Mendilibar y su Olympiacos capean el temporal para intentar quedar en la historia

ATENAS-. No vamos a descubrir hoy a José Luis Mendilibar. Un tipo tranquilo, que en rueda de prensa no se altera pero que después en muchos entrenamientos y partidos se transforma. El entrenador español está a un partido de ganar su segundo título europeo consecutivo y tiene claro lo que ha traído a su equipo a esta gran final: "El camino que hemos vivido es una maratón, hemos sabido capear el temporal y aquí estamos".

La final ante la Fiorentina está, para muchos, 50-50. Porque sobre el papel el equipo italiano es ligeramente favorito pero los griegos jugarán en 'casa' y se espera un ambiente espectacular en el estadio del AEK, donde se jugará la contienda, a unos 25 kilómetros del Pireo, donde hace de local el equipo de Mendilibar.

Mucho se ha hablado de El-Kaabi estas últimas semanas. Decenas de niños aficionados del Olympiacos presenciaron el entrenamiento previo a la final y no dejaban de corear el nombre del delantero y gran figura del equipo griego. A Mendilibar le recordaron que el año pasado tenía a dos marroquíes y él, además, incidió.

"Sí, el año pasado teníamos a un delantero que nos dio mucho (En-Nesyri) y este a Ayoub. El Kaabi nos ha dado muchos goles, nos ha abierto el camino para llegar donde hemos llegado", dijo el entrenador, alabando a un jugador del que horas antes Italiano había hablado muy bien, incluso dejando caer que habían traído las cadenas para atarlo.

Todos conocemos a 'Mendi' y él no va a cambiar. Olympiacos llegó a esta final jugando un mal partido contra Maccabi en casa pero después, sin ser favorito, dio la cara contra todos los rivales, especialmente contra Fernerbahçe y Aston Villa en cuartos de final y semifinales.

Daba igual que el entrenamiento de antes de la final fuera a puerta abierta, Mendilibar en todo momento pedía intensidad a los suyos, una intensidad que ya vio el lunes: "Creo que están muy ilusionados, creo que el entrenamiento de ayer fue muy bueno, creo que eso lo hacen bien, el día a día, la motivación es el convencerles de que están haciendo algo bueno y que están preparados para el partido".

El bueno de Mendi tiene la oportunidad, como el año pasado, de quedar en la historia de otro club. Cayó de pie con la temporada empezada y cuando llegó nadie podía imaginar este desenlace. El entrenador, al contrario que Ancelotti, no sabe qué comerá o dormirá siesta antes de la final de mañana, pero lo que sí sabe es que, por ahora, está tranquilo y quiere disfrutar del camino y la maratón que los ha traído hasta esta gran final.