Las 48 horas más duras de Abdón Prats, desde dentro: "En la habitación soñaba con esta final"
El delantero del Mallorca, máximo realizador del torneo, vivió un momento muy difícil tras no jugar ante el Athletic. Este lunes mandó un mensaje a la afición: "Esto no se paga con nada que os podáis imaginar, eternamente agradecido".

Fue una de las sorpresas de la noche copera y también un debate que todavía no se ha cerrado entre el mallorquinismo. Nadie esperaba que Abdón Prats, uno de los supervivientes de la dura travesía del Mallorca, se quedase sin minutos en el día clave. El máximo goleador de la Copa del Rey con seis dianas, las mismas que Douvikas y Villalibre, acababa en el banquillo y entre lágrimas, después de que Javier Aguirre agotase los cambios sin tirar de un delantero fetiche. El jugador más querido por todos, de niños a mayores, sin jugar la gran final con el equipo de su vida. Tras asimilar lo sucedido, este lunes ha enviado un mensaje a la afición.
No están siendo horas fáciles para Abdón. Aunque el delantero entendió los argumentos del entrenador mexicano, al que el desplome físico de algunos jugadores lo obligó a gastar los cambios, no salir al césped en la final le supuso un varapalo anímico. Hasta la final, el delantero había participado en todos los encuentros de la Copa del Rey como titular, después de que la lesión de Muriqi le abriera también las puertas del once en el decisivo encuentro de semifinales ante la Real Sociedad en Anoeta.
Ni 48 horas después ha cambiado el sentir de Abdón, que se ha mostrado muy serio durante el recibimiento de las autoridades baleares al equipo. Ni siquiera cuando la presidenta del Govern, Marga Prohens, ha mencionado su nombre y los aficionados lo han coreado, ha cambiado el semblante del delantero, todavía apenado por todo lo vivido en la noche del sábado.
"Abdón es la esencia de Mallorca. Las circunstancias me obligaron. Lo lamento mucho, es un profesional, lo encaja, lo acepta. Es fútbol y tanto él como los otros 23 jugadores ponen por delante el conjunto antes de la individualidad", explicó el propio Aguirre tras el partido para justificar una decisión que todavía sobrevuela entre la afición bermellona. Muy querido por los hinchas, que siempre se han identificado con un hombre de la casa, su presencia en el césped en el tramo final del partido era esperada por la grada para generar uno de esos subidones que tanto le gustan al entrenador mexicano.
También sus compañeros han estado muy cerca de Abdón en estas últimas horas. El equipo abandonó el hotel NH Collection en la mañana del domingo y pesos pesados como Raíllo, compañero de fatigas desde la Segunda B, o Darder tuvieron gestos de cariño hacia él. "Tenía una ilusión terrible, en la habitación soñaba con esta final. Estoy muy jodido por él", había señalado el de Artá horas antes, conocedor de lo que suponía para el delantero jugar una final copera con el equipo de su vida.
La explicación de Aguirre se queda en cuestiones tácticas y también por esos contratiempos que sufrió su equipo en la recta final del partido, tras una exigencia muy alta que los llevó hasta la prórroga y los penaltis. De inicio, el mexicano apostó por Larin y Muriqi, su pareja más titular en los últimos tiempos, con Sergi Darder también en la medular. Después de que el canadiense perdonase el posible 0-2 al inicio del segundo tiempo y, sobre todo, tras el empate del Athletic y esos minutos de acoso del equipo vizcaíno, Aguirre quiso reforzar la zona central con sus dos primeros cambios, Antonio Sánchez y Morlanes.
🤔Han passat dos dies, però encara no hi ha resposta a la gran pregunta:
— Esports IB3 (@EsportsIB3) April 8, 2024
👹Per què no va jugar Abdón Prats la final de la Copa del Rei?
⚽️L'artanenc és el màxim golejador de la competició
👀 Javier Aguirre va voler conversar amb el davanter abans de la pròrroga 👇 pic.twitter.com/sXJHpUaDDc
Poco después llegaría la primera sustitución por molestias. Corría el minuto 74 y Dani Rodríguez, autor del gol del Mallorca, miró al banquillo, lo que provocó la reacción con la entrada de Radonjic. Segunda ventana gastada y tres cambios realizados. El cuarto se produjo para iniciar la prórroga, después de que Martin Valjent tampoco pudiera continuar, con lo que Aguirre introdujo a Pablo Maffeo. Con todo, en ese momento Abdón continuaba calentando en la banda junto a otros compañeros, aunque Aguirre ya intuía que la entrada del delantero se tendría que demorar más de lo previsto inicialmente.
Así, en el minuto 99 se produjo una de las imágenes de la noche, cuando el mexicano abandonó el área técnica del Mallorca, más amplia de lo habitual en La Cartuja por la lejanía de los banquillos con respecto al césped, para trasladarse a la del Athletic, donde se acercó Abdón, que calentaba más cerca del banquillo vizcaíno, para mantener una primera conversación con el entrenador. Los gestos, elocuentes, indicaban que algo no iba según el plan.
Poco después, todavía en la primera parte de la prórroga, llegaría el quinto cambio y tercera ventana. Copete, el central izquierdo, también se marchaba con molestias, y Aguirre mantuvo el dibujo táctico con la entrada de Nastasic. Abdón seguía en la banda, pero ya sólo quedaba una bala y varios futbolistas alertaban a su banquillo de que sufrían molestias. En ese descanso entre prórrogas se produjo una segunda conversación entre Aguirre y el delantero, donde ya sí quedaba claro que la su entrada en el partido quedaba a expensas de la respuesta de sus compañeros.
Y ahí apareció la lesión de Lato, que tampoco pudo continuar sobre el césped cuando todavía quedaban diez minutos más la prolongación de la prórroga. El entrenador mexicano, con su equipo justo de fuerzas y con un 1-1 que lo llevaba a los penaltis, no arriesgó. Van der Heyden, otro defensa, era el elegido como sexta sustitución y cuarta ventana. Abdón, que todavía calentaba en ese momento, ya puso, cabizbajo, rumbo al banquillo. Pasara lo que pasara tendría que vivir el final del partido sentado. La derrota posterior sólo hizo derrumbar más al balear, que se quedó sin minutos en el día más especial.
Maffeo, media hora de rabia
Con rabia había salido Pablo Maffeo al terreno de juego. El lateral ya había intuido durante los días previos a la final que no sería de la partida, después de que hubiera acortado los plazos de su recuperación para estar listo de cara al duelo decisivo. La lesión de Valjent, y un Nico Williams que hacía diabluras por el costado derecho del Mallorca, llevaron a Aguirre a tirar de Maffeo en la prórroga como central diestro, aunque éste se consideraba preparado para haber jugado desde el inicio. Pero el tiempo que había pasado de baja tras su lesión de rodilla provocó que Aguirre lo dejara en el banquillo de inicio, aunque, al final, tuvo más suerte que Abdón y sí pudo acabar el encuentro sobre el terreno de juego.
También Maffeo ha sido protagonista en las últimas horas tras cerrar su cuenta en la red social X y limitar los comentarios en Instagram. Comentarios ofensivos de algunos aficionados, sobre todo del Real Madrid, que le recordaron sus encontronazos con Vinicius, ha llevado al lateral a tomar esta decisión, pero también ese malestar que tiene el futbolista después de haber sido suplente en la final copera.