El curso sobre el juego de posición que llevó a Carles Martínez a ganar al PSG de Mbappé y al Liverpool de Klopp
El técnico catalán, formado en las canteras de Espanyol y Barça, pasó de no tener equipo a ser el segundo del Toulouse gracias a una formación sobre el juego de posición.

Carles Martínez pasea por el campo del Llerona. Allí, en les Franqueses del Vallès, al norte de Barcelona, empezó todo para el actual entrenador del Toulouse. Primero, como portero. Luego desde el otro lado de la cal. "Tenía claro que sería profesor de educación física. Entrenaba porque me gustaba, era un tema pasional", reconoce en Relevo. Su curiosidad le destapó un talento que poco a poco fue perfilando el técnico que llevaba dentro.
"La vida da muchas vueltas", comenta. Y no por repetida la frase deja de ser menos cierta. Como entrenador, creció en el Granollers. Luego dio el salto al Espanyol. "Entonces me di cuenta de que esto podía ir en serio", recuerda. Empezó como fisio y preparador de porteros. Por sus manos pasó Pau López. Luego llegaría la llamada del Barça. Su camino a la élite todavía quedaba lejos. Este texto es el inicio de su carrera. Próximamente saldrá la entrevista completa.
Un paso por La Masia para formar al mejor talento
En La Masia acompañó en el crecimiento de Xavi Simons, Fermín o Gavi. Cuatro años después, en julio de 2019, finalizó su etapa en Barcelona. "La gente piensa que por haber estado en el Barça, al día siguiente de salir tienes 30 llamadas", comenta. No lo tuvo tan fácil. Unos meses después, aceptó la propuesta de Carles Martorell, coordinador del Al -Rayyan, para entrenar a equipo Sub-17.
"La gente pensará que fui por los sueldos. Pero entrenaba al Sub-19. A veces tenía 11 niños, a veces 15, a veces 8… Nunca lo sabías. Pero fuimos porque sentí que me faltaban cosas por aprender: abrirme en el mundo, pensar más… y el inglés", cuenta. "Fui un 23 de diciembre, justo antes de Navidad, estuvo un tiempo en un hotel y cuando encontré la casa, llegó el covid. Estuve cinco meses lejos de la familia. Aprendí a ser fuerte", explica.
En octubre de 2020 se marchó a Kuwait. "Allí me rodeé de entrenadores de mucho nivel", dice. Estuvo hasta el verano de 2022. "Decidí irme de Kuwait porque tenía ganas de volver a Europa. Y sobre todo si podía ser aquí, en casa. Tenía cositas importantes en España que podían haberse dado y me atreví a dejarlo", explica. Durante un tiempo fue tertuliano y estuvo a punto de aceptar la propuesta de entrenar un equipo de la Kings League.
Entonces ya se le había abierto una puerta que, aunque todavía no lo sabía, le llevaría a la élite. "Me llamó una empresa que se llama 'Nosotros', de Francia, que hace cursos online, y me dijeron que les gustaba mucho el estilo del juego de posición, que intentaban ir mucho a ver cosas del Barça", cuenta. En total, fueron más de seis horas de vídeo. Fue en el momento del cambio de Catar a Kuwait. El curso se fue comercializando, "la gente que la vio quedó contenta". Lo fue viendo más y más gente a medida que pasaban los meses.
La oportunidad más grande de su vida
Tiempo después, el curso llegó a las pantallas del Toulouse FC. Les gustó y quisieron profundizar en algunos temas y por ello se pusieron en contacto con Carles. "Cuando colgaron la llamada, les avisé de que ya no estaba en Kuwait. Ellos no lo sabían. Una hora después me llamaron y me propusieron ser el segundo de Philippe Montanier y el encargado de metodología del club. Lógicamente la respuesta fue que sí", cuenta.
En diciembre de 2022 ya estaba en Toulouse. La temporada acabó con dos grandes noticias. El Téfécé ganó la Copa, su primer título. Montanier dejó el equipo y el club no dudó en ofrecerle el banquillo a Carles. Sobre el verde están los resultados: fútbol valiente y reconocible, de autor, que la temporada pasada ya fue capaz de ganarle al Liverpool de Klopp o al PSG de Mbappé en París.