Ernesto Valverde, el veterano que se ganó el cariño de todos en el Mallorca: "Hay veces en las que uno aporta más fuera que dentro del campo"
El entrenador del Athletic vistió la camiseta del conjunto balear durante la temporada 96-97.
El azar ha querido que Ernesto Valverde viaje al pasado a las puertas de una nueva final de la Copa del Rey. El Mallorca de Javier Aguirre es el último escollo de los Leones que buscan resarcirse después de las dos finales perdidas en apenas quince días en época del Covid. Casualidades del destino, el primer gran título del Txinguirri al frente del banquillo bilbaíno podría llegar ante el club donde colgó las botas y donde disfrutó de una de sus grandes pasiones: la fotografía.
Tenía 32 años cuando Ernesto Valverde fichó por el Mallorca. Tras seis temporadas en el Athletic, el de Viandar de la Vera se unía al ambicioso proyecto de la entidad bermellona que peleaba por volver de nuevo a la máxima categoría del fútbol español. "A Ernesto le pedimos Víctor Muñoz y yo. Ya le conocía de cuando coincidimos en el Espanyol y fue una grata sorpresa", recuerda a Relevo 'Pichi' Alonso. El de Benicarló, actualmente sin equipo, fue segundo de Víctor Muñoz en aquel Mallorca de la temporada 96-97.
Desfilando por el Deportivo Alavés, Sestao, Espanyol, Barça y Athletic, Valverde se decantó por el Mallorca para un último baile. "Llegó a la vez que López Rekarte. Como yo venía de Serbia no había seguido su trayectoria y no le conocía mucho. Quedé sorprendido de la persona tan maravillosa que era. Su veteranía nos ayudó mucho", apunta el exdelantero mallorquinista Jovan Stankovic.
"Le motivó mucho el proyecto por el que peleaba el equipo, que no era otro que el de lograr el ascenso. Era un gran profesional y asumió el reto con muchísimo compromiso", señala quien en aquellos años fuera capitán del conjunto balear, Paco Soler, más conocido futbolísticamente como 'Chichi' Soler.
Un papel fundamental fuera del vestuario
Acostumbrado a ser protagonista dentro del verde, el impacto del Txinguirri en Mallorca resultó clave desde el otro lado del césped. "Ya venía tocadete. Tenía problemas físicos, fruto del desgaste de un jugador que llevaba muchas temporadas compitiendo al primer nivel. Como futbolista no fue protagonista con nosotros, pero triunfó y dejó su sello por otras cosas", confiesa 'Pichi' Alonso.
Disputando únicamente 42 minutos en toda la temporada, según datos de Transfermarkt, el nuevo papel de Ernesto Valverde resultó clave en el devenir del vestuario. "Ayudó mucho a los jóvenes. Era un buen tío, muy majo. Si no tuvo tanto protagonismo deportivamente por esos problemas físicos que te mencionaba, en el vestuario era un jugador agradecido. Cuando él ficha por el Mallorca ya sabe que no está a su más alto nivel para competir, pero es un futbolista que ayuda mucho y no ese tipo de jugador que se cabrea o que está molesto porque no juega. Ese no era su caso", añade 'Pichi'.
"Hay veces en las que uno aporta más fuera que dentro del campo a base de las experiencias que ha tenido. No veía a Valverde como un padre, pero sí como un consejero para los más jóvenes. Sabía manejar bien las situaciones y dar esa imagen del esfuerzo, la profesionalidad y la dedicación que se requiere para jugar al fútbol. Siempre fue muy profesional y cuando le tocó jugar, fuesen los minutos que fuesen, siempre dio la talla y estuvo a la altura. No todo se basa en el rendimiento deportivo y fuera del campo él fue una figura clave para los más jóvenes", recuerda Paco Soler.
"La calidad la seguía teniendo. Otra cosa es que no estuviese para competir partido tras partido, pero la calidad la tenía, sin duda", puntualiza, pese a su escasa participación, quien fuera su segundo entrenador.
Un paraíso ideal para seguir practicando la fotografía
Tras seis años viviendo en Bilbao, a Valverde no le costó adaptarse a su nueva vida en la isla. "Se integró muy rápido a la ciudad y pudo seguir con una de sus grandes pasiones: la fotografía", coinciden. Completando durante su etapa en el Barça sus estudios en el Institut d'Estudis Fotografics de Catalunya, Ernesto encontró en Mallorca un escenario idílico para seguir disfrutando de su gran hobby.
"Según nos contaba, el tema de la luz que hay Mallorca, por el sol o por el cielo, era un aspecto que le gustaba mucho", recuerda Paco. "En el vestuario nos llamó mucho la atención que tuviera esa pasión. A nosotros también nos tenía un poco envueltos en el tema de la fotografía. Alguna vez nos hizo algún reportaje", dice. "Tenía una cámara muy profesional", añade un Stankovic que fue protagonista en alguna de esas fotografías.
"Esa pasión que tiene por la fotografía la descubrí en nuestra etapa en el Espanyol. El año que jugamos la final de la UEFA viajábamos por ahí y Ernesto iba siempre con la mochila y con unas gafas redonditas. Le llamaban Mortadelo (risas). Nos decían: 'Tenéis libre hasta la una' y él se iba a dar vueltas para hacer fotos", recuerda 'Pichi' Alonso.
Defiendo la camiseta bermellona sólo una temporada, la isla marcaría su vida para siempre. "Guardo un gran recuerdo de Mallorca por el ascenso que conseguimos y por ese año que pasé en la isla. Mi hija mayor nació allí. Suelo volver por allí de vez en cuando", confesó Valverde en una entrevista con los medios oficiales del Mallorca.
En Mallorca empezó a construir su camino a los banquillos
Tímido de primeras, pero bromista cuando se soltaba, "no se notaba para nada la diferencia de edad ni de mentalidad", en Mallorca Valverde empezó a construir su camino hacia los banquillos. "Estando en la isla se sacó el primer y el segundo nivel de entrenador", cuenta Paco Soler.
Seis años más tarde de su retirada, le llegaría su primera gran aventura al frente del Athletic. "Yo no le veía como entrenador. Era muy tranquilo. No tenía esa garra de otros como Simeone. Pero mira, hoy en día para mí es uno de los mejores entrenadores del mundo", confiesa Stankovic. "Tiene un carácter ideal para manejar un grupo y para adaptarse a las condiciones de cada plantilla", añade Paco.
Finalista de Copa y quinto en LaLiga, la temporada del Athletic está superando con creces todo tipo de expectativas. A un paso de volver a levantar un título después de la Supercopa de España conquistada en 2021, el Mallorca vuelve a emerger de nuevo en la vida de Ernesto Valverde. "El fútbol tiene estas casualidades".