Un pionero en Polonia y leyenda del Legia: "Fui valiente, luego mucha gente me preguntó a mí"
Iñaki Astiz, segundo entrenador del rival del Betis en la Conference League, acumula 15 temporadas en Polonia entre su etapa de futbolista y de técnico.

Varsovia. Criado en la cantera de Osasuna, Iñaki Astiz dio un paso en 2007 que cambió su vida, la personal y la profesional. El entonces joven defensa decidió aceptar una propuesta de Jan Urban, un mito del conjunto rojillo, para poner rumbo al Legia Varsovia. "Lo que empezó como una cesión de un año, luego fue más a largo plazo", cuenta a Relevo el ahora segundo entrenador del conjunto polaco y que se medirá al Betis en el estreno de la Conference League. "Teníamos la expectativa de que nos tocase un equipo español", dice este emigrante del fútbol, pionero de los españoles que luego han puesto rumbo a Polonia y que ha vivido en primera persona la transformación del país en el que ha pasado 15 de los últimos 17 años.
Aunque el Legia no atraviesa su mejor momento en el campeonato -dos derrotas y un empate en los tres últimos partidos-, el equipo polaco quiere transformarse en Europa. "El año pasado le ganamos al Aston Villa y al AZ Alkmaar. Son ejemplos que nos pueden servir. Si hacemos las cosas como las tenemos que hacer, al final es un partido y se puede pelear de tú a tú. El equipo y la atmósfera se transforman en partidos europeos y se siente que al futbolista le agrada", dice Astiz, que confía en que el Betis se distraiga con el derbi y que agradece la ausencia de Lo Celso. "Me imagino que Pellegrini tiene en la cabeza el partido del domingo, que es muy importante para ellos. En Europa hay más partidos y se puede pensar en rotaciones. Que no esté Lo Celso… tiene mucha calidad, te puede poner el último pase o el balón parado. Ha metido los últimos goles del equipo. El equipo ha dependido un poco de él", analiza Astiz lo que puede suceder este jueves.
Más de 300 partidos con la camiseta del Legia lo convirtieron en una leyenda del equipo polaco. Cinco ligas y seis copas acumuló durante su trayectoria como futbolista aquel joven que salió de Osasuna Promesas para iniciar una aventura que hoy todavía continúa. "Fui el primer español en venir aquí a Polonia. En aquellos tiempos la gente no se decidía mucho a salir fuera o no se atrevían. Después de venir aquí, mucha gente se puso en contacto conmigo para preguntar cosas sobre el país o los equipos. Ahora se ha convertido en más normal que haya muchos españoles fuera", relata Astiz, al que reclutó Urban para su proyecto en el Legia: "Tenía la opción y estuve pensativo. Al final me dije: 'oye, tengo 23 años, tengo la posibilidad de ir al extranjero y si no acepto ahora, igual luego nunca voy a tener la posibilidad de tener una experiencia fuera'. Era probar un año y ver qué pasaba, porque en teoría era ir sólo un año cedido".
La experiencia pasó de una temporada a ocho en su primera etapa en el Legia, donde se consolidó como uno de los referentes del equipo. "Todo fue positivo y me adapté muy rápido. Ganamos la copa y acabamos segundos en la liga. Volví a Pamplona, pero luego regresé a los dos meses para ya firmar un contrato a largo plazo", comenta Astiz, que dio el paso contrario de esos polacos como Urban que se asentaron en Pamplona. "Sí, ellos se han adaptado y los han acogido siempre muy bien y en mi caso fue totalmente parecido. También tuve la suerte de que Urban me conocía, pero para él tampoco era fácil. Antes de venir me dijo las cosas claras: 'tienes la posibilidad de venir, pero aquí nadie te garantiza nada. Hay que currarse el puesto'. Por suerte, luego fue todo bien", señala Astiz, que se ganó el corazón del Legia por ese compromiso que siempre demostró con el colectivo. "Soy una persona que siempre me centro en el grupo, nunca he mirado primero lo individual. Eso al final la gente lo ve y lo valora. Incluso estando lesionado jugué por el grupo. Cuando han venido jugadores de fuera que no sabían hablar polaco también los ayudé. Tampoco me ha gustado cambiar de equipo y tuve la posibilidad de asentarme aquí. Si al final he estado tantos años, querrá decir que las dos partes hemos estado contentos con esa decisión", añade.
De ese joven Astiz que vivía su primera experiencia fuera de casa al hoy entrenador y hombre de confianza del club. "Integrarme al grupo no me costó, fue algo muy rápido, pero el idioma sí era complicado. Pero también esa dificultad me hacía estar más atento a todo lo que sucedía. Estaba todo el rato alerta y eso me ayudaba en el campo", dice el pamplonés, que sí admite que le sirvió para madurar en el aspecto personal. "Quizá lo que peor llevé fue el tráfico, con la gente del club y la ciudad todo fue bien desde el principio. También me costó vivir solo, hasta entonces siempre había estado con mis padres. Era mi primera vez fuera y tenía que hacerme responsable de todas las cosas de la casa", agrega Astiz, que sí admite que Polonia es hoy un país distinto al que se encontró en 2007: "El cambio ha sido muy grande, sobre todo las infraestructuras. Ha sido brutal. Me acuerdo de cuando llegué, para los partidos de liga viajábamos siempre en autobús y las carreteras estaban fatal. No había muchas autopistas, casi todo eran carreteras secundarias y eso hacía que los trayectos fuesen mucho más largos. También los estadios se transformaron desde la Eurocopa, casi todos son nuevos y eso hizo que la liga se pusiera un escalón más arriba. Aquí ahora las condiciones son espectaculares".
Tras esa primera etapa de ocho temporadas en el Legia, Astiz se marchó a Chipre para jugar en el APOEL. "En mi último año no conseguimos ganar la liga y hubo cambios en el club. Salió esa oportunidad en el club y la cogí. Fue una manera de vivir otra experiencia fuera. Me dio la posibilidad de conocer otra cultura, otra mentalidad y otro fútbol. Es muy diferente a Polonia. Allí la gente era muy positiva y eso se transmite. Creo que ese es uno de los éxitos de Chipre, para que siendo una isla tan pequeña y todos los años estén jugando competiciones europeas. También el jugador que va allí es muy técnico", señala sobre esos dos años en el APOEL, donde llegó a coincidir, entre otros, con David Barral. "La gente etiqueta a las personas de una manera, pero lo que me encontré fue una persona normal y corriente. Está claro que le gustan esos chistes y estar de broma, pero nada más", añade. De esa positiva experiencia, con más títulos en el bolsillo, Astiz regresó de nuevo al Legia, el club de su vida.
"Acabé contrato y estaba esperando a ver si salía algo mejor y se dio la posibilidad de volver. El entrenador y el director deportivo me conocían y se dio esa opción. Estuve dos años más en el primer equipo y al tercero ya empecé a alternar más con el filial para ayudar un poco en la academia. Había un proyecto en el segundo equipo de tener jóvenes y querían un jugador un poco más veterano y con experiencia para ayudarles. Ahí ya empecé a hablar con el club para tomar la decisión de formarme como técnico y empezar en la academia del Legia. Luego tuve la posibilidad de unirme al primer equipo y desde entonces aquí estoy", expone el ahora segundo técnico sobre esa vuelta a casa. "Pamplona es mi casa porque he vivido allí, pero si cuento las temporadas que he estado en el Legia y las que he estado en Osasuna, aquí llevo más. Es el fútbol, nunca sabes cómo va a acabar", dice entre risas Astiz, un pionero en Polonia y que será el primer rival del Betis en la Conference.