Iturralde González: "Aquella final fue la más importante de mi carrera, pero me vetaron en otra..."
El exárbitro vasco solo dirigió una final de Copa, Mallorca-Recreativo, pero cree que el Real Madrid le vetó después en una contra el Barcelona.

La última final de Copa del Rey que ganó el Athletic, 83-84, contra el Barcelona en el Santiago Bernabéu (1-0), fue arbitrada por Ángel Franco Martínez, colegiado mundialista en Argentina 1978, fallecido el pasado mes de febrero a los 86 años de edad. Aquel partido que acabó en tangana multitudinaria con Maradona de protagonista estelar fue su tercera final, después de las de 1978 y 1980. La última y única final de la Copa del Rey que ha ganado el Mallorca, contra el Recreativo en Elche (3-0), fue dirigida por Eduardo Iturralde González, 57 años y retirado de la actividad en 2012.
En el momento que decidió dar un paso atrás en marzo de ese año por desavenencias con el Comité Nacional de Árbitros ―se tenía que retirar obligatoriamente por la edad a final de temporada―, era el colegiado español con más partidos en Primera en sus 17 temporadas (291). También era el árbitro con más tarjetas amarillas mostradas (1.647) y más penaltis señalados (104). Su primer partido había sido el Espanyol-Salamanca (3-1) el 3-9-1995 y el último, el Betis-Real Madrid (2-3), en el que resultó lesionado. Una vez recuperado de la lesión, no le volvieron a designar partidos, por lo que decidió retirarse sin esperar a final de curso. Ahora, el récord de partidos en la división de honor lo tiene el navarro Undiano Mallenco, con 348 encuentros en 19 temporadas.
Realmente Itu, como le llaman sus compañeros, nunca colgó el silbato. Simplemente lo sustituyó por el micrófono y continúa arbitrando mañana, tarde y noche desde la Cadena SER. Hijo y nieto de árbitros, su dedicación a esta faceta siempre fue absoluta desde 1982, cuando se vistió de corto por primera vez. Internacional, no llegó a dirigir ningún partido en las fases finales de la Eurocopa o del Mundial, pero sí en fases de clasificación y en la Champions y la Europa League, además de una final de la Intertoto (2002-03). A nivel nacional, además de la final de la Copa del Rey en cuestión, fue elegido para tres finales de la Supercopa de España (2001, 2002 y 2008), en las tres pitó el partido de vuelta y ejerció de cuarto árbitro en la final del curso 97-98 en la que el Barcelona derrotó al Mallorca (1-1) en la tanda de penaltis. El colegiado esa noche fue Daudén Ibáñez y expulsó a dos jugadores baleares, Mena y Romero.

Con sus credenciales arbitrales aquí expuestas y preparadas con antelación para poder ir hablando sobre ellas a lo largo de la charla, Iturralde aceptó dialogar con quien esto escribe, como había hecho siempre que se lo había solicitado, en esta ocasión con aquella final de 2003 como principal argumento. Siempre había existido un buen 'feeling' entre nosotros y en más de una ocasión había recurrido a él para que, con sentido didáctico, me explicase alguna norma arbitral o, simplemente, comentar la actualidad del mundo del arbitraje.
La conversación que se recoge a continuación de manera textual, marchaba por el cauce reglamentario, ―nunca mejor escrito cuando se trata de un árbitro―, hasta que le trasladé alguna anécdota que me acababa de comentar en tono distendido Gregorio Manzano, entrenador del Mallorca, sobre aquel partido y sobre algunas situaciones que se habían dado entre ellos a lo largo de sus respectivas carreras profesionales. A Iturralde, evidentemente, no le gustó lo que le trasladé acerca de lo hablado con el técnico andaluz, repito, todo en un tono coloquial y surgido sobre la marcha cuando conversábamos sobre el parecido entre Eto'o y Vinicius, y dio por terminada la entrevista.
Colgó el teléfono y no contestó a ninguno de los posteriores mensajes en los que le pregunté sobre las razones por las que había cortado la conversación. Incluso le propuse continuar con la charla, obviando en la entrevista las anécdotas comentadas con Manzano que, vuelvo a reincidir, habían surgido en un contexto de puro chascarrillo, pero que tenían que ver con el diálogo sobre aquella final que estábamos manteniendo. Hasta el clic final, este fue el mano a mano: periodista/árbitro-comentarista.
Me comentaba hace un momento que arbitrar una final de Copa es el partido más importante para un árbitro, o por lo menos, para usted.
Sin duda sí, el más bonito. Por lo que representa, porque están presentes las dos aficiones, el ambiente de la ciudad ese día... Creo, y mis compañeros también se lo pueden decir, que es el más bonito de pitar.
