El Betis activa el modo Conference y espera una avalancha de aficionados portugueses

El Betis ha recuperado la felicidad. Las tres victorias seguidas en LaLiga y la eliminatoria ante el Gent -en este caso el partido de ida en Bélgica- han devuelto la mejor versión del equipo bético, que afronta el tramo decisivo de la temporada con las pilas recargadas y con el modo Conference League activado desde que acabó el partido ante el Real Madrid. Tanto el vestuario bético como todos los empleados del club están mentalizados de la importancia de la cita de este jueves ante el Vitoria Guimaraes, correspondiente a la ida de los octavos de final.

La benevolencia del sorteo, que evitó un cruce con el favorito Chelsea hasta una hipotética final, ha colocado al Betis ante una oportunidad de superar su límite en las competiciones europeas. Aquellos cuartos de final de la extinta Recopa de Europa marcan la frontera verdiblanca en Europa, de ahí que esta Conference se vea como una opción para superar ese registro y seguir haciendo historia. Los propios dirigentes presupuestaron llegar al menos hasta semifinales, de ahí que también desde un punto de vista económico tenga importancia el futuro europeo.

"Muchos béticos están deseando volver al fútbol después del rendimiento que está dando el equipo en las últimas fechas, que está de dulce. Creo que el jueves va a ser un gran espectáculo", dice el CEO del Betis, Ramón Alarcón, que explica el proceso realizado por el club para intentar que el Benito Villamarín registre un ambiente como de las grandes noches. "Hemos tenido unas activaciones de socios muy parecidas al día del Gent o el United, aunque todavía pueden seguir comprando su entrada a precio de activación. Luego, hemos querido que la venta pivote sobre los socios, que pueden comprar entradas a precios que oscilan entre los 10 -infantiles- y los 30 euros para traer a sus acompañantes ese día. Queremos que sean ellos los que impulsen que el jueves se viva otra gran noche europea", añade Alarcón, que confía en la respuesta de la hinchada bética para que Heliópolis registre una gran entrada el jueves.

"Es un partido vital en casa con nuestra gente. Queremos mostrar lo que queremos ser en Europa, lo hicimos en Bélgica, pero queremos hacerlo de una vez en casa. Es importante que estemos todos unidos, que sea un fortín y toda Europa sepa lo fuerte que podemos ser en casa. El Villamarín es un espectáculo cuando ruge, cuando estamos todos metidos, cuando estamos en ese foco que llevamos y hacerlo en Europa es lo que soñamos todos", ha expuesto el capitán Marc Bartra para mostrar el sentir del vestuario ante una cita decisiva.

Si el bombo evitó una dura eliminatoria ante el Chelsea, en el Betis tampoco se quieren confianzas ante el Vitoria Guimaraes. El conjunto luso, segundo clasificado de la fase de grupos, viene acumulando mejores resultados en las últimas semanas con su tercer entrenador de la temporada, y, aunque haya perdido a tres de sus mejores futbolistas en el mercado invernal, todavía cuenta con elementos interesantes como el austríaco Tomas Händel o el mítico Nelson Oliveira.

También preocupa en el Betis el dispositivo de seguridad. Declarado por la UEFA como partido de alto riesgo, en el Benito Villamarín se espera la presencia de entre 1.500 y 2.000 hinchas del Vitoria, una de las aficiones más calientes de Portugal. Con el recuerdo de los desgraciados incidentes de 2013, ambos clubes han estrechado la colaboración desde que se conoció el enfrentamiento con la intención de evitar enfrentamientos entre los radicales que puedan salpicar además al resto de aficionados. Los departamentos de redes sociales de ambos clubes han venido trabajando de manera conjunta para trasladar esa relación cordial entre las instituciones, a la vez que también se está en permanente contacto con los responsables de seguridad para que el partido sea una fiesta del fútbol.

"Queremos hacer un hermanamiento y queremos que ellos vengan aquí, que disfruten de nuestra ciudad, que disfruten de lo que es viajar acompañando y animando a su equipo. Y, dentro de una semana, miles de los béticos haremos lo mismo y que podamos disfrutar de lo que es acompañar a un equipo en partidos de visita, que yo creo que es una experiencia que a todos nos gusta, vivirla en familia, vivirla con amigos, pero, por supuesto, vivirla con seguridad. La violencia no tiene cabida", expone Alarcón, que está en permanente contacto con los responsables del Vitoria para que el jueves sea una fiesta del fútbol en la Conference League.