FC BARCELONA 3 - REAL MADRID 2

La mutación de Ferran Torres convierte un fichaje sospechoso en el mejor recambio de Robert Lewandowski

El gol del delantero valenciano, MVP de la final, fue trascendental para el título del FC Barcelona.

Ferran anotó el 2-2 que forzó la prórroga. /REUTERS
Ferran anotó el 2-2 que forzó la prórroga. REUTERS
Marc Mosull

Marc Mosull

Cuando Robert Lewandowski se lesionó, el pasado sábado ante el Celta, un lamento recorrió Montjuïc. El Pichichi de LaLiga y el mejor socio de Lamine Yamal y Raphinha, el estilete de un FC Barcelona que iba a por todo, iba a causar baja en el momento más importante de la temporada, en el que el Barça se jugaba, de verdad, todos los títulos. Horas más tardes, las pruebas médicas confirmaron los peores presagios: el polaco no disputaría ni la final de Copa ni la semifinales de Champions.

Ante la baja de Lewandowski, el plan de Flick pasaba por darle la titularidad a Ferran Torres, el suplente del futbolista del Bayern y uno de los delanteros más en forma de toda Europa, pese a estar habitualmente en el banquillo. Y es que el de Foios, antes de la final de Copa contra el Real Madrid, acumulaba 17 goles y cuatro asistencias, siendo uno de los jugadores que menos minutos necesita para ver puerta.

Y en la Cartuja, Ferran confirmó que la decisión de Flick fue totalmente acertada, con una actuación brillante que le permitió al Barça forzar la prórroga, gracias al 2-2 que marcó en los minutos finales, y llevándose el MVP de la final. Un premio a la constancia del valenciano. "Intento trabajar con constancia porque al final tengo talento para que las cosas vengan", se limitó a decir tras ser elegido mejor jugador del encuentro contra el Madrid.

El título de Copa y el MVP de la final son el mejor síntoma de que Ferran Torres ha pasado de ser un fichaje sospechoso al mejor suplente de Robert Lewandowski, aspirante a la Bota de Oro. El de Foios llegó al Camp Nou, en un Barça de entreguerras necesitado de ilusión y futbolistas diferenciales, en el mercado de invierno de 2021. Y por su alto precio, 55 millones de euros, su figura despertó dudas desde el primer día. Más aún teniendo en cuenta que su rendimiento anduvo lejos del que mostró en el Manchester City y la selección española.

Todo cambió en la actual temporada, con la llegada de un Hansi Flick, que pese a tenerlo habitualmente como suplente lo ha convertido en un imprescindible, un delantero que ha brillado especialmente en la Copa del Rey, de la que además de MVP en el final se consagró ayer como máximo goleador. Ya nadie duda de él y, la lesión de Lewandowski, lo que hace una semana parecía una debacle para el barcelonismo, se ha quedado en algo casi anecdótico. Con Ferran Torres, y su capacidad de resiliencia y mentalidad de tiburón, la que le ha permitido abandonar el bache futbolístico y anímico que sufrió meses atrás, ni el Inter atemoriza.