Invitación al palco de San Mamés y camisetas de sus ídolos como colofón para aliviar la eliminación a Aitor Torres

Aitor Torres vivió una noche histórica para él. Una de las que no olvidará nunca. No solo por medirse al Athletic, el equipo del que es aficionado y al que tiene un gran cariño. Sobre todo por conseguir competir hasta el último minuto por la clasificación y también por los recuerdos que guardará. Emocionales y también físicos. Los que más esperaba. Iker Muniain y Óscar de Marcos le dieron sus camisetas, conscientes de que es un aficionado más del cuadro rojiblanco. "Me ha hecho muy feliz, estoy muy emocionado. Es un detalle que jamás olvidaré", reconoció el capitán local a Relevo en el mismo césped. Aún le queda por vivir el mejor regalo.

Acabado el partido, Jon Uriarte, presidente del Athletic, se acercó a él para felicitarle por el partido que habían hecho. Pero, sobre todo, para transmitirle su agradecimiento por su sentimiento Athletic y para informarle del mejor regalo posible. "Y me dice... 'Quería regalarte a ti y a tu familia que vengáis un día a San Mamés al palco para ver un partido del Athletic'". Lo cuenta Aitor a Relevo, emocionado, más aún tras ver que el propio club ha subido a sus redes sociales unas declaraciones suyas.

Aitor, "en una nube" después del partido, pudo hablar con sus ídolos sobre el césped y también en el túnel de vestuarios. Pasadas las 00.30, a menos de seis horas de que suene el despertador para comenzar su jornada laboral, contaba cómo había vivido el choque, muy especial para toda la familia. "Seguro que mi primo ha estado animando mucho", decía emocionado, antes de recordar a su abuelo, "impulsor" de este sentimiento Athletic. "Me duele que no haya podido vivir este momento, seguro que le hubiese hecho muy feliz ver a su nieto disputar el partido contra su equipo. Una lástima pero seguro que lo ha disfrutado toda la familia".

En Bilbao sabían de su cariño por el equipo rojiblanco e Iker Muniain le trasladó antes del partido que la camiseta con la que disputó el encuentro sería para él. "Se la he pedido y me ha dicho que esté tranquilo, que al final me la daría". Primer objetivo conseguido. Además, se llevó una anécdota con "Muni" que demuestra el compañerismo entre dos jugadores con seis categorías de diferencia. En el sorteo previo junto al árbitro, y pese a que habitualmente el visitante elige primero el lado de la moneda, el navarro insistió para que Aitor escogiese primero. "Le pidió al árbitro que por favor que eligiera yo. Elegí, pero perdí. Se reía y me dijo que aun así escogiese yo lo que quisiese, si campo o pelota. Pero le dije que no y él eligió balón y yo campo".

Con el partido iniciado, también cumplió aunque le tocó 'bailar' con Adu Ares, que fue uno de los mejores del partido con su doblete y con su insistencia regateadora. Al finalizar el choque y ya con la camiseta de Muniain bajo el brazo, conoció al resto de futbolistas, se acercó a la zona de aficionados rojiblancos para aplaudirles y se dirigió a los vestuarios. Allí le esperaba Óscar de Marcos, que le regaló también su camiseta. "Es un regalo que no me esperaba", explica a Relevo. "Son referentes, jugadores de un único club, el sentimiento que tienen hacia esos colores, la pasión, la entrega... son ídolos para mí y me siento muy identificado con ellos".

Aún hay más. También pudo conocer a Mikel González, director deportivo del conjunto rojiblanco, quien junto a Muniain tendrán otro detalle con el lateral del cuadro catalán. Le enviarán un brazalete del Athletic con la ikurriña firmado por el capitán para que lo guarde para siempre. Lógico que esté viviendo unos días inolvidables y que pese a no poder superar la eliminatoria, esta visita de la entidad bilbaína quede para siempre en sus recuerdos.

Con el partido terminado y confirmada la clasificación rojiblanca, en Can Rosés se escenificó las dos realidades del fútbol. Los jugadores rojiblancos subieron a su autobús para viajar en un vuelo chárter a Bilbao de madrugada, mientras que los futbolistas locales cenaron unos bocadillo en el bar del campo con cervezas. La 'buena' vida de jugadores no profesionales que pocas horas debían volver a su rutina laboral. Aitor a su trabajo como repartidor, el portero Rafa Leva, de 42 años y gran protagonista del choque por sus paradas, a su oficina de seguros tras conseguir la camiseta de Raúl García, Muela a su rutina como carpintero, Muñi a sus estudios para la oposición de Mossos d'Escuadra...

Todos ellos vivieron 90 minutos que no olvidarán y que en la grada también se vivieron con emoción. Mientras llegaban las notificaciones de cada gol de la goleada del Betis en Hernán Cortés, el Rubí soñaba con ganar al Athletic. "Si llega a durar cinco minutos más igual empatamos", celebró Jordi Peris, entrenador local, quien desveló que puso a calentar jugadores tras el 1-2 soñando con una prórroga en la que quería "piernas frescas".

No llegó el tanto del empate y el Athletic seguirá en la Copa. "Lo importante es que hemos pasado y ha sido una fiesta para la gente de aquí", dijo Valverde tras el encuentro, reconociendo que les había costado mucho adaptarse al campo de hierba artificial y al ímpetu de los jugadores locales. El resultado fue lo de menos. En Rubí, un club centenario, siempre se recordará el 1 de noviembre de 2023 como el día en el que compitieron contra uno de los reyes de la competición. Las camisetas de Aitor lo atestiguarán de por vida.