El vendaval del Betis expía sus pecados europeos y ya apunta al Jagiellonia en los cuartos de final

El Betis fue un ciclón en el Dom Afonso Henriques. Sin especulaciones, con intensidad y con mucha calidad. Un cóctel que sólo podía generar alegrías para esos 1.700 béticos que acompañaron a su equipo a Guimaraes. Una lección de fútbol para golear al Vitória, con un doblete de Bakambu y otros dos tantos de Antony e Isco, y meterse en esos cuartos de final de la Conference League. Ahí esperará ahora el Jagiellonia, el campeón de Polonia como última barrera para hacer historia en Europa. Pero eso llegará a su tiempo...

Primero fue el vendaval bético en Guimaraes. Con la lección aprendida del 2-2 de la ida, el Betis de Guimaraes fue otro distinto desde el pitido inicial. Intenso, con las líneas juntas por esa defensa adelantada que ordenaban Bartra y Diego Llorente y con pegada. La puso Bakambu, muy discutido en su primer año como bético, pero que se ha destapado como el goleador de esta Conference League. Un doblete de delantero con fundamentos para aprovechar esa buena puesta en escena de los heliopolitanos y silenciar a esa animosa afición local. Con Isco y Antony presentes en todas las acciones de gol y demostrando que la calidad se impone cuando se acompaña de actitud.

Quería Pellegrini un Betis que le pusiera más ritmo que en el Benito Villamarín y ya en el primer minuto Jesús Rodríguez enseñó las cartas con una galopada hasta la línea de fondo y pase atrás. Fue el primer aviso, pero apenas cuatro minutos después ya llegaría la bala de verdad. Recuperación de Fornals, pase de Isco a Antony y éste que la puso en largo para Bakambu, que le ganó el cuerpeo a Borevkovic para marcharse directo hacia la portería y superar a Bruno Varela con un tiro por debajo de las piernas.

A diferencia de en la ida, el gol no frenó al Betis. Altimira y Fornals continuaban imponiéndose en la medular, con las ayudas de Bartra y Diego Llorente en la anticipación, para desconectar a esa medular del Vitória que tanto incomodó en Heliópolis. Con esa firmeza llegaría otra acción brillante para el 0-2. De Isco a Antony, el brasileño abriendo para Aitor Ruibal que dobló para llegar a la línea de fondo y poner el balón en la cabeza de Bakambu. Testarazo y celebración del congoleño para desatar la fiesta bética en el Dom Afonso Henriques.

El Vitória, claro, intentó reaccionar. Lo hizo intentando ensuciar el partido con Nelson Oliveira tirando de veteranía en el final del primer acto, pero sin apenas inquietar a Vieites. Incluso intentó meterle una marcha más Luís Freire en el intermedio con un doble cambio en la banda derecha para buscar más profundidad y lo logró en parte en el arranque, con Arcanjo como protagonista. Pero pronto se encargaría el Betis de finiquitar el partido...

De nuevo con Isco y Antony como protagonistas. Un balón en largo del malagueño hacia el brasileño para que éste se lanzase hacia la portería de Bruno Varela. Y nada más pisar área, un zurdazo que perforó la red con violencia. Un 0-3 que ya dejaba el partido sentenciado cuando todavía faltaba media hora para el final. El Vitória ya sí acusó el golpe. En su estadio sólo se escuchaba la fiesta de los béticos, que acabaron rendidos a su pareja mágica. Jugadón de Antony y dejada para que Isco metiera su gol, el 0-4. Y al banquillo al malagueño con una sonrisa. La misma que lucieron todos los béticos tras una exhibición que el Betis necesitaba en Europa. Una goleada que sirve para expiar las culpas de esa fase de grupos que ya queda en el olvido. Ahora es tiempo para soñar, aunque primero llega Leganés.