La crisis médica del Real Madrid: una gira inadecuada, una destitución y 16 lesiones en tres meses

Ni en los peores presagios del Real Madrid entraba una temporada tan aciaga en lesiones. El equipo blanco entrará en la cuarta semana de noviembre con siete jugadores en la enfermería, además de otros dos en la puerta de salida. En total son 16 lesiones desde que comenzó el curso que evidencian una fragilidad impropia de un equipo que presumía de lo contrario. Vinicius, el último en caer.

Desde el partido contra el Athletic con el que los blancos abrieron LaLiga (13 de agosto) se cuentan 483 días de baja -sumando los de cada uno de los jugadores-. Los que más se han perdido son los que han sufrido dolencias más graves, Militao y Courtois, que siguen recuperándose de sendas roturas del ligamento cruzado anterior. Cada uno suma 96 días fuera de los terrenos de juego, con Arda Güler siguiéndolos de cerca (93). El turco ha encadenado una operación en el menisco con dos problemas musculares. Sólo ha podido completar tres entrenamientos desde agosto.

Si lo contamos en partidos, Ancelotti se ha visto obligado a sobrevivir. 79 encuentros contando las 16 lesiones. Una media de casi de cinco bajas por jornada. En ningún momento ha podido contar con toda su plantilla, más allá de las lesiones de Courtois y Militao, con los problemas que esto conlleva tanto en partidos como en entrenamientos.

Si lo comparamos con los años anteriores, lo cierto es que el Real Madrid suele sufrir más en los primeros meses del ejercicio, pero con Antonio Pintus, preparador físico que regresó a la entidad junto a Ancelotti en 2021, habían remitido. Seis hasta noviembre de la 2021-22 y siete hasta el mismo mes de la 2022-23. Además, la media de días de baja era inferior, con molestias que por norma general no superaban las tres semanas. Lo curioso es que esta temporada han caído jugadores que no suelen hacerlo. Militao, Vinicius o Camavinga, superhombres en lo físico, viven un año muy complicado. Especialmente el extremo, que no había lamentado lesiones en toda su carrera y que ya lleva dos en una misma campaña.

Son varios los posibles motivos de una situación que preocupa al club. La primera, la mala suerte. Las lesiones de hombro o rodilla responden a acciones fortuitas en la mayoría de ocasiones. Nada hacía prever que Camavinga volvería a Madrid con el ligamento lateral dañado tras un choque con Dembélé en un entrenamiento. O que Bellingham caería mal contra el Rayo y sufriría un problema en el hombro.

Pero también existen otros factores que influyen en el aspecto físico de la plantilla. Empezando por la pretemporada en Estados Unidos, muy rentable para el club en lo económico pero lejos de ser adecuada en lo que a preparación se refiere. Decenas de miles de kilómetros en viajes, terrenos de juego no aptos para la práctica del fútbol y maquinaria que, si bien puede llegar a servir, no llega a las facilidades con las que cuenta Valdebebas.

El calendario tampoco ayuda. Técnicos y jugadores se han quejado en numerosas ocasiones sobre el poco descanso del que disfrutan. "Ya llevan meses o años así. Siempre ha sido así. Nadie quiere quitar una competición porque entonces sería menos dinero. A los jugadores no nos preguntan", comentó Kroos en una rueda de prensa el año pasado, un mensaje que también mandó Ancelotti: "Intentan aumentar el espectáculo con más partidos, pero los entrenadores no pintan nada y los jugadores tampoco. Ven que el fútbol no es entretenido y meten cantidad en lugar de calidad para ganar más dinero y los afectados son los jugadores".

La falta de soluciones, unida a la desconfianza de parte de la plantilla, provocaron la salida de Niko Mihic , jefe de los servicios médicos. Desde hacía años que su relación con varios jugadores se había desgastado. Casos como el de Arda Güler ahora o el de Sergio Ramos en el pasado perjudicaron su imagen. Todo se ha precipitado en un año en el que las lesiones no cesan y ni doctores, ni fisios ni preparadores son capaces de frenarlas. Su lugar lo ocupa desde esta semana Felipe Segura.

Le toca inventar a Carletto, con un fondo de armario largo en agosto y que ahora parece quedarse algo corto. Desde el punto de vista positivo, le ha sucedido en un tramo de temporada con partidos de un nivel más sencillo. Sin embargo, el Girona, el Atlético y el Barcelona aprietan y cada punto es oro en una de las ligas más igualadas que se recuerdan. Y en el horizonte, la pelea por el primer título de 2024, la Supercopa.