Laporta, el independentismo y los prejuicios sobre el catalán ponen en jaque a las peñas culés de Sevilla: "Ser del Barcelona aquí no es fácil"
La Federación de Peñas de la capital andaluza vive la semana más emotiva del año… con el reloj marcha atrás. Si no se oficializa una peña más, podría desaparecer en un plazo de cinco meses.

Sevilla es una ciudad distinta. Todos lo saben ya. Pero en estos días, más. Se engalana por completo para acoger, por quinto año consecutivo, una final de Copa del Rey, aunque esta vez el partido es, aún si cabe, más especial que los anteriores. Real Madrid y FC Barcelona se jugarán el segundo título de la temporada -tras la Supercopa de España- en La Cartuja, donde podrán acudir numerosas personas que jamás antes han disfrutado de esto.
Hablamos de las peñas. Aquellos aficionados que 'siguen' al Barcelona a miles de kilómetros de distancia y que en los últimos tiempos están viviendo una importante crisis. "La brecha digital es importante y ha hecho mucho daño", afirma Pepe Sánchez, Presidente de la Federación de Peñas Barcelonistas de Sevilla, a Relevo. Sánchez también preside la Peña Barcelonista de Almadén de La Plata, una de las dos únicas oficiales en estos momentos. "Necesitamos tres peñas homologadas para seguir funcionando como federación y tenemos cinco meses prorrogables para conseguirlo", confiesa, aunque se muestra, siempre, optimista.
A las puertas de un día mágico para todos los culés sevillanos, la incertidumbre es máxima. En estos momentos, además de la de Almadén de La Plata, únicamente la peña de Utrera es oficial. Al margen de ellas, Herrera -la esperanza más cercana para ser homologada-, Carmona, El Rubio, Casariche… y Morón, la más antigua, son las clandestinas. Aquellas que siguen teniendo vida de peña, pero que de cara al club no lo son como tal. Juan Antonio Martín, presidente de la Peña Barcelonista El Gallo de Morón, recibe a Relevo con una sonrisa en la cara y mil historias por contar. "Aquí vino en 1996 a inaugurarla Amador Bernabéu, abuelo de Piqué".
"Él se sorprendió, e incluso nos dijo que estaba contentísimo que una ciudad como Sevilla tuviese una peña del Barcelona", explica antes de entrar en un tema delicado en la capital andaluza: "Aquí hay dos equipos en Primera División, pero sobre todo los catalanes, sin razón, tienen muy mala reputación". Juan Antonio afirma que "aquí hay mucha gente culé, pero que tienen miedo de expresarlo. No es fácil serlo estando aquí. Y, para colmo, el independentismo nos ha hecho mucho daño. La gente se fue asustando y nos quedamos nueve socios para pagar alquiler, luz, agua…".
Las condiciones de Laporta... y la era digital
Ser peñista no es sencillo en ningún club. Antes, las peñas eran puntos de encuentros para vivir un partido en común, con tu gente y tu equipo. Pero ya no. La era digital ha llevado el fútbol a cada casa y esa costumbre de vivirlo en bares se ha perdido en la mayoría de España. Solo nuestros mayores continúan con un legado centenario. "Ahora la gente prefiere ver el fútbol en su salón, y eso es duro para nosotros", cuenta Pepe Sánchez.
Aunque, si ya es complicado de por sí, la directiva actual del Barcelona no ayuda. Con Joan Laporta al mando, los requisitos para ser peña oficial se han endurecido, hasta el punto de que la Federación de Sevilla corra peligro por eso mismo. "Hay que ser 25 socios mínimo", explica Sánchez. "A los presidentes nos obligan a ser socios -cuota anual de más de 200 euros-", remata Juan Antonio, que también cuenta a Relevo que "yo he llegado a hacer socias a mi nieta y bisnieta para poder llegar al mínimo, pero ahora es imposible".
"El mejor momento para las peñas fue con Núñez", afirma Juan Antonio. Y es que con Joan Laporta al mando… "su vuelta a la presidencia nos ha puesto las cosas más complicadas". El presidente culé, por "motivos económicos, estructurales y organizativos", liquidó la Confederación Mundial de Peñas Barcelonistas en su regreso a la directiva, algo que dejó muy tocada la 'supervivencia' de peñistas como Pepe Sánchez o Juan Antonio.
Y así se plantea el viaje del Barcelona a La Cartuja. No crean que todas estas cuestiones alejan a Morón o Almadén de sus ídolos. Estarán apoyándoles desde la previa. Aunque habrá un pensamiento en su cabeza que no dejará de revolotear por el ambiente. Podría ser la última final de Copa del Rey que vivan con la Federación de Peñas activa. Cuenta atrás para el día más importante del año para ellos… y para oficializar una agrupación más.