VILLARREAL - VALENCIA

Anatomía de una caída en Valencia: "Marcelino y Mateu dejaron muchas viudas; hicieron sombra a Lim y eso se paga"

Cinco periodistas que cubren la actualidad del Valencia C.F. desgranan qué supuso la llegada, el paso y la marcha de Marcelino del banquillo de Mestalla.

Marcelino, manteado en Mestalla. /EFE
Marcelino, manteado en Mestalla. EFE
Cristina Bea

Cristina Bea

Son muchos los titulares que nos dejan los cinco periodistas valencianos que nos ayudan a conformar un perfil de lo que supuso o ha supuesto ―porque las consecuencias cuentan que continúan―, la salida de Marcelino García Toral del Valencia al que se medirá este domingo en La Cerámica en su regreso al banquillo del Villarreal. Ya recibió en la primera vuelta en Mestalla el cariño de una afición que le recuerda continuamente. Y es que su adiós marcó un antes y un después en el Valencia.

Su destitución che el 11-S de 2019 es una buena metáfora del derrumbe deportivo de la entidad de Mestalla tras la salida del asturiano, no sólo por lo que significó a título personal en sus dos campañas en el Valencia, al que clasificó en sendas temporadas para la Champions, alcanzó unas semifinales de la Europa League y levantó la Copa del Rey ante el Barça de Messi, sino por lo que Fran Guaita, Hugo Ballester, Héctor Esteban, Nacho Cotino y Rafa Marín coinciden en señalar como un "empequeñecimiento del Valencia", "un Valencia sin proyecto".

Un proceso destructivo que dura casi cinco años y que tiene en el Valencia de Baraja, octavo con 40 puntos, a tres de Europa con un partido menos, un "espejismo" que no priva a nuestros protagonistas de un análisis pormenorizado del adiós forzoso de Marcelino al banquillo blanquinegro y lo que trajo consigo.

"Con Marcelino en el banquillo ha sido la última vez en la última década posiblemente, y sin el posiblemente, en la que concebimos el Valencia tal y como lo debemos concebir, que es como un gran proyecto deportivo. Yo me remontaría hasta la etapa de Unai Emery. Hay mucha gente que recuerda el éxito de la primera temporada de Nuno en el banquillo (el Valencia se clasificó para la Champions en la última jornada de Liga), pero yo creo que fue, entiéndase el concepto, mucho más artificial. Creo que no generó ese sentimiento de pertenencia con el proyecto, con el banquillo, con la idiosincrasia del club que generó la etapa de Marcelino. Y, evidentemente, aquí siempre tenemos que hacer un anexo en que tuviera a Mateo Alemany", recalca Hugo Ballester, jefe de Deportes de COPE Valencia.

Marcelino posa como entrenador del Valencia.
Marcelino posa como entrenador del Valencia.

"Este Valencia venía de la primera gran crisis de Peter Lim al frente del club. Una crisis que se salva con la intermediación de Tebas, que le convence para fichar a Mateu Alemany", recuerda Rafa Marín, director de Superdeporte, sobre un binomio indisoluble a la hora de entender el éxito y el drama de su presencia y ausencia en el organigrama valencianista.

La pareja Alemany-Marcelino y la fórmula del éxito

"Por consejo de LaLiga llega Mateu Alemany, que es un tipo ganador, competitivo, apretador, que quiere despertar al gigante ―porque al Valencia lo consideraba un gigante―, y su gran apuesta es Marcelino. Marcelino llega en esa temporada 17/18 y el Valencia de manera súbita cambia. En la quinta jornada hay un 5-0 al Málaga y desde ese partido gana consecutivamente, entre Liga y Copa, nueve partidos. El Valencia no pierde hasta diciembre, en Getafe. El efecto rebote que se busca, que es que el Valencia vuelva a ser competitivo, lo consiguen de manera inmediata, el gigante despierta rápidamente, porque el Valencia empata en el Bernabéu, empata con el Atlético de Madrid, le gana al Athletic Club de Bilbao, gana en San Sebastián, le mete cuatro al Sevilla... y ése es Marcelino. Marcelino y Mateu", afirma Fran Guaita, jefe de Deportes de Cadena SER Radio Valencia sobre un aterrizaje en el banquillo che que "buscaba revitalizar un equipo que la temporada anterior a su llegada por primera vez ocupa la 'zona Meriton' que hemos entendido todos como duodécimo, decimotercero... Él viene después de una tempestad absoluta, que es un año con Ayestarán, con Voro y con Prandelli. El Valencia ese año es intrascendente y es la primera gran caída en esta temporada 2016/2017 después de la ilusión generada por Nuno".

