El vestuario del Athletic, concienciado de lo que se juega en La Cartuja: "Es el partido de nuestra vida"

"Ganar significaría poner el broche de oro a mi carrera". Más alto puede decirlo Yuri Berchiche, pero no más claro. El zarauztarra quiere, por fin, saborear las mieles del triunfo en una final de la Copa del Rey, algo que no ha podido conseguir hasta la fecha y eso que ha jugado un par de ellas. Su ansia por proclamarse campeón de Copa es tal que no duda es afirmar que "cambiaría todos los mis títulos por ganar esta Copa". Para el lateral, sería "algo especial", ya no solo personalmente hablando. "Lo quiero ganar por compañeros que lo llevan intentando durante mucho tiempo como Óscar (De Marcos) o Iker (Muniain) y me haría muchísima ilusión", asegura el futbolista rojiblanco, para quien ha sido complicado abstraerse de la euforia que se está viviendo alrededor del equipo. "Voy todo los días al parque con mis hijos. Estamos rodeados de niños, de padres y te contagian esa ilusión que ellos tienen por ganar esta Copa. Nos lo merecemos todos, la ciudad, el club. Ojalá se haga realidad y podamos disfrutarlo el jueves todos juntos"", en referencia a la fiesta que va a tener lugar en la capital vizcaína si el Athletic Club canta el alirón.

No está de acuerdo con aquellos que opinan que el Athletic tiene mucho que perder y el Mallorca mucho que ganar. "La gente piensa que lo tenemos que ganar porque somos favorito, pero para mí no lo hay. En una final hay mil detalles que se ponen a tu favor o en contra y vamos a tener que jugar con la tranquilidad que lo venimos haciendo en casa. Tenemos que hacer lo mismo que en San Mamés, pero en Sevilla", aconseja Berchiche. "El Mallorca viene en una línea ascendente, en un buen momento, con la salvación cerrada. Si hubieran llegado jugándose el descenso, hubiera sido diferente, pero ahora que la tienen cerrada, eso les va a aliviar y van a jugar un poco más sueltos", advierte el lateral.

Entiende que el empuje de los más jóvenes puede jugar a favor de los intereses del equipo que entre Ernesto Valverde. "Les veo con mucho entusiasmo, con muchas ganas de que llegue el día. Les veo con muchísima energía y nos la contagian. Eso es un valor incalculable. Nosotros, por el contrario, intentamos transmitirles que estén tranquilos, que lo vivan como un partido más, sabiendo que no lo es porque engañarle a tu cabeza es difícil", sostiene. En ese sentido, reconoce que "es un partido a vida o muerte" por todo lo que hay en juego.

Personalmente hablando, como no podía ser de otra manera, Yuri Berchiche no guarda un buen recuerdo de las dos últimas finales de Copa disputadas. "Llegaron en el peor momento personal de mi vida personal. Fueron momentos jodidos que pasé", recuerda. Todo eso ya forma parte del pasado. "Esta vez lo afronto de diferente manera, mejor conmigo mismo. Creo que se va a ver a otro jugador, diferente, mejor. Sentirte mejor contigo mismo hace que rindas mejor en el campo. Ahora estoy feliz. Esta final me llega a nivel personal en el mejor momento", valora el defensor rojiblanco, que no aprendió nada de aquellas derrotas. "Fueron días tan jodidos que aprender, poco he aprendido", confirma.

Un triunfo significaría poder quitarse la espina que tiene clavada. "Con decir que cambiaría todos mis títulos por esta Copa, todo está dicho. Lo que quería era vivir un día como el de sábado, jugar una final con nuestro público con lo que eso conlleva. Después de vivir ese día, el siguiente paso sería poder ganarla y vivir un día inolvidable", reconoce. Eso sí, "todo eso son supuestos. Lo que hay que hacer es salir al campo y ganar. Ahora mismo si me preguntas cuál es mi mayor ilusión, la respuesta es clara: ganar la Copa", deja claro el zarauztarra, que está a las puertas de jugar "el partido de mi vida". "Cambiaría todo lo que tengo por este partido, por este título. Sería el broche de oro a mi carrera. En caso de no hacerlo, me voy a ir con la sensación de que me falta algo", advierte.

Para Iñaki Williams, el vestuario del Athletic Club está "como todo Bilbao y como todos los atletikzales, con muchas ganas". Al igual que su compañero Yuri Berchiche, el delantero rojiblanco da mucha importancia al hecho de "poder disfrutar de una final con nuestra gente". Entiende el internacional por Ghana que "va a ser un partido muy complicado, muy difícil, pero vamos a darlo todo y a dejarnos la piel", significa. Iñaki Williams, a diferencia de muchos compañeros, sí sabe lo que es vivir una final con público. Fue hace ocho años y "fue la hostia", recuerda pese a la derrota. "Somos conscientes de que tenemos una gran responsabilidad y la mejor manera de responder es dándolo todo, eso es lo que vamos a hacer y ojalá pues podamos brindarles una victoria", desea.

Un triunfo en La Cartuja este sábado frente al Mallorca tendría un valor sentimental indescriptible para Iñaki Williams y, por ende, para su hermano Nico. "Siempre digo que mis padres han hecho muchísimo por nosotros, siempre decimos que todo lo que hacemos es para devolverles todo lo que han hecho por nosotros. Ojalá le podamos brindar esa victoria, no solo a ellos, sino a todas las generaciones de atletikzales que no han visto un Athletic campeón", sostiene. En ese sentido, "es un sueño que tenemos desde la infancia. Nico y yo hemos crecido jugando juntos, estamos viviendo un sueño jugando juntos y ahora tenemos la posibilidad de jugar nuestra primera final de Copa juntos. El año pasado las cosas no se dieron como todos quisiéramos, pero el Athletic no se ha rendido y otra vez podemos disfrutar de una final", valora el hermano mayor de la dinastía Williams, que espera poder vivir algo parecido a lo que vivió Joaquín, el excapitán del Betis durante su boda, cuando el recientemente fallecido Manuel Ruiz de Lopera asistió a la ceremonia portando la Copa del Rey: "Ojalá se pueda dar. Vamos a darlo todo. Estamos muy ilusionados, es un año muy bonito para mí también en el tema personal, no en lo deportivo, y ojalá podamos ponerle a esa guinda del pastel y podamos disfrutar todos".

