Las armas de Colombia para intentar destronar a la Argentina de Messi
La selección cafetera acumula 28 partidos invicta y cuenta con un renacido James Rodríguez, que busca su primer gran torneo con el combinado de su país.
Noelia Román -. ¿Será la Colombia del renacido James Rodríguez el equipo que corte la fantástica racha de títulos de la Argentina del fabuloso Leo Messi? Ésta es la pregunta que todo el mundo se hace en la Copa América 2024 desde que la selección cafetera se clasificó para la final del torneo continental derrotando, con diez hombres, a la combativa Uruguay de Marcelo Bielsa.
Y no son pocos los analistas que consideran que el equipo dirigido por el argentino Néstor Lorenzo tiene muchos argumentos para dar definitivamente la sorpresa y arrebatarle el título al vigente campeón.
El principal es un James Rodríguez que, a punto de cumplir 33 años, capitanea con maestría a un grupo de talentosos futbolistas que lo idolatran por su pasado, pero también por su presente. En la selección, el 10 colombiano juega y hace jugar. De sus botas salieron ya seis asistencias en este torneo, una cifra récord que le permitió superar a Messi en este apartado - el astro argentino firmó cinco en la edición de 2021- y erigirse en el mejor pasador del campeonato. El zurdo colombiano anotó, además, un gol y ya acumula 28 con su selección.
La eficacia anotadora es, precisamente, otra de las armas de esta Colombia que, con 12 tantos, es el equipo más goleador de esta Copa América. La potente delantera cafetera se reparte la responsabilidad de marcar con los mediocampistas y los defensas y, a falta tan sólo de un partido para la conclusión del campeonato, son ya cuatro los futbolistas que suman dos goles: Luís Díaz, Jefferson Lerma, Jhon Córdoba y Daniel Muñoz, la baja más sensible de los cafeteros ante la Albiceleste. El lateral del Crystal Palace fue expulsado en la semifinal contra Uruguay y se perderá la final frente a la vigente campeona del mundo.
El balón parado, clave
Varios de esos goles vinieron de jugadas a balón parado, otro de los mejores argumentos del seleccionado dirigido por Néstor Lorenzo. Sin ir más lejos, el tanto que le dio el pase a la final frente a la Celeste fue el resultado de un córner botado por James que remató de manera impecable Lerma. Y no fue novedad. La zurda del capitán colombiano y el juego aéreo de sus compañeros han sido una amenaza constante para sus rivales en esta Copa América, que vio cómo los cafeteros se clasificaban para los cuartos como primeros de su grupo por delante de Brasil.
Colombia cuenta, además, con un mediocampo que ya querrían para sí muchos seleccionadores. Lo componen el habilidoso Richard Ríos, el goleador Jefferson Lerma y el sobrio Jhon Arias, cuyo desempeño en este torneo bien le podría valer un próximo traspaso al fútbol europeo. Por delante de ellos, el omnipresente James Rodríguez dirige la orquesta con la precisión de un metrónomo.
La zaga y el portero de Colombia no se quedan atrás. Con sólo dos goles en contra en los cinco partidos disputados hasta ahora, los cafeteros son una de las selecciones mejor armadas defensivamente. Sólo Argentina, con un gol en contra, encajó menos tantos que los de Lorenzo. Camilo Vargas, bajo palos, fue decisivo en los cuartos de final frente a Brasil: atajó el primer penal de la tanda que decidió la eliminatoria y, durante los 90 minutos del partido, salvó una clara acción de gol.
El portero colombiano recibió los elogios de Néstor Lorenzo, que se ha revelado como un entrenador de primer nivel. A la sombra siempre de grandes técnicos (buena parte de su carrera la forjó como ayudante de José Pékerman), nadie contaba con que el técnico argentino pudiera conducir a Colombia a la mejor racha de resultados de toda su historia. Los 28 partidos que los cafeteros acumulan sin perder (22 victorias y seis empates) superan ya los 27 que enlazó el combinado dirigido por el legendario Pacho Maturana entre 1992 y 1994.
De la fabulosa racha actual, a Lorenzo le corresponde su parte de mérito en 25 partidos, los que dirigió hasta ahora. Y aunque el discreto y modesto técnico argentino acostumbra a decir que todo lo bueno es cosa de los jugadores, nadie duda ya de su capacidad para sacar lo mejor de un grupo que, sin duda, tiene mucho talento.
Por último, pero no menos importante, el factor hambre. Pasaron ya 23 años desde que Colombia conquistó su único título continental (la Copa América de 2001) y esta generación de futbolistas cree llegada la hora de dar una nueva alegría a su entusiasta afición, que ha convertido en una fiesta amarilla los estadios por los que pasó. Casualidades del destino, Argentina no disputó aquella Copa de 2001, que se celebró en Colombia, al considerar que en el país anfitrión no se daban las medidas de seguridad necesarias para jugar. Quizás éste no sea un argumento, pero sí otro acicate para que la selección de Lorenzo intente, más que nunca, ganar.