Cronología de un frente común contra Jorge Vilda que se vino abajo en la Selección española
El conflicto en la Selección de fútbol femenina de España llega a un momento clave, con algunas de 'Las 15' dispuestas a volver.

22 de septiembre. El conflicto en la Selección da un giro radical. 15 emails aparecen en escena en una de las jornadas más oscuras que se recuerdan. Tras ellos, quedaba un grupo de jugadoras que deciden dar un paso más en su protesta contra Vilda y la RFEF. La crisis estaba más que servida y, todavía ahora, cuatro meses después, sigue latente. Su desenlace es complicado, pero afronta un momento clave en las próximas semanas, con una parte de 'Las 15' dispuestas a volver a la Selección. Su regreso llegaría tras una negociación interna en la que trabajan por esos cambios que motivaron su reivindicación. Sin embargo, la sensación ahora es que aquellos 15 emails no han logrado su objetivo en una batalla con más sombras que luces. Pero, ¿qué ha fallado? Repasamos los momentos más decisivos de un caso que rompió en dos al fútbol femenino español.
Una de las claves de este conflicto se produjo mucho antes de que sus emails llegaran al buzón de la RFEF. Se trata de la ruptura del vestuario de La Roja en una concentración que fue toda una olla a presión. Todas llegaron a ese parón con una idea clara: la necesidad de cambios. Y, dentro de ellos, había una posición que, de inicio fue unánime y, después, mayoritaria, sobre la destitución de Jorge Vilda: el técnico no podía seguir al cargo de la Selección femenina de fútbol de España. Así lo hicieron saber las capitanas al propio seleccionador y, después, al presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
La concentración más dura
Los motivos del descontento eran variados (falta de exigencia y ambición, desconfianza con Vilda...) y llevaban cociéndose dentro del vestuario desde incluso antes de la Eurocopa. El mensaje de Vilda, que escuchó a las jugadoras y avisó de que su intención era cumplir su contrato (firmó hasta 2024), no llegaba al vestuario y la sensación era que, con sus métodos, era imposible conseguir grandes éxitos.
El primer paso estaba dado, pero ninguna imaginó todo lo que estaba por venir. Aquella circunstancia desembocó en reuniones individualizadas de Vilda con todas sus jugadoras, entre las que algunas no pudieron aguantar la presión y terminaron la jornada muy afectadas psicológicamente. La situación provocó tensiones dentro de un vestuario en el que se produjeron discusiones entre el núcleo del equipo del Barça y el del Madrid, más alguna jugadora de peso. Se definieron varios bandos, con estos dos muy diferenciados y el equipo se resquebrajó.
Todo ello en un contexto en el que se produjo una controvertida comparecencia de las jugadoras en rueda de prensa. Un paso atrás con el que las capitanas, con Irene Paredes a la cabeza, desmintieron que hubiesen pedido la destitución de Vilda. Con una voz rota, la central del Barça confirmó que las jugadoras habían pedido mejoras y que tenían constancia de que las cosas iban a cambiar. Unas palabras que llegaron minutos después de que el propio seleccionador atendiera a los medios de comunicación y se mostrara decepcionado con sus jugadoras y, sobre todo, tajante: "No ha habido ninguna que haya dicho que no quiera estar aquí".
Una dura batalla mediática
Aquella rueda de prensa en el Salón Villalonga de la RFEF es una de las manchas que debilitaron a las jugadoras con respecto a la opinión pública. Su exposición en falso en medio del conflicto reforzó la postura de Vilda y la RFEF. "Lo que estáis afirmando (la desconfianza de sus jugadoras) es algo que ellas han negado rotundamente. Si no las creéis, preguntádselo a ellas", dijo el seleccionador en COPE en una crisis que no se había apagado con aquel mensaje conciliador de Paredes: "Nos consta que va a haber modificaciones y que se va a intentar cambiar la situación". Pese a esto, todo siguió igual, al menos en el cuerpo técnico. También se mantuvo la postura de un grupo de jugadoras que decidieron seguir luchando por esas mejoras tras salir de la concentración más dura de sus vidas.
Fue este el momento en el que decidieron mandar un email en el que pedían no ser convocadas hasta que la situación fuera "revertida". "Los últimos acontecimientos acaecidos en la selección española y la situación generada, hechos de los cuales son ustedes conocedores, están afectando de forma importante a mi estado emocional y por lo tanto a mi salud", aseguraban en el contenido del email a la RFEF. Aconsejadas por abogados, las jugadoras movieron ficha en mitad de una batalla mediática en la que el ente presidido por Luis Rubiales puso todas sus armas.
"Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón", exigían desde la RFEF en un comunicado en el que desvelaron detalles privados de los emails de las jugadoras. Una nota en su web a la que siguió un mensaje publicado por 'Las 15' y Alexia Putellas en sus redes sociales. "En ningún caso hemos renunciado a la Selección", exponían, a la vez que se reafirmaban en que "nunca" habían pedido el cese del seleccionador.
Un silencio incómodo
Este cruce de mensajes parecía guiar a un momento clave: la comparecencia de 'Las 15+2', siendo las dos añadidas Alexia Putellas e Irene Paredes. La primera no había mandado el email porque estaba lesionada y no era seleccionable. Mientras, la segunda apoyó a sus jugadoras en el mensaje, pero prefirió quedarse al margen. No obstante, ninguna de estas jugadoras apareció públicamente para hablar de todo lo que se estaba produciendo a su alrededor. Un silencio, que también se trasladó a la RFEF y la 'nueva' Selección liderada por Vilda, que incendió aún más el ruido mediático en torno a su decisión.
En un contexto histórico, con más focos que nunca sobre ellas, las jugadoras parecían haber perdido el control de un momento en el que no supieron contraatacar. Ninguna imaginó que aquello iba a llegar a dichos niveles. Tampoco aprovecharon momentos claves de exposición pública para mandar un mensaje contundente en su protesta. Incluso la propia Alexia Putellas quiso evadir el tema en la gala del Balón de Oro: "Lo único que diré es que es un tema que me pone muy triste, que hay que hablarlo, pero no es el día". Si bien es cierto que ha habido jugadoras entre 'Las 15' que han mostrado su opinión ante los medios en entrevistas personales (Nerea Eizagirre, Ainhoa Moraza, Mapi León, Lola Gallardo, Jenni Hermoso…), ha habido un silencio generalizado entre todas ellas. El motivo, no perjudicar una negociación iniciada con la RFEF.
Y es que, tras no dar explicaciones públicamente, las jugadoras decidieron recurrir a FutPro, sindicato fundado por ellas mismas, para que Amanda Gutiérrez, actuara de intermediaria con la RFEF. La abogada y presidenta de FutPro inició unas negociaciones que ella misma tachó de "complejas" en una entrevista con Relevo. "Hemos hablado con todas las futbolistas. No solamente con las 15 de las que se habla, sino también con el resto de futbolistas de la absoluta y también de otras categorías. Y, tras recoger sus demandas, estamos intentando encontrar un punto medio, una solución para que ambas partes puedan llegar a un consenso", aseguró a finales de noviembre a este periódico.
Su figura tampoco ha podido evitar los focos en medio de esta crisis. La abogada de confianza de las jugadoras protagonizó algunos momentos que trascendieron de manera polémica a los medios. Un ejemplo fue la tensa reunión telemática con las jugadoras de la Selección Sub-23, a las que 'Las 15' le pidieron apoyo. El encuentro dejó una presunta recomendación de Amanda a las jugadoras en las que les dijo que podían renunciar a la Selección aludiendo problemas de salud mental para poder obtener un informe médico que les permitiese no acudir a la próxima convocatoria. Una presunta mala praxis que fue denunciada públicamente por AFE y que desmintió la propia Amanda en Relevo. "Voy a ser clara. En ningún caso he presionado o recomendado a ninguna futbolista que no vaya a la Selección", se defendió.
Varios grupos entre 'Las 15+2'
Tras la enésima polémica en este conflicto, todo siguió su curso, con una reunión a principios de enero con la RFEF. Todo ello rodeado de un cambio de aires dentro de 'Las 15+2'. Según pudo saber Relevo, habría un grupo de ellas que estarían dispuestas a volver. No todas, pues hay una minoría que se mantiene tajante y otra que ha relajado su postura, menos radical ahora, y se debate entre el sí y el no. Una división que vuelve a generar debate alrededor de este conflicto y que abre la posibilidad de que algunas de ellas lideren a la Selección en el próximo Mundial de Nueva Zelanda y Australia (del 20 de julio al 20 de agosto).
Con mucho en juego en sus carreras deportivas, algunas de ellas se han replanteado su posición visto lo que ha sucedido estos meses. Su protesta, a través de aquellos históricos emails, no logró cambios. Y la sensación es que la única vía para conseguirlos es de manera interna. Desde dentro del vestuario de la Selección. Ahora, queda saber cuál es el siguiente en esta historia que apunta a hallar su desenlace pronto.