Más que un Real Madrid-Barça.
Sí, el Madrid-Barça, mediáticamente, es también bonito de pitar porque están las mayores figuras del fútbol del mundo. Pitas a los mejores jugadores del mundo, pero una final de Copa, en cuanto a sentimiento, a aficiones... Al fin y al cabo en un Madrid-Barça en un campo están todos los del Madrid y en el otro todos los del Barça. No es medio campo de un equipo y el otro medio del otro. El ambiente de una final es increíble. Siempre he abogado que la Federación y LaLiga se tenían que poner de acuerdo para que fuera el último partido de la temporada. ¿Por qué? Porque es una fiesta del fútbol español. Tiene todos los ingredientes para que la temporada acabe con la final de Copa.
"Pitar una final de Copa es más bonito que arbitrar un Real Madrid-Barça y siempre debería cerrar la temporada"
La final de Copa suele ser el premio de la temporada para el árbitro que le toque, o el premio a una carrera profesional.
Es un premio más a la carrera. Generalmente hay pocos árbitros que piten dos finales. Solo pueden pitarlas internacionales. Es el premio a los años que llevas de internacional.
¿Y por qué me dice que no se suele repetir?
Porque siempre hay árbitros que se quedan sin pitar y como es un premio a la trayectoria siempre quieren repartir ese premio entre los internacionales que no la han pitado nunca. Para esta final hay cuatro árbitros internacionales que no han pitado ninguna. Entonces se la darán a uno de los dos, porque los otros dos son de Mallorca y de Bilbao. Por lo que solo podrán pitar Munuera Montero o Soto Grado. [El CTA eligió finalmente a Munuera Montero].
Pero usted comentó hace poco en la radio que podía haber arbitrado una segunda final de Copa, un Madrid-Barcelona en Valencia y, sin embargo, pasó algo raro ahí y no la pitó... y ya había pitado esa de Elche.
Por eso digo que no es lo normal pitar más de una, pero suele pasar de vez en cuando. Pero lo normal es que tengan una oportunidad todos los internacionales que no han dirigido ninguna.
Por lo que dijo aquel día, pensaba que le había vetado uno de los clubes para que no fuera usted el elegido...
No, pensar no, me vetó el Madrid. No hay que pensar. Me vetó...
"Me vetó el Madrid en una final de Copa. No hay que pensar. Me vetó..."
Entonces sí le iban a dar una segunda...
Sí, me iban a dar... Y Undiano también pitó dos, creo... Y algunos árbitros han pitado dos. Pero lo normal es que los árbitros internacionales, que se van renovando, no repitan.
¿Qué recuerda de aquella final suya? Fue tranquila, el Mallorca se puso pronto por delante.
Sí, como todas las finales al principio, hasta que se abre el marcador es tranquila y cuando se abre ya cambia. Lo que pasó es que en aquella final, como dicen ahora los chavales, Eto'o estaba en su prime, hizo un gran partido... No hubo problema. El resultado fue 3-0. Un partido hasta que marcó el primero el Mallorca y luego otro diferente.
Me comentaba el otro día Gregorio Manzano, con quien hablé también sobre la final, que un par de años después de aquel partido se encontró con usted en un aeropuerto o en algún sitio y le echó un poco en cara por qué no había expulsado al defensa que le hizo la falta a Eto'o en el penalti que supuso el primer gol. Según él, era penalti y expulsión. Y me comentó que usted le contestó «que cómo le iba a expulsar, que no se iba a joder una final de Copa en el minuto 17»...
No creo que al minuto 17... Es que no me acuerdo ni de la jugada de la que me está hablando. Si no lo expulsé es porque no sería expulsión... Lo que tenía que haber comentado él es por qué dos semanas antes de la final de Copa dijo que Rafa Guerrero tenía más peligro que un mono sin pistolas...
Sí, eso también me lo explicó...
¿Y te contó también que me llamó para pedirme perdón porque se cagó, porque pitaba yo la final de Copa?
Eso no me lo contó...
Pues mira, ya hemos terminado la entrevista.
[Efecto del sonido del teléfono colgado].
[Lo que dijo Manzano textualmente a raíz de que Iturralde expulsara a Novo y Eto'o en el Mallorca-Barcelona (0-4) el 21-12-02, seis meses antes de la final, fue: "El asistente que nos fastidió tiene más peligro que un mono con dos pistolas. A este paso Rafa va a ser el linier más famoso del mundo del fútbol. No merece la pena fastidiar el espectáculo de esta manera. El fútbol no necesita de estas extravagancias arbitrales".
En la entrevista publicada con Manzano en Relevo hace dos días, el técnico explica por qué dijo esa frase].
Gajes del oficio.