Cronología de los 15 hitos (algunos buenos, otros no tanto) que han sellado el año más importante del fútbol femenino

Tratar de explicar el último año del fútbol femenino nacional se antoja, cuanto menos, complicado. Es una montaña rusa de emociones, que combina momentos históricos -que han aupado a este deporte a la cima de la élite mundial- con instantes lamentables -como el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso-. Cuando estabas celebrando un éxito, ya te estabas lamentando por un fracaso o sorprendiéndote por el siguiente episodio surrealista.

Por ejemplo, en un mismo año, han convivido la segunda Champions del Barça con una liga que retrasó su inicio -por segundo año consecutivo- por el malestar de sus futbolistas por su sueldo mínimo. O la clasificación para la Final Four de la Nations League se celebró en el mismo partido en el que España saltó al campo con 10 jugadoras.

Sea como sea, el tiempo y los resultados hablan del año más importante del fútbol femenino español. 365 días en los que España miró de tú a tú a las grandes potencias mundiales -y las venció-, acaparó todos los focos y ganó uno de sus partidos más importantes..., el que se celebró fuera de los terrenos de juego. El repaso de los 15 hitos que sellaron un año clave en el fútbol femenino nacional.

1. La desintegración de 'Las 15' y la convocatoria de Jenni Hermoso

El año se estrenó con la noticia de que 'Las 15' ya no eran 15. Corrían vientos de cambio en la Selección y ante la proximidad del Mundial, 'Las 15' se dividían entre las que se mantenían fieles a sus principios, las que empezaban a dudar y las que priorizaban su presencia en la cita mundial.

La convocatoria de Jenni Hermoso, el pasado seis de febrero y tras dos concentraciones ausente, fue noticia. A pesar de que la del Pachuca no formaba parte de 'Las 15' sí que se solidarizó con ellas y les mostró su apoyo. Su regreso marcó un punto de inflexión en el conflicto, que empezaba a desencallarse.

Qué final nos regalaron el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Una de las más épicas y emocionantes que se recuerdan. Con el Barça eliminado de la competición, al resto de los equipos se le presentaba una oportunidad de oro para ampliar su palmarés. O, en el caso del Real Madrid, de conquistar el primer título de su historia.

Corría el minuto 88 cuando las de Alberto Toril marchaban 2-0 por delante en el marcador y se relamían con el triunfo. Lucía Moral, en el 88, apretaba el resultado. Y en el 95, Banini entró en los libros de historia rojiblancos. Su libre directo empató un partido al que ya se le había catalogado de histórico por la tremenda tromba de agua que estaba cayendo ese día sobre Leganés. La argentina empató un partido que se acabó decidiendo en la tanda de penaltis. El Atleti resurgió de sus cenizas, tanto sus jugadoras como sus aficionados lo consideran un punto de inflexión en el devenir que estaba tomando el equipo, y el madridismo recordará para siempre esa amarga final.

El 2023 también fue el año en el que el Barça volvió a reinar en Europa. Las de Jonatan Giráldez se quitaron la espinita del curso pasado, en el que cayeron ante el Olympique de Lyon en la final de la Champions, y conquistaron su segunda Champions.

Mención aparte para Patri Guijarro, que inició el camino de la remontada con dos tantos y protagonizó una de las mejores actuaciones individuales que se recuerdan en un partido de tal envergadura. El Barça, tras ir perdiendo por 2-0, ganó por 3-2 al Wolfsburgo y se convirtió en el mejor equipo de Europa.

La prelista del Mundial se convirtió en uno de los eventos más esperados del año. La principal incógnita era saber si 'Las 15' formarían parte de ella. Jorge Vilda, el seleccionador nacional por aquel entonces, convocó a unas y a otras no. Algunas de ellas no dieron su brazo a torcer y se mostraron no convocables y otras informaron a la RFEF que ya estaban disponibles. De las últimas, Ona Battle, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey acudieron al Mundial. Otras como Laia Aleixandri, Sandra Paños, Lucía García o Andrea Pereira no contaron con el beneplácito del seleccionador.

Por su parte, Jenni Hermoso, Alexia Putellas e Irene Paredes entraron en la convocatoria, completando una Selección en la que compartían vestuario jugadoras como las tres citadas anteriormente, con debutantes en un torneo como el Mundial y con muy pocos partidos internacionales en sus botas. Fuere como fuere, no pudo ir mejor.

La fase de grupos del Mundial mostró la cara y la cruz de la Selección. Por primera vez, la Selección ganaba dos partidos en una copa del mundo. Sin embargo, la antesala a los octavos de final fue amarga y España encendió todas las alarmas al sucumbir ante Japón en uno de los peores partidos que se le recuerdan.

Y como nunca sabes por dónde te va a salir la Selección, ese partido significó un antes y un después y les dio fuerzas para convertirse en el mejor equipo del mundo. A partir de ahí, España ganó a Suiza, Países Bajos, Suecia e Inglaterra.

El nombre de Olga Carmona permanecerá para siempre en los libros de historia del deporte español. Su disparo cruzado en el minuto 29 de la final ante Inglaterra supuso el gol más importante del fútbol femenino nacional. Además, el tanto de la futbolista del Real Madrid esconde una emotiva historia.

