Un 600 convertido en un Ferrari ante la trampa de Espiñedo

Diego Pablo Simeone cumplirá este viernes 11 años desde su llegada al Atlético de Madrid. Hoy frente al Arenteiro (21:00 horas. Movistar+), en Copa, alcanza su partido 600 con el equipo rojiblanco (350 victorias, 140 empates y 109 derrotas), a tan sólo 12 de igualar al técnico con más encuentros en la historia del club, Luis Aragonés. La historia del Cholo se encuentra, de alguna manera, relacionada con esta competición. Hace 11 años, precisamente, el Atlético cayó eliminado ante el Albacete, en los dieciseisavos de final de la ronda del KO, lo que propició la llegada de Simeone a la entidad.

Este partido ante el Arenteiro, líder del grupo 1 de 2ª RFEF, no es uno más. Es el primero tras 41 días de parón de competición por el Mundial de Catar. Simeone ha sufrido sus particulares Alcorconazos ante rivales de Segunda División B, en la 2020-21 ante el Cornellà (segunda ronda) y en la 2019-20 frente a la Cultural (1/16). Eliminado de la competición europea y con la quinta plaza en LaLiga, la Copa del Rey se ha convertido en un objetivo prioritario en la entidad.

Espiñedo, el estadio del Arenteiro en O Carballiño (Ourense), se perfila como una trampa para el Atlético. La borrasca Efraín de la semana pasada ha endurecido más todavía las condiciones de un terreno de juego (105m x 68) que presenta un césped en delicado estado (a poco que llueva hoy muchas partes del campo se convertirán en barro). A diferencia del día del Almazán (que tuvo que celebrar el partido en Los Pajaritos), el Arenteiro sí podrá jugar la baza de su campo.

Con un presupuesto de 830.000€, el Arenteiro sueña con cantar hoy el verdadero Gordo ante un equipo con 377M€. Su presidente, Argimiro Marnotes, presume con orgullo de que O Carballiño es la capital mundial del pulpo. Los tentáculos de sus jugadores, y los 3.000 espectadores de Espideño, amenazaron la temporada pasada al Valencia (que se clasificó en la prórroga) y ahogaron esta campaña al Almería en la anterior ronda. En su feudo únicamente ha ganado esta temporada el Compostela y el cambio de entrenador (Javi Rey por Fran Justo, que se marchó a LaLiga Smartbank para dirigir al Lugo) no ha variado la trayectoria de una plantilla semiprofesional, que como Martín Lamelas (futuro maquinista de RENFE) o Germán Nóvoa (futuro cocinero) ocupan su tiempo formándose para un futuro lejos del fútbol.

"No importa el sol, el viento, si es pasto largo o pasto corto. Lo importante es la ilusión que debemos mostrar por jugar ante cualquiera", resaltaba en la previa el técnico rojiblanco, que no tendrá a ninguno de los finalistas del Mundial (De Paul, Molina, Correa y Griezmann), ni tampoco a Cunha, a punto de firmar con el Wolwerhampton. Alineará un once de garantías, como ya sucedió en Soria donde no reservó a nadie, con Oblak; Marcos Llorente, Savic, Giménez, Mario Hermoso, Carrasco; Koke, Witsel, Lemar, Saúl; y Álvaro Morata.

Finalmente, Joao Félix no participará en el encuentro por una faringoamigdalitis, que padece desde hace dos días. Pero realmente parece una muestra más de un divorcio anunciado y a falta del reparto de gananciales/destino, Simeone enfatizaba ayer en la previa: "Nadie es imprescindible, pero nadie, y las cosas serán como tengan que ser". Se lleva a siete jugadores del Atlético B (Gomis, Sergio Díez, Marco, Barrios, Alber Moreno, Carlos Martín y Diego Bri) en la lista: "Estoy mirando para adentro, a los chicos del B, que me entusiasman y están en un gran momento". Ya tiró de los chavales para salvar el amistoso contra la Ponferradina. Por cierto, dirige el choque González Fuertes, un colegiado que enfadó a los rojiblancos la temporada pasada por su arbitraje ante el Levante (por un penalti que pitó a Lodi) y frente al Cádiz (con la expulsión a Javi Serrano).

Simeone sigue abrazándose a la la filosofía del partido a partido, aquella frase que pronunció públicamente por primera vez un 21 de enero de 2012, en Anoeta, después de ganar 0-4 y encadenar dos triunfos y un empate desde su llegada: "Mi intención es ir partido a partido y no va a cambiar sea el resultado que sea". En su primera participación en Copa (2013) logró su primer y único título. El argentino convirtió un 600 en un Ferrari: dos Ligas (2021 y 2014), dos Europa Leagues (2018 y 2012), dos Supercopas de Europa (2018 y 2012), una Copa del Rey (2013) y una Supercopa de España (2014). Pero una hipotética avería-patinazo del coche de alta gama en este rally llamado Copa del Rey, cuando ya arrastra desperfectos en los circuitos convencionales (Liga y Champions), obligaría a meter al coche en bancada (que se lo pregunten al antiguo 'piloto', Goyo Manzano).