COPA AMÉRICA

Racismo en la Copa América: 'Black lives matter', pero no tanto en el 'soccer'

Las instituciones condenan los insultos racistas al estadounidense Weah, pero el escaso interés por el fútbol impide que el debate llegue a la calle.

Weah durante el partido ante Bolivia. /REUTERS
Weah durante el partido ante Bolivia. REUTERS
Noelia Román

Noelia Román

Las Vegas -.Una semana de competición y un par de episodios racistas: la Copa América 2024 tampoco se libra de esta lacra. El último incidente tuvo como protagonista, este jueves 27, al estadounidense Tim Weah, pero en el país que organizará el próximo Mundial de fútbol no hubo ninguna repercusión social.

"La verdad, no sé de qué me habla. No vi el partido, no sigo el fútbol, no sé nada de ese deporte. Cuando yo era pequeño, no se practicaba", asegura Anthony, un conductor de Uber que trabaja en Las Vegas. Anthony es negro, tiene 70 años y el único interés que tiene en el fútbol son los viajes extra que pudo hacer transportando a hinchas brasileños al Allegiant Stadium de la ciudad de los casinos para ver el choque entre la Canarinha y Paraguay.

Nada sabe de la tarjeta roja que vio el hijo del legendario George Weah por propinar un puñetazo al panameño Roderick Miller, en el minuto 18 de partido, ni de la virulenta reacción de algunos hinchas estadounidenses contra él y otros compañeros negros tras la derrota de la anfitriona contra Panamá (2-1).

"Yo tampoco me puedo pronunciar sobre el episodio, porque sólo he oído hablar de él y no sé lo que se dijo realmente", señala a Relevo Kobi N'Gai Jones, el futbolista que más veces ha vestido la camiseta de los Estados Unidos. "Pero, lógicamente, el racismo me preocupa de manera general en la sociedad".

De origen afroamericano, el exinternacional estadounidense ejerce ahora de comentarista en la televisión y acudió a Las Vegas para el duelo entre brasileños y paraguayos. "Me gustaría que el racismo se erradicara de nuestro deporte y de la sociedad, pero la realidad es que es algo extremadamente difícil y probablemente no lo consigamos por completo, pero eso no significa que dejemos de intentarlo", añade.

En el país del Black Lives Matter (las vidas negras importan), el altavoz del fútbol sigue siendo pequeño. ¿Imaginan el revuelo que se habría armado si los insultos racistas hubiesen sido contra un jugador de la NBA o de la NFL, la liga de fútbol americano?

En la Copa América 2024, la repercusión se limitó a los organismos oficiales y a los medios de comunicación. Pero no pasó a la calle, como sucedió con otros casos de racismo acontecidos aquí. "No tengo ni idea de lo de Weah. Yo empiezo ahora a enterarme de cómo se juega al soccer, de sus movimientos tácticos y un poco de quién es quién en este deporte. No es de nuestra generación, nunca lo jugué y ahora me intereso un poco por el trabajo que hago", dice un empleado de seguridad, de unos 60 años, que acompaña a un equipo de televisión a cubrir el partido del Allegiant Stadium.

"De ninguna manera hay lugar en nuestro deporte para comportamientos tan odiosos y discriminatorios", aseveró, en su comunicado, el máximo estamento del fútbol estadounidense.

"Estas acciones no sólo son inaceptables, sino que también son contrarias a los valores de respeto e inclusión que defendemos como organización", agregó la Federación, "profundamente molesta por los comentarios racistas difundidos", que incluían a otros jugadores negros de la selección anfitriona de esta Copa América.

La Conmebol, por su parte, repitió el comunicado que ya había emitido tras el encuentro inaugural del torneo entre Argentina y Canadá por las manifestaciones racistas que también entonces se dieron en las redes sociales.

"Nuestra organización trabaja permanentemente en la evolución de una nueva cultura que erradique las expresiones de racismo, los contenidos ofensivos en redes sociales y todo tipo de violencia o discriminación en torno a nuestro fútbol", concluyó el organismo rector del fútbol sudamericano en su escrito.