Lo que sí tiene claro Iñaki Williams es que "en la vida se pierde más que se gana", en referencia a las finales perdidas. En su opinión, "hemos dado una lección al mundo del fútbol porque el año pasado nos eliminó Osasuna y habiendo hecho un grandísimo partido, habiendo tenido muchas ocasiones. Al año siguiente nos hemos colado otra vez en una final, con nuestro público, con nuestra gente. Somos conscientes de que tenemos una gran responsabilidad. Tenemos que saber gestionar esa responsabilidad y vamos a hacer todo lo posible por llevarnos ese título", promete el futbolista, que quiere poner freno a la euforia existente: "Todo el mundo piensa que la final ya puede estar ganada y para nada. Yo creo que el Mallorca ha hecho grandes partidos para estar en esa final. Ha eliminado al Girona, a la Real Sociedad, equipos muy buenos. Para mí la final está 50-50, no hay que dar favorito a ninguno de los dos, somos conscientes de que cada uno de los dos equipos tenemos nuestras armas, nuestras virtudes, y que nosotros vamos a explotar nuestras virtudes para poder ganar la final", puntualiza.

Espera que el guión del partido no difiera en mucho a lo que el Athletic viene realizando a lo largo del campeonato porque "muy pocos equipos nos han conseguido ganar y nos han pintado la cara. Somos conscientes de que el Athletic atraviesa un momento de forma muy bueno, de muchos jugadores a buen nivel y eso es lo que vamos a intentar plasmar en la final; ser nosotros mismos, jugar con valentía como lo estamos haciendo y sin miedo a perder", confirma.

No se ha librado de la fiebre por conseguir una entrada para la final y son muchas las peticiones que ha recibido. "No te sabría decir", afirma un tanto entristecido. "Me gustaría dar a todas esas personas que les tengo mucho cariño y que pues por la cantidad de entradas que disponemos. no les voy a poder dar pero bueno, voy a sentir su apoyos. Sé que van a estar ahí desde donde estén y que lo van a disfrutar y ojalá pues podamos brindarles esa final", anhela un Iñaki que pese a la cercanía de la final, ve al vestuario "muy tranquilo". Y se explica: "Cuando estás acostumbrado a trabajar de tal manera que te acercas a las victorias y tienes esa confianza en lo que vienes haciendo y en lo que lo que has acostumbrado durante varios partidos, creo que al final eso te da esa tranquilidad. Nosotros estamos tranquilos y con la confianza de que podemos hacerlo".

Ernesto Valverde apostará este sábado por Julen Agirrezabala bajo palos. En el banquillo estará Unai Simón, titular en Liga e indiscutible para De la Fuente en la Selección, pero que en el torneo del KO ha sido suplente. A sus 23 años, Agirrezabala jugará el partido soñado desde que era un niño. Escucharle hablar es relajante para la familia rojiblanca. Quizá los nervios vayan por dentro, pero a simple vista el donostiarra es un bloque de hielo. "Para un portero es importante en el campo saber transmitir tranquilidad y seguridad al equipo, pero bueno es verdad que necesitas ese punto de nerviosismo, de tensión, de no relajación dentro y lo llevo bastante bien", reconoce el guardameta, "concentrado en todo lo que viene por delante".

Pese al favoritismo rojiblanco, Agirrezabala no se fía del Mallorca, "un rival muy físico y que va muy bien en todo tipo de disputas", advierte. No olvida la entidad de los contrarios que ha dejado en el camino para colarse en la final. "El Mallorca ha hecho su camino, ha eliminado tanto a Real Sociedad como Girona y sabemos que va a ser un partido muy duro", avisa. Pese a todo, tiene claro que "si mantenemos este nivel, creemos que vamos a tener opciones de ganar este título". Pide cautela pese "a la ilusión tremenda" que existe en el entorno rojiblanco. "Las semifinales fueron dos partidos bonitos, el equipo hizo un trabajo enorme. Una vez que el árbitro pitó el final, sentimos una ilusión tremenda saber que íbamos a estar en la final, pero hay que ser cautos", aboga. "Estamos inmersos en LaLiga. Creo que el equipo está haciendo un trabajo inmenso y también tenemos el objetivo de acabar lo más arriba posible en la tabla y clasificarnos a Europa", valora.

Confirma que el "el equipo viene haciendo una Copa muy buena", pero no se conforma. Hay que ponerle la guinda al pastel, algo que conlleva una responsabilidad, algo que no le da miedo al portero del Athletic. "Los futbolistas tenemos que saber convivir con ello y el equipo está responsabilizado en ello. Estamos preparados para afrontar esa final", asegura Agirrezabala, que agradece los consejos de sus compañeros más experimentados: "Son los típicos, que es un partido de fútbol y que no deja de ser un juego. La mejor versión de uno mismo es cuando lo disfrutas. Lo importante de un partido así es disfrutarlo. Con el disfrute de todos juntos y el apoyo de la afición, vamos a poder hacer un buen partido y será una experiencia muy positiva", aclara el cancerbero, para quien ganar esta Copa "significaría muchísimo" para toda la familia athletikzale.