Juni Calafat tiene otro encargo en el Real Madrid: buscar recambio para el enfadado Lunin

Andriy Lunin tiene cada vez más complicado jugar y consolidarse en el Real Madrid. El joven guardameta (23 años), con contrato hasta 2024, se llevó un palo la semana pasada del que todavía no ha conseguido reponerse. Ancelotti, por sorpresa y anunciándolo en la sala de prensa antes de decírselo a su plantilla, le dejó fuera de la titularidad en el partido de los octavos de final de la Copa ante el Villarreal. Una decisión que ha frenado su progresión y que, más que nada, ha mermado su moral. Pensaba que iba a estar seguro en el equipo inicial en aquella eliminatoria.

El monopolio de Courtois, que hoy ante el Atlético volverá a a ser titular en los cuartos que se disputan en el Bernabéu (21:00 horas), tiene unas razones de peso y también unas consecuencias: el Madrid cuenta con Lunin hasta junio, y no contempla su salida ahora pese a su disgusto, pero ya busca segundo portero para la próxima temporada por si los canteranos no acaban de dar un paso al frente.

La apuesta por Courtois la semana pasada en La Cerámica se debió básicamente a dos cosas. La primera y principal, al delicado momento que atravesaba el equipo tras caer en la final de la Supercopa de España contra el Barça. Las maneras, más que el resultado, tensaron el viaje de vuelta de Riad a Madrid y enfriaron durante los días posteriores la cercana relación entre Florentino y Ancelotti. Por eso, el Madrid pasó a jugársela antes de tiempo en Vila-real y San Mamés. Con este agitado panorama que el equipo logró solventar con una remontada de por medio y madurez, el italiano no dudó y tiró de sus jugadores más en forma. Courtois gana tantos partidos o más que Benzema, así que no había tiempo que perder: fue titular.

La segunda razón de la suplencia de Lunin se debió a las dudas que había ofrecido en los partidos disputados hasta la fecha durante esta temporada. Más allá de que no tuvo errores de bulto, en Valdebebas creen que el equipo, y sobre todo la defensa, se muestra más inestable, dubitativa y desconfiada con él ya que no termina de ofrecer el crecimiento que se esperaba. En los dos partidos ante el Shakhtar en Champions encajó (2-1 en casa y 1-1 a domicilio), pero fue ante Osasuna (1-1 en el Bernabéu), donde peor sensación dejó en el gol de Kike. Además, en Copa contra el Cacereño (victoria 0-1) Ancelotti no vio lo que le exige a diario a la hora de iniciar el juego.

Este detalle, al que Carletto da una importancia vital, no le da garantías para contar con él en partidos de alto vuelo y con equipos como Barça, Villarreal o Atleti que presionan muy arriba. Obliga al equipo a defender, descolocado, antes de lo habitual por pérdidas absurdas y por la poca precisión en la salida u orientación del juego hacia un costado diferente a lo planeado, que no es otro que el más débil del rival. La toma de decisiones y su excesiva inquietud le juegan, a veces, malas pasadas.

Lunin y su entorno tienen una visión muy diferente sobre sus actuaciones. De hecho, el portero cree que, cuando ha sido titular, sobre todo en Cáceres, fue de lo más destacado del equipo y así lo compartió en el vestuario con varios jugadores. El feedback que recibe de sus compañeros, con los que tiene mucha sintonía, es muy bueno. Sin embargo, el internacional no es nuevo en esto. Entiende que algo no encaja para que haya sido suplente en Copa antes de tiempo. La temporada pasada jugó en octavos y Courtois, al que admira y al reconoce su poderío, no apareció hasta cuartos. Aunque le dolió y ese cambio molestó a algunos jugadores, se pasó página pronto. Este nuevo mazazo ha ido a más y le está empujando, ayudado por su padre, a estudiar también las propuestas que le llegan y que nunca le faltan. Pero nunca antes de junio. No piensa moverse en enero, como ya informó Relevo.

Ancelotti llegó a dar el visto bueno el verano pasado para que llegara a la plantilla Ospina como suplente de Courtois, pero las razones del Madrid para oponerse (no gastar dinero en la portería), convencieron al entrenador para no ponerse terco y gastar las balas en otros frentes. Al final, los informes sobre Lunin eran buenos. El portero había tenido varias cesiones a Leganés, Valladolid y Oviedo de las que no sacó provecho y el Madrid no quería repetir una estrategia que no funcionaba.

Ahora, viendo que contra su opinión el club tampoco mueve ficha para reforzar de inmediato a una plantilla en la que apenas cuenta con 14 o 15 jugadores, Ancelotti no quiere dar de nuevo su brazo a torcer si continúa en el club. Juni Calafat, jefe de ojeadores y director de fútbol internacional del Real Madrid, tendría deberes en ese caso para buscar a un segundo para el belga.

Al técnico italiano le gustaría que, al menos, el Madrid estudie a fondo el mercado de porteros y por eso deslizó sus planes a la dirección deportiva hace una semana sin llegar a tener una reunión formal aún sobre el futuro. Entre otras cosas porque habrá que ver si él está incluido ahí. La salida de Ancelotti, precisamente, parece la única vía de Lunin para agotar su contrato.