La lateral celebró su gol levantándose la camiseta y mostrando un mensaje de ánimo a una de sus mejores amigas por la reciente pérdida de su madre. Lo que no sabía la campeona del mundo es que su padre también había fallecido días antes de la final. Una noticia que recibió tras el partido y que conmovió a propios y a extraños. "No tengo palabras para agradecer todo vuestro cariño. Fue el mejor y el peor día de mi vida. Sé que tú querrías verme disfrutar de este momento histórico, por eso estaré con mis compañeras, para que desde donde estés sepas que esta estrella también es tuya papá", escribió en sus redes sociales.

Y como España es España, y su fútbol femenino parece estar abonado al riesgo, su noche más feliz se convirtió en una de las más amargas gracias a Luis Rubiales. Su desmedido y lamentable comportamiento durante la ceremonia de entrega de las medallas a las campeonas enturbió un día histórico.

El beso no consentido a Jenni Hermoso, el sinfín de despropósitos que el expresidente de la RFEF protagonizó esa noche del 20 de agosto, desencadenaron en una crisis sin precedentes. Lejos de arreglarlo, y tal y como destapó Relevo, Rubiales le rogó a Jenni Hermoso que formase parte del vídeo que se grabó disculpándose por sus actos. Tras estos incidentes y cuando parecía que iba a dimitir, deleitó a todo el mundo con su ya famoso discurso del "falso feminismo", que dejó atónita a la sociedad.

Todos los estamentos nacionales entraron en escena y Luis Rubiales acabó dimitiendo el pasado 10 de septiembre. Además, la FIFA, que ya se habría pronunciado tras la final, y el TAD (el Tribunal Administrativo del Deporte) acabaron inhabilitando al expresidente de la RFEF por tres años.

El caso Rubiales también provocó uno de los movimientos sociales más poderosos que se recuerdan. Tras su surrealista discurso en la RFEF, Alexia Putellas tuiteó: "Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo, compañera @Jennihermoso". A ese tuit le siguieron los de sus compañeras de Selección y del mundo del fútbol.

Además, tal y como contó Relevo, muchas de las futbolistas que habían vestido en algún momento la camiseta de la Selección -lideradas por Verónica Boquete- se juntaron en un grupo de Whatsapp y mostraron su apoyo a la jugadora del Pachuca. Nunca antes el fútbol femenino nacional había estado tan unido. El #SeAcabó se convirtió en un lema, conectó con todos los ámbitos de la sociedad y reflejó el hartazgo de muchas mujeres con la desigualdad de género.

Tras el Mundial, el fútbol femenino español volvió a su realidad. Si el año pasado el inicio de Liga F se retrasó por la huelga del estamento arbitral, este curso fueron las futbolistas las que aplazaron el comienzo liguero. El banco social, liderado por FUTPRO -el sindicato mayoritario de las jugadoras- y Liga F no se pusieron de acuerdo en el sueldo mínimo y la primera cita del campeonato se aplazó.

Unos meses antes, el 24 de junio, Relevo desveló que Finetwork, el que se suponía que era el title sponsor de la competición no había firmado el contrato que le unía con Liga F. La empresa borró todo lo relacionado con la competición de sus redes sociales y alegó que no tenía ningún tipo de vinculación contractual con la primera división del fútbol femenino español. Finetwork y su dinero desaparecieron y, a día de hoy, la patronal y ellos están inmersos en un proceso judicial que resuelva la situación.

Los aplausos, entre otros motivos, al discurso de Luis Rubiales se cobraron varias víctimas. Entre ellas, Jorge Vilda. El exseleccionador nacional vio como en cuestión de días se proclamaba campeón del mundo y la RFEF prescindía de él. Su continuidad en la Selección, tantas veces cuestionada, llegaba a su fin justo en su etapa más exitosa. Tras ocho años en el cargo, además del de director deportivo, el técnico madrileño decía adiós a una trayectoria en la que su gran lunar, entre otros, fue la gestión del grupo.

Tras él, la RFEF nombró seleccionadora a Montse Tomé, la segunda de Vilda, tal y como adelantó Relevo. En sus primeros días, los aplausos a Luis Rubiales le pesaron, a pesar de que se disculpó, y la sensación era que la RFEF elegía el camino más fácil y optaba por una línea continuista. Tampoco ayudó su primera lista, en la que incluyó a gran parte de las campeonas del mundo -que se habían plantado- y a Mapi León y Patri Guijarro. Su puesto llegó a peligrar. Pero los resultados fueron calmando los ánimos y Montse Tomé, a día de hoy, mantiene su cargo. Sin embargo, su autoridad en el vestuario -que no la ve como una líder- no da la sensación de ser suficiente.

