RUBIALES NO DIMITE

Al principio, Rubiales no quería ni grabar el vídeo de disculpa: cronología de una inmolación

Desde el final del partido ante Inglaterra, cuando se tocó los genitales en el palco, Rubiales abochornó a un país entero a ojos de todo el mundo por su comportamiento inapropiado tras la consecución del Mundial.

Luis Rubiales, en la recepción en Moncloa tras la consecución del Mundial femenino. /REUTERS
Luis Rubiales, en la recepción en Moncloa tras la consecución del Mundial femenino. REUTERS
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

¿Qué cambió en la cabeza de Luis Rubiales para pasar del "es un pico de dos amigos, no hagamos caso a los tontos ni a los idiotas" al "tengo que disculparme, no queda otra"? En realidad, poca cosa, porque el presidente de la Federación nunca pensó que hubiese ningún motivo por el que disculparse. De ahí que deslizase aquel "lo veíamos algo natural, normal". Vayamos por partes para reconstruir una inmolación pública en la que el dirigente pasó de la bravuconada en los micrófonos de COPE a la recogida de cable a medias ante las cámaras de la RFEF y que ha acabado con su mandato en el aire, pese a confirmar en la Asamblea que no va a dimitir.

Lo primero en esta bochornosa secuencia de acontecimientos, conviene no olvidarlo, fue el gesto a escasos metros de la Reina y la Infanta. Rubiales agarró sus partes para mostrar su euforia por el Mundial conquistado por la Selección. Poco después bajó a la entrega de medallas y llegó la secuencia que ha dado la vuelta al mundo: agarró a Jenni Hermoso y la besó en la boca sin su consentimiento. Después, repartió besos y abrazos entre las futbolistas que celebraban el título antes de bajar al vestuario (a Athenea incluso la levantó en su hombro), bromear sobre su futuro matrimonio con Hermoso e invitarlas a todas a un viaje a Ibiza.

¿Qué pasó entonces? Las redes sociales comenzaron a arder y el mundo de la política y del panorama social denunciaron en tromba lo ocurrido. Ante esto Rubiales, lejos de apagar el incendio, echó gasolina en las llamas. Dijo en El Partidazo de Cope que no está para "gilipolleces ni tontos del culo". "Es un pico de dos amigos celebrando algo (...) No me preguntéis cosas de pringaos. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías. Hay más tontos que ventanas", sentenció. El equipo de comunicación de la RFEF, consciente del revuelo, envió a EFE unas supuestas declaraciones de Jenni Hermoso que, como informó Relevo, nunca salieron de la boca ni del bolígrafo de la jugadora. Creían haber calmado los ánimos.

Con la opinión pública en ebullición, la expedición española se montó en un avión en Sídney rumbo a Doha, donde debían hacer escala para repostar. Esas horas fueron realmente tensas, con los asesores del presidente tratando de apagar un incendio que se extendía de forma descontrolada. Con conexión a Internet en el vuelo, las reacciones se iban conociendo y la preocupación creció del todo con las palabras de Miquel Iceta exigiendo disculpas.

Un vídeo que no quería grabar y el ruego a Jenni Hermoso

Ahí tuvo lugar un cónclave de Rubiales con sus asesores. El presidente seguía en sus trece: no quería grabar ningún vídeo para disculparse. Finalmente, después de la ola de reacciones, le hicieron entrar en razón, más obligado que convencido, e intentaron que Jenni Hermoso apareciera en el vídeo de disculpas que planeaban grabar durante la escala. La jugadora se negó. También lo intentaron con Ivana Andrés, que tampoco quiso participar. Al presidente, que seguía sin verlo, no le quedó otro remedio que salir en solitario.

¿El resultado? Un vídeo poco creíble, con unas disculpas que parecían lo que eran: obligadas y sin conciencia de haber actuado mal. Por segunda vez el presidente desperdició una oportunidad de rectificar y, lejos de calmar los ánimos, hizo la bola de nieve aún más grande.