"Marcelino se convirtió en un hombre tan fuerte que podía hacerle sombra al máximo accionista o al presidente de entonces, y ya sabemos eso cómo se paga en Meriton"

Rafa Marín Director de Superdeporte

"A partir de ahí Marcelino, que era más que un entrenador, porque sabíamos también de su buena relación tanto con Mateu como con Pablo Longoria y su gusto por dejar huella en la configuración de las plantillas, se convirtió en un hombre fuerte. Un hombre tan fuerte que podía hacerle sombra al máximo accionista o al presidente de entonces, y ya sabemos eso cómo se paga en Meriton", esboza Rafa Marín, director de Superdeporte, sobre lo que no dudan en calificar como "celos" de Anil Murthy, presidente del Valencia en aquellas fechas.

"Yo tengo una anécdota de la segunda pretemporada de Marcelino en el Valencia, en Crans Montana (Suiza). Estábamos en una cena con periodistas y un compañero le dijo a Anil Murthy: 'Dicen por ahí que tienes celos de Mateu Alemany'. Y Murthy dijo: 'No, no, son amigos, tal'. En esa cena escenificaron una falsa cordialidad por parte de Murthy. Mateu Alemany se había convertido en el ingeniero del proyecto y Marcelino era el capataz encargado, podríamos llamarle, de levantar el edificio", confiesa Héctor Esteban, entonces jefe de Deportes de Las Provincias, hoy de Información.

Alemany charla con Marcelino.
Alemany charla con Marcelino.

Un engranaje perfecto entre ambos que generó muchas tensiones respecto al entonces presidente valencianista, que acabaría provocando la salida de Marcelino. "Anil no dejaba de ser una correa de transmisión. Éste era el que lo vivía aquí, pero Lim siempre ha pretendido que en Valencia se le vea como un salvador del club y nunca se le ha visto así, sino todo lo contrario. Si encima Anil desde aquí le azuzaba el fuego explicándole que todo el mundo estaba con Marcelino y que Marcelino y Mateu paseaban por la calle como los reyes del mambo cuando a Lim y al propio Murthy muchas veces se les insultaba, pues era algo para ellos inadmisible", relata Nacho Cotino, jefe de Deportes de La 8 Mediterráneo.

El bolsillo... y los celos

Fran Guaita señala dos factores como claves en la destitución de Marcelino de Valencia, cuyas consecuencias siguen lastrando a los ches: "Hay factores económicos. El hecho de que Peter Lim quizá pensara: 'Oye, si un año no entramos en Champions, aquí estamos perdiendo 60-70 millones'. Y hay un factor seguro de celos, porque es la época en la que toda Valencia se enamora de la doble 'M', que es el corazón del valencianismo. Todo el mundo es de Mateu y de Marcelino, y hay un señor que hace un papel para mí clave, determinante, que es Anil Murphy relatando allí en Singapur lo que está pasando: 'Oye, Peter, aquí el dinero lo pones tú, aquí eres tú el que ha venido y has salvado al Valencia del concurso de acreedores y aquí nadie te agradece que tú estés sosteniendo esto pagándole a Mateu, pagándole a Marcelino, poniendo un buen dinero y nadie te lo está agradeciendo. Aquí parece que el club es de Marcelino y de Mateu'. Anil, que es el villano de esta historia, cuenta su versión a Singapur de manera interesada del control del club que tiene Marcelino, que tiene Mateu, de la intervención de determinados agentes (Eugenio Botas) en determinadas operaciones… Todo eso llega a oídos del que está en Singapur y precipita el corte abrupto de un proyecto que, se pueden hacer mil matices y consideraciones, pero es evidente que funcionaba", lamenta Guaita.

Funcionó hasta el punto de que el Valencia selló dos clasificaciones Champions consecutivas, unas semifinales de la Europa League en las que cayó ante el Arsenal y levantó su octava Copa del Rey once temporadas después del último título copero. Fue el primer título para Marcelino "después de más de 700 partidos en los banquillos", destaca Hugo Ballester, y el principio del fin de su paso por el banquillo valencianista. "Hay veces que hay que ejercer de abogado del diablo para contar toda la historia. Yo creo que el que tiene la razón es él, y cuando hablo de él incluyo a Mateu. Yo creo que él, cuando con tu trabajo, con tu obra, construyes un proyecto como el que él construyó en dos temporadas, tiene todo el derecho del mundo a sentir ese poder sobre sus hombros, porque también sentía esa responsabilidad de que pudiera salir mal. Y así se lo hicieron saber en el mes de enero de 2019, cuando el Valencia está en un momento de crisis deportiva, que no consigue ganar y viene aquella victoria contra el Huesca con el gol de Piccini a última hora.

