño y al que esta noche se medirá el Valencia, así como qué planteamiento es el que más puede convenirle a los de Carlos Corberán. "Este Barça tiene mecanismos más entrenados, quizá. Igual, es un equipo con muchísimo talento, no quiero que se me malinterprete, pero quizá aquel Barça que yo viví todavía tenía más talento y era más imprevisible en ataque. Éste tiene unos mecanismos que quizá pueda variar pero que son bastante visibles y bastante objetivos, que se pueden analizar, y da un poco más de chance al equipo rival de poder contrarrestar. Aquel Barça era más imprevisible, porque al final tenía jugadores que a nivel individual prácticamente hacían magia cada vez que tocaban la pelota y a partir de ahí generaba muchísimas cosas", señala Javi.
"Aquel Barça era más imprevisible. Tenía jugadores que a nivel individual prácticamente hacían magia cada vez que tocaban a pelota"
Exjugador del Valencia C.F."Y yo creo —añade—, que este Barça actual cuando pierde el balón es más efectivo en la recuperación tras pérdida y mucho más agresivo que era aquel. Aquel Barça, si conseguía salir de los dos o tres primeros pases, podrías plantarte en una situación bastante favorable para atacarles, porque había jugadores que en defensa hacían los primeros metros de presión y después quedaban un poco descolgados. Este Barça sí que es más solidario en ese aspecto, entonces, es más difícil, pero es verdad que al final estos equipos que te someten, que están mucho en campo contrario, donde está el espacio es a la espalda de sus defensas. Estar preparados para correr al espacio, para atacar esos espacios que se generan yo creo que va a ser clave", prevé el exvalencianista, que le pone nombre a las opciones de la actual plantilla de sorprender al Barça.
"Algo que funcionó durante muchas jornadas, sobre todo al inicio de Liga, fue tirar el fuera de juego milimetricamente. Sorprendió a todos los rivales con esa forma de jugar. Ahora ya los rivales tienen mecanismos para poder hacerles daño. Yo creo que ya no tanto por nombres, aunque, por ejemplo, Luis Rioja, Hugo Duro (que finalmente no estará por lesión) o el mismo Diego (López) son capaces de correr al espacio, pero casi por actitud de cualquier jugador que pongas en el Valencia en la línea de ataque puede hacer un buen papel. Hay que estar atento a correr a ese espacio, tener preparado esos lanzamientos, desde dónde se produce el lanzamiento, hacia dónde, y viendo un poco, por ejemplo, que Araujo estuvo durante mucho tiempo de baja y quizá esos mecanismos o ese trabajo defensivo no lo tenga tan interiorizado, lo que pasa que también es verdad que después tiene una capacidad a nivel condicional que recupera cualquier situación en la que pueda cometer un error", reflexiona Javi Fuego.
"Entonces, yo creo que ya mirando un poco como entrenador, yo iría a defender muy bien, a ser muy solidarios, y después hay que tener mecanismos muy claros de dónde enlazar con el balón y dónde lanzar, porque yo creo que al lado opuesto, por ejemplo, si se recupera en una zona, se consiguen dar dos o tres pases y lanzar al lado opuesto, es donde veo que el Barça puede ser un poco más débil", asegura.
En la balanza opuesta, la de las fortalezas, Javi Fuego no duda en señalar Mestalla, como hizo también Claudio, como un factor fundamental en las opciones que tendría el Valencia de clasificarse para las semifinales de la Copa. "Es que el factor Mestalla no es que sume, sino que multiplica. Yo tuve la suerte de jugar ahí y en momentos ver cómo la afición hace que vayas en volandas auténticamente. Se me ponen los pelos de punta ahora al hablar contigo, al recordarlo, porque es el campo que en ese aspecto más me marcó, y yo creo que no va a tener nada que ver con el partido que se vio en Liga, y eso lo marca el escenario.
Yo creo que la gente va a estar muy enchufada. No creo que haya nadie pensando en el partido de Liga porque se da una oportunidad muy buena para poder tener una alegría en un año muy complicado y yo creo que Mestalla, aunque es una plaza complicada y en momentos pueda mostrar su descontento y demás en ciertos partidos, creo que en los partidos clave que sabe que el equipo necesita, siempre se vuelca. Yo creo que también va a suceder ahora en Copa del Rey. Y yo personalmente tengo muchas esperanzas de que se pueda competir bien, de que pueda ser un partido más allá de que a lo mejor no se consiga pasar a la eliminatoria, que ojalá que sí, que sea un partido que refuerce y que sume para lo que resta de temporada, que es más, más, más importante todavía", dice Javi.
"Yo me acuerdo de partidos que se nos complicaban y con la gente los empatabas o le dabas vuelta. Les deseo lo mejor, espero que vaya muy bien. Por lo menos, que el equipo esté a la altura de las circunstancias y, sobre todo, que dé la cara ante un partido tan emotivo", demanda Pablo Piatti.