Al mismo tiempo, el comportamiento de Rubiales era ya una cuestión de Estado y en el PSOE existía una fuerte división por la cobertura de Moncloa a Rubiales. Se exigía que se llegara hasta el final. Un malestar que expresó públicamente Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones, que exigió con rotundidad su dimisión por "agredir a una mujer".

Con ese clima de tensión aterrizaron las campeonas en Madrid, donde Rubiales posó para la foto al bajar del avión y se evaporó después. Aunque en el autobús de las campeonas estaban presentes alguno de sus asesores más cercanos, el presidente no apareció por Madrid Río. Sólo Jorge Vilda, que agradeció su labor en su discurso, se acordó de él. Las jugadoras prefirieron disfrutar de su momento.

Frialdad y exigencias de Pedro Sánchez

Al día siguiente tocó la recepción en la Moncloa, acto al que sí acudió Luis Rubiales. Su saludo con Pedro Sánchez fue frío y poco después el presidente del Gobierno en funciones tomó la palabra para decir que "las disculpas no son suficientes ni adecuadas; fue un gesto inaceptable; tiene que seguir dando pasos el señor Rubiales". Estas declaraciones, pronunciadas el martes 22 de agosto, agitaron aún más la silla del presidente de la RFEF. Desde ese día, el ambiente de funeral se instaló en la Federación.

Decenas de cargos públicos, sindicatos de futbolistas y personalidades de todo el mundo coincidieron en censurar la actitud inapropiada del dirigente, que acumuló hasta cuatro denuncias ante el Consejo Superior de Deportes: de Miguel Ángel Galán, presidente de la Centro Nacional de Formación de Entrenadores de fútbol (CENAFE), de Sumar, de Xavier Estrada Fernández, exárbitro de la Real Federación Española de Fútbol y de la Liga Profesional de Fútbol Femenino.

Comunicado del sindicato de Jenni Hermoso y pérdida de apoyos en la Asamblea

Uno de los golpes más fuertes lo sufrió el miércoles 23 de agosto, cuando el sindicato que representa a Jenni Hermoso pidió en un comunicado que los actos de Rubiales no quedaran "impunes". "Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ, se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto", fueron las palabras de la jugadora en el contundente documento de FUTPRO. La organización, en representación de la futbolista, exigió al CSD que interviniera y a la federación que vele por los derechos de la deportista: "Estamos trabajando para que actos como los que hemos visto nunca queden impunes, sean sancionados y se adopten las medidas pertinentes que protejan a las futbolistas de acciones que creemos son inaceptables".

Rubiales estaba acorralado, pero se aferraba a la Asamblea que convocó para este viernes. La previsión del dirigente era que todos los presidentes de las Territoriales, que siempre se han mostrado en su gran mayoría afines, le brindaran su apoyo y expusieran que era la persona idónea para continuar en el cargo. Pero la presión social y política provocaron espantadas en cadena. Varios clubes anunciaron que no iban a acudir a la cita (FC Barcelona, Getafe, Osasuna, Real Sociedad, UD Las Palmas y Deportivo Alavés). En cuanto a Federaciones, la del País Vasco (Guipúzcoa, Vizcaya y Álava) tampoco se pronunció claramente comunicando que no iba a acudir. Futbolistas como Isco también dieron un paso al frente: "Si no fue consentido es un abuso de poder. Le mando todo mi apoyo a Jenni Hermoso".

El movimiento de la FIFA al mediodía de este jueves fue demoledor. La última gran cornada en una semana de inmolación. El máximo organismo del fútbol mundial abrió un procedimiento disciplinario contra el presidente de la Federación, que también es vicepresidente de la UEFA. Un movimiento que terminó de acorralar al mandatario español y que, tras cinco años de escándalos, se aferra a su presidencia de la RFEF, a la espera de los pasos que siga el CSD para decidir su futuro.