FC BARCELONA - REAL MADRID

La preparación física del Real Madrid vuelve a dejar dudas y no todo es cosa de Pintus: corre menos... y peor

El equipo blanco acostumbra llegar en su pico de forma a final de temporada, menos este año.

Bellingham, cansado durante un partido del Real Madrid./Reuters
Bellingham, cansado durante un partido del Real Madrid. Reuters
Jorge C. Picón
Alfredo Matilla

Jorge C. Picón y Alfredo Matilla

En los últimos años ha destacado el nivel físico con el que llegaba el Real Madrid a los meses finales de temporada, principalmente desde que Antonio Pintus tomó los mandos de la preparación. A partir de febrero, coincidiendo con los meses más calientes del curso, los futbolistas llegaban a su mejor estado de forma y solían marcar diferencias gracias a ello. Sin embargo, en esta no se ha conseguido. Y aunque tiene su parte de responsabilidad, no todo es culpa del preparador italiano.

En lo que sí se le señala al preparador físico es en las lesiones. Eduardo Camavinga -se pierde lo que resta de temporada- y David Alaba salieron tocados de Getafe y no se les espera en la final de La Cartuja contra el Barcelona. A esto se suma que Ferland Mendy lleva más de un mes lesionado. Y por no contar todos los problemas musculares a los que ha tenido que sobrevivir Ancelotti y que han provocado que algunos jugadores no hayan llegado en su mejor momento a este mes de abril.

El vestuario sembró dudas respecto al ya famoso 'método Pintus' a principios de temporada. Si bien destacan su innovación y creatividad, dentro repiten una frase: "Es un preparador de atletas". Traducido: los jugadores están en forma, pero muestran una fragilidad mayor ante los problemas físicos porque algunos de los ejercicios que realizan no son muy recomendables para la práctica del fútbol. Las lesiones y que ahora el equipo no luzca tan fresco como otros años vuelve a despertar recelo.

Sin embargo, en esta ocasión también tiene su parte de culpa un Carlo Ancelotti que no ha sido capaz de darle orden al equipo en prácticamente toda la temporada y unos jugadores que tampoco ayudan a que suceda. El análisis de los técnicos es claro: no se trata sólo de correr más, sino de correr mejor. Un precepto que el italiano se ha encargado de recordar en alguna rueda de prensa, poniendo como ejemplo temporadas anteriores en las que contabilizaban muchos kilómetros menos que el rival y ganaban títulos.

En esta tesitura en la que cada partido huele a final, los datos les dejan en mal lugar. Recorrieron menos kilómetros que el Arsenal tanto en la ida como en la vuelta (21 contando los dos encuentros), y contra el Getafe volvieron a verse superados. Los de Bordalás no sólo corrieron más, sino que, en cuanto encontraron las debilidades de los blancos, presionaron mejor y estuvieron a punto de sentenciar la Liga en favor del Barcelona.

Jude Bellingham sirve de ejemplo. Nadie duda del sacrificio del inglés, pero su ímpetu por tapar espacios le lleva a correr más de la cuenta. El equipo está desorganizado y él lo paga más que nadie. Los de arriba no ayudan desentendiéndose más de la cuenta de las acciones defensivas. Un problema al que Ancelotti lleva enfrentándose toda la temporada y que, a un mes de que acabe el curso, no ha encontrado solución. Un "compromiso" que ha aparecido con cuentagotas.

A esto se le puede sumar la falta de control del mediocampo. En el Coliseum se vio perfectamente. El Madrid dominó la primera parte con un Arda Güler excepcional al mando de las operaciones y Tchouameni como gregario de garantías. Sin embargo, la salida del francés descompuso el ataque y los blancos perdieron la pelota. Acabaron perdidos y a punto de sucumbir ante un Getafe más ordenado y, en sensaciones, más fresco.

Ancelotti, sobre Güler, tras el partido en Getafe.LALIGA

La Cartuja marcará el devenir de una temporada en la que se ha demostrado que este equipo necesita cambios. Va más allá de la posible continuidad de Ancelotti, pues la plantilla está coja en algunas posiciones y se pueden mejorar algunos funcionamientos. En lo físico, habrá que ajustar las piezas de cara al año que viene, pues en esta no parece haber margen para ello, pero, sin duda, servirá para analizar qué se ha hecho mal y mejorarlo en la que viene.