Más debate en la portería: Lunin, cantada y paradón para evitar la sentencia

Lunin fue uno de los protagonistas del partido, para bien y para mal. En pleno debate sobre la portería, con Ancelotti rotando casi en cada encuentro (ya anunció que el siguiente lo jugará Kepa), el duelo era aciago para el ucraniano: pudo hacer bastante más en el primer tanto del Atlético (tardó demasiado en salir) y falló estrepitosamente en el segundo, obra de Morata. Despejó mal un rechace de Camavinga, rebotó en Rüdiger y Morata quedó solo ante la portería para marcar sin oposición.

Las cámaras le señalaban, con el Atlético por encima en el marcador (2-1) y el Real Madrid al borde de la eliminación. El resultado le dejaba bastante tocado, porque la portería blanca pasa examen casi cada partido, dado que Carletto no termina de aclarar cuál de los dos está por delante del otro.

Sin embargo, todo cambió en los minutos finales: otra vez Morata tuvo la ocasión de abrochar el partido, pero se encontró con Lunin, que realizó una parada milagrosa en el mano a mano. Esta vez sí, el guardameta salió con decisión, se hizo grande y dejó sin apenas espacio al internacional español.

La cosa mejoró aún más, porque en la jugada inmediatamente posterior el Real Madrid lanzó un contragolpe que terminó con el empate, obra de Joselu a pase de Bellingham. Los blancos forzaron de esta manera la prórroga en una eliminatoria que agonizaba.

Desde ese momento, a Lunin se le vio con mucha más confianza, consciente de que había solucionado un problema que él mismo había causado con ese error en el segundo tanto de los rojiblancos. A pesar de ello, en la prórroga no consiguió salvar a su equipo, porque poco pudo hacer en los goles de Griezmann y Riquelme.