Acabó siendo un éxito, pero el inicio de la primera concentración de la Selección tras el Mundial fue un caos. En una polémica decisión -otra más-, la RFEF decidió cambiarla de sede: de Las Rozas a Oliva. Se organizó tarde y mal. Incluso, un día antes, había jugadoras que no sabían si debían de viajar a Valencia o Madrid y a las que la RFEF ni siquiera les había sacado los billetes de avión. Para explicar el cambio, el ente federativo alegó que, tras toda la polémica, buscaban un entorno seguro, alejado de los medios. Lo cierto es que lograron lo contrario. Unas jugadoras fueron citadas en Madrid y otras en Valencia. Cada una viajó por su cuenta y los medios de comunicación contamos sus viajes y sus llegadas a los respectivos hoteles como si de un reality se tratase. Un seguimiento que perduró hasta el fin del conflicto.

Finalmente, todas llegaron a Oliva y allí se produjo el cónclave. Una reunión entre las jugadoras, lideradas por Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa, que se alargó hasta las 5:30h de la mañana y que vivió momentos de tensión. Incluso, entre las futbolistas y Montse Tomé. Las primeras no olvidaban sus aplausos al discurso de Luis Rubiales. Víctor Francos, el expresidente del CSD se encargó de mediar entre las jugadoras y la RFEF, que exigían una serie de cambios bajo la amenaza de abandonar la concentración. Al ente federativo, entre la espada y la pared, no le quedó otra que cumplir con sus promesas, que tantas veces habían caído en saco roto.

Aunque en un principio se temió porque todas las jugadoras acabasen marchándose de la Selección, tan sólo Mapi León y Patri Guijarro se fueron. "No han sido las maneras ni las formas de volver. No estamos en condiciones de decir: 'Ahora vuelves'. Esto es un proceso", afirmaron a su salida.

Tras la reunión, las futbolistas entrenaron y, al día siguiente, pusieron rumbo a Suecia. Con apenas unas horas de sueño y con una presión brutal, Aitana y compañía debutaban en la Nations League ante el conjunto escandinavo. Pero antes, Alexia e Irene Paredes protagonizaron una de las ruedas de prensa más emocionantes que se recuerdan en la que expusieron lo que había pasado y lo que habían sentido hasta llegar a ese momento.

España ganó por 2-3 con un gol de Mariona de penalti y en el minuto 96. Parecía que estaba escrito. Muchos estaban esperando su derrota tras todo lo sucedido tras la conquista del Mundial. En cambio, las campeonas del mundo se sacaron de la chistera uno de los mejores partidos de su historia y espantaron de un plumazo todas las críticas. Habían demostrado lo que tantas veces se habían visto obligadas a defender, que eran unas profesionales. "A la gente que espera que nos vaya mal, lo siento", comentaba Mariona, con una sonrisa de oreja a oreja, tras el partido. La sensación es que España había ganado uno de los partidos más importantes de su historia.

En el 2023, el fútbol femenino español conquistó su tercer Balón de Oro seguido. Tras los dos de Alexia Putellas, fue el turno de Aitana Bonmatí. Pocas veces un Balón de Oro había sido tan merecido y tan poco discutido. La victoria de la del Barça fue apabullante.

Aitana protagonizó un año mágico y se convirtió en la primera futbolista, hombre o mujer, en ganarlo absolutamente todo en un año: desde la Champions al Mundial, pasando por los trofeos individuales más prestigiosos. El 30 de octubre, el mundo del fútbol coronó a la de Sant Pere de Ribes como la mejor jugadora del mundo.

Y cuando parecía que la tormenta estaba amainando..., llegó el partido ante Suiza. La RFEF alegó un error informático para explicar que Irene Paredes no había entrado en la convocatoria ante las suizas. La central del Barça vivió el partido sentada en el banquillo. Sin embargo, y tal y como desveló Relevo, su ausencia se debió a un fallo humano y no a un error informático. La RFEF volvía a caer en los errores del pasado y seguía dando la sensación de que no había élite para la élite.

Si esa concentración estuvo marcada por el "error informático", la siguiente no se quedó atrás y dio paso a uno de los capítulos más bochornosos que se recuerdan en la Selección: el esperpento de Pasarón. En el descanso del partido ante Italia, Aitana y Montse Tomé tuvieron sus más y sus menos y la primera se quedó en el vestuario. La decisión desembocó en un caos absoluto y la Selección saltó al campo con una jugadora menos. La árbitra señaló el inicio del segundo tiempo y las italianas marcaron gol. A partir de ese momento España cayó en picado y sufrió su primera derrota. Otra vez, se volvía a hablar de lo que pasaba fuera de los terrenos de juego. El día de la marmota.

Pero, y como ya os habréis dado cuenta, España es capaz de lo mejor y de lo peor. A cada mala noticia, le sigue una buena. Por eso, el final del texto acaba con España alcanzando, por primera vez en su historia, el primer puesto del ranking FIFA. La conquista del Mundial y su clasificación para la Final Four de la Nations League la han aupado a la cima de la élite del fútbol.

Ahora, viene la mala noticia. A pesar de los éxitos deportivos, la gestión del fútbol femenino español sigue siendo su gran lunar. Por ejemplo, acabamos el año con la organización -prácticamente- clandestina de la Supercopa de España, demostrando que todavía queda mucho camino por recorrer y que seguimos mirando con envidia a otros países. El impacto que provocó la conquista de la Eurocopa en Inglaterra es inversamente proporcional al que está teniendo el Mundial en España.