Chimy y Abde prenden Pamplona y congelan al Sevilla
Osasuna estará en semifinales 18 años después y por quinta vez en su historia tras superar en la prórroga a los de Sampaoli.

Pamplona sigue soñando y el Sadar está de fiesta. Y, que lo sepan todos sus rivales, Osasuna nunca se rinde. Tampoco si le empatan en el 95' cuando ya se relamían por eliminar al Sevilla de la Copa. La temporada que están viviendo los navarros está siendo extraordinaria y se merecían un premio así, volviendo a disfrutar de una eliminatoria de Copa como locales casi cinco años y 16 eliminatorias después. Con ambiente de noche grande, con frío y llovizna, los rojillos superaron en intensidad a los andaluces, sobre todo en el segundo tiempo, y confirmaron su clasificación a unas semifinales de Copa 18 años después y por quinta vez en su historia.
Si el gol del Chimy fue la explosión de felicidad de los 19.724 aficionados que acudieron al nuevo Sadar, el de Abde fue el de liberación. El de la rabia por haber tenido que jugar la prórroga. Y si ante el Betis renacieron por dos veces, contra el Sevilla supieron sobrevivir en muchos momentos de agobio, cuando un corte de Juan Cruz o un cabezazo de David García eran celebrados como goles. Y lo más difícil, no acusar el golpe del empate de En-Nesyri.
JAGOBA ARRASATE
💯 Mis 'dieses'
El fútbol también le debía una noche así a Jagoba Arrasate. Después de remar y rehacerse de su despido de la Real, y de volver a Primera pasando por Soria y Pamplona, el técnico vizcaíno estará en semifinales con un equipo que ha moldeado a la perfección. Ante el Sevilla, en busca de las semifinales, apostó por la ofensiva, con mucha gente de ataque, y acorraló por momentos a los de Sampaoli, que no sabían cómo sacudirse la presión de los guerreros rojillos.
Además, perdonen que abandone el partido, Jagoba lo hace desde la sencillez. Desde el discurso comedido, humano y normal. Podría seguir siendo el entrenador del Berriatuko, donde inició, y se comportaría igual. La campaña que está completando es ya histórica, pero seguro que buscará más. En Pamplona le aman, le cantan y celebran tenerle entre los suyos.
En lo futbolístico, avisó en la previa de que no debían sucumbir a la sobreexcitación. "Habrá momentos que estemos fuera del partido y en otros más dentro. Tenemos que saber vivir con ello". Y el equipo entendió el mensaje a la perfección. Comenzó tímido, algo temeroso a soltarse por el peligro de Ocampos y Mir a las espaldas, pero el paso de los minutos les fue metiendo en el partido. El segundo tiempo, ajustó la posición de Moi y Aimar Oroz, avanzó metros y metió a los de Sampaoli en su campo y a la grada en el partido.
Y si encima los cambios salen bien... Sacó a Kike García, colocó al Chimy en punta y solo dos minutos después marcó el argentino. Abde, otro cambio, también respondió con gol.
CHIMY ÁVILA
💬 Tengo un WhatsApp para ti...
"Pá, qué golazo. Te lo merecés". Algo así le escribiría al Chimy Ávila si fuese su amigo o su compañero. El argentino, que ha pasado de todo en el fútbol, con lesiones y malos momentos con su afición, vuelve a ser el ídolo del Sadar. En banda, trabaja como pocos y en ataque, resuelve como nadie.
Lo que sucedió entre el minuto 69 y el 71 le define: Chimy se lanza al suelo, despeja a banda y corta una ocasión sevillista. Jagoba aprovecha para mover el equipo: saca del campo a Kike García e introduce a Rubén García. Chimy, que sabe que tiene que ir a la punta de ataque, hace un gesto diciendo que no. No se mueve porque no va a dejar a su marca libre hasta que llegue Rubén, con el peligro de que saquen rápido. Defiende el saque de banda y, entonces sí, se va a la delantera. En la siguiente jugada, recibe de espaldas, se gira y adelanta a los suyos. Chimy Ávila.
A falta de 10 minutos, Jagoba le sustituyó y todo el público se puso en pie, incluida esa parcela de la grada con la que tuvo sus más y sus menos en algún momento. Todo está olvidado y perdonado. El Sadar es una auténtica fiesta.
LUCAS TORRÓ
🚨 Poco se habla de...
Al elogiar a Osasuna, los titulares se los llevan Aimar Oroz, Moncayola, el Chimy Ávila o Moi Gómez, cuando no es la fortaleza defensiva de los García —espectaculares todo el partido—. Todos ellos brillaron, como casi siempre, pero también el termómetro de este equipo. Cuando él está bien, es difícil que los de Jagoba Arrasate no hagan un buen partido. Lucas Torró es el gran tapado del conjunto rojillo y la temporada que está haciendo es algo muy, pero muy serio. Como su prórroga, sosteniendo al equipo.
Ante el Sevilla, Jagoba apostó por dejarle solo en el centro del campo. Sin Moncayola —actuó de lateral—, el alicantino tenía que abarcar todo el centro del campo y estuvo en todas partes. Intenso para cortar a Jordan y Rakitic, inteligente para asegurar pases a Aimar y Moi Gómez, ayer interiores, y atrevido para lanzar la presión alta cuando lo pedía el equipo.
Vicente Del Bosque dijo en su día que si se pudiese reencarnar en un jugador lo haría en Busquets. Si se le preguntase a Arrasate, aunque en sus pinitos futbolísticos fuese un ratón de área, seguro que escogería a Torró. Es su prolongación en el campo y el culpable.
JORGE SAMPAOLI
🤔 Hay runrún
El equipo mejoraba desde los resultados en el último mes, pero la eliminación copera deja muy tocado a Jorge Sampaoli y al Sevilla. La Copa era la única vía, o al menos lo parece, para soñar con una clasificación europea. Es cierto que por momentos su equipo supo competir y estuvo cerca del gol, también que Rafa Mir perdonó demasiado, pero el equipo se mostró excesivamente permisivo en defensa. El gol de Abde es el 40º que reciben en lo que va de campaña y así es complicado. Por comparar, la temporada pasada la terminaron con 42 en contra. Un drama.
EL CALOR DE LAS AFICIONES
📀 Mi 'bonus track'
Parece mentira que en una noche bajo cero, el Sadar estuviese tan caliente. La afición, que primero brindó un emotivo aplauso al club Fuentes, ante el que jugaron la primera ronda copera y que perdió en un accidente de tráfico a uno de sus jugadores el pasado diciembre, respondió desde el comienzo del partido. Acompañó a los suyos en los peores momentos y celebró cada acción. Incluso, tras el doloroso gol de En-Nesyri, reaccionar con cánticos apenas unos segundos después.
Pero el centenar de aficionados sevillistas tampoco se quedó atrás, con infinidad de ánimos a los suyos, pese al mal momento del equipo en Liga y en inferioridad en el partido por dos veces. El segundo gol fue demasiado duro para ellos y ya no pudieron reponerse. No hubo críticas para un equipo que está viviendo una campaña nefasta. La gran fiesta fue rojilla.