En ese mercado de invierno hay un viaje a Singapur de Anil y de Mateu para reunirse con Peter y hablar de la situación deportiva del equipo e incluso del cargo de Marcelino. Salen de aquella reunión con una orden en la cual Peter Lim le había dicho no que tirara la Copa, fue más allá. Dijo que a él le daba igual ganar la Copa del Rey. Yo me acuerdo que aquello lo contó Villarejo en el mes de enero y la gente se echó las manos a la cabeza como diciendo: '¿Cómo va a no querer ganar la Copa del Rey?'. Ya no tirar la Copa del Rey, sino no querer ganar la Copa del Rey, porque él estaba obsesionado, porque había habido una inversión económica muy grande ―el VCF en aquella época prepandemia había disparado con pólvora de rey―, y Lim estaba obsesionado con que necesitaba los 50 o 60 millones de la Champions para no perder su inversión", rememora Hugo Ballester sobre unas indicaciones que no siguió ni Marcelino García Toral ni la plantilla valencianista, en aquel momento, obviando las consecuencias que podría acarrear.

"Peter Lim está en Sevilla el día de la final de la Copa, viendo el partido en un palco privado con David Bekcham, y ni pasa por el vestuario. No felicita a la plantilla ni al cuerpo técnico"

Fran Guaita Jefe de Deportes de Cadena SER Radio Valencia

"Marcelino siempre ha dicho ―primero lo decía en privado y luego ya lo reconoció públicamente―, que él considera que el principio del fin tiene que ver con un desafío tácito que luego fue público y expreso a la hora de confeccionar alineaciones pensando en ganar la Copa. Pero es que ese vestuario quería la Copa. Es que Parejo quería la Copa, es que Carlos Soler quería la Copa, es que Gayà quería la Copa, es que Garay quería la Copa... y Mateu y Marcelino no iban a ir en contra de lo que el vestuario determinaba. Pero Marce siempre ha defendido que el principio del fin tiene que ver con ese pulso que interpreta el máximo accionista, más preocupado por que el equipo se clasificara para la Champions que por que ganara la Copa del Rey. Y es verdad que en esa teoría, que puede parecer descabellada, hay una serie de hechos que confirman que eso no le gustó a Peter Lim. Para mí el más importante es que Peter Lim está en Sevilla el día de la final, viendo el partido en un palco privado con David Beckham, y ni pasa por el vestuario. No felicita a la plantilla ni al cuerpo técnico, con lo cual yo creo que Marcelino algo o todo de razón tiene en esa sospecha", rememora Guaita sobre la no celebración de Copa.

Marcelino celebra el título de Copa con el Valencia.
Marcelino celebra el título de Copa con el Valencia.

Aquel desacuerdo tuvo un siguiente capítulo aún más clarificador en Singapur. "Después de aquella daga del mes de enero, cuando consigue dar la vuelta a la situación, clasifica al equipo para la Champions en Valladolid y gana la Copa del Rey en Sevilla contra el Barça, Marcelino viaja a Singapur en el mes de julio con Mateu con el pecho hinchado porque, evidentemente, su convicción, su creencia en que sí que podía ser ambas cosas había salido adelante. Había salido victorioso. Cuando él llega a Singapur y abre la furgoneta y baja y es recibido por Peter Lim, allí a los pies de la furgoneta en Singapur, él recibe una expresión como 'enhorabuena por la Champions, no por la Copa', que luego confirma el propio Marcelino en rueda de prensa con el titular: 'A mí me han echado por ganar la Copa del Rey'. 

Una cumbre tensa y un mercado que acaba en pulso

Entonces, después de que en Singapur se le recibiera como se le recibió, él ya vuelve cruzado y ahí se junta con un mercado de verano en el cual él quiere apostar por Rafinha y por Denis y quiere dar salida en calidad de cedido a Ferran y a Kang-in porque los ve todavía verdes, y él cree que así no puede construir un proyecto todavía más ganador. Y se encuentra con que el dueño está vendiendo por detrás a Rodrigo al Atlético de Madrid, el fichaje un poco extraño de Thierry... Todo eso es una coctelera que al final termina con que Marcelino implosione contra la voluntad de Mateu. Porque Mateu, en privado, siempre ha reconocido que él pensó que tenían que asumir que el dueño estuviera enfadado pero que les siguiera dejando trabajar, y eso no ocurre porque Marcelino hace saltar la banca", revive Hugo Ballester.

Una implosión que dejó una frase que, a la postre, es la recordada en la salida del técnico asturiano del Valencia. La pronunció el 24 de agosto de 2019, dieciocho días antes de su destitución: "Tengo la certeza de que sólo los cangrejos corren hacia atrás o hacia el lado", dijo Marcelino sobre la posible salida al Atlético de Madrid de Rodrigo Moreno. "Fue un pulso a la propiedad", lo define Héctor Esteban. "Yo creo que Marcelino sabía que sus horas estaban contadas porque es la trayectoria de Meriton en el Valencia, el que se sale del carril está fuera. Y yo creo que Marcelino ya al final era como decir: 'Bueno, pues si me van a tirar dentro de dos semanas, precipitemos los acontecimientos y cuanto antes salga de aquí mejor, porque mi carrera va a ser muy corta ya en el Valencia', añade el periodista de Las Provincias.

Peter Lim, en el centro de la imagen, en una cumbre con MArcelino y Alemany.
Peter Lim, en el centro de la imagen, en una cumbre con MArcelino y Alemany.

"Lo que pasa es que aludimos muchas veces a la cultura oriental y demás para intentar explicar que hay cosas que aquí decimos con naturalidad que allí no se entienden, porque la verdad es que, visto fríamente, la declaración tampoco fue ofensiva. Para mí no lo fue. Además, si nos fijamos un poco es un discurso muy similar al que ahora mismo está teniendo Baraja, que está diciendo que él quiere un club que vaya acorde a la ambición que él tiene, y aquello era un poco en ese sentido. Era un toque de atención ante una realidad que había cambiado, y es que habíamos pasado de un club que, con las cosas mejor o peor hechas, sí que ambicionaba ciertas cosas, porque con Marcelino y con Mateu se habían fichado jugadores como Kondogbia, jugadores con caché y con prestigio para poder estar en la Champions, para poder optar por títulos. Y cuando de repente se empieza a ver que ya todo va a menos, que ya todo es vender, que ya todo es hacerlo más barato... Yo, de verdad, que en el momento que lo escuché no pensé que aquello pudiera ser el desencadenante, pero de las pocas versiones medio oficiales que tenemos era la de Fede Sagreras, el presidente de la Agrupación de Peñas valencianistas, que en una entrevista sí que explicó un día que le había contado Murthy que la declaración aquella del cangrejo ante la posible venta de Rodrigo al Atlético de Madrid podía haber sido el desencadenante definitivo que enfadó a Peter Lim. 

Y yo creo que lo que subyace en el fondo de todo esto es que lo que había era, primero, una intención clara de empequeñecer al club y de pasar de una plantilla con contratos importantes a una plantilla con contratos baratos, y se empieza por eso fichando a un Celades que sabían que no iba a poner problemas, y en segundo lugar, y para mí importantísimo, una cuestión ya de índole casi personal o de piel, un ataque de celos clarísimo de ver cómo la afición estaba literalmente enamorada de Marcelino y no de Murthy ni de Peter Lim, que pretendían aparentar que habían venido aquí como un ejército de salvación. Al final, todo junto en la coctelera, hizo que todo saltara por los aires", manifiesta Cotino.

Anil Murthy, con Alemany.  LAS PROVINCIAS
Anil Murthy, con Alemany. LAS PROVINCIAS

Celos es el término que utilizan los cinco para referirse al sentimiento del que fuera presidente del Valencia entre 2017 y 2022 hacia Marcelino y Mateu Alemany. "Peter Lim lo veía todo, como siempre, desde su torre de marfil, a la distancia, pero con Anil Murthy esas rencillas y esos celos estaban a la orden del día. No obstante, también hay que reconocer que Marcelino es posible que en algún momento también se pasase de frenada. Creo que al final lo cortés no quita lo valiente y que el tiempo nos ha hecho ver, sobre todo, ahora mismo con Baraja, que hay otra manera de trabajar con Meriton sin convertirse en alguien de Meriton", apunta Rafa Marín.

Tras Marcelino, Murthy se centra en Mateu Alemany

"Yo creo que Marcelino no lo supo gestionar. Lo vemos todo desde el prisma de que ahora lamentamos que no esté, entonces, como lamentamos que no esté, intentamos también buscar por su parte algo que pudiera haber hecho para calmar las aguas y haber hecho la vista gorda y haber seguido adelante con este proyecto, porque todos pensamos que hubo una parte de orgullo por su parte, totalmente comprensible, que le hizo dictar sentencia. Y ahí ya, al ver a Marcelino inmolarse, Anil se da cuenta que ese problema ya se lo ha quitado y centra todos los esfuerzos en denostar la figura de Mateu en Singapur. Al final, le sale el plan perfecto, porque su ego no le podía permitir convivir, en Valencia, con el éxito de Mateu y Marcelino y él estar a la sombra. Marcelino se inmola y él se carga a Mateu. Y ahí es donde implosiona el último proyecto desde Unai Emery donde en Valencia hemos sentido que había un Valencia, si no campeón, por lo menos en la senda de poder conseguir lo que se propusiera", resume pormenorizadamente Hugo Ballester, que describe a Marcelino como "el líder del líder".

"Marcelino era el líder del líder. Era el líder de Mateu Alemany, pero el líder del Valencia era Mateu, y aquí estamos huérfanos de gestión global pero, sobre todo, del balón, del club de fútbol"

Hugo Ballester Jefe de Deportes de COPE Valencia

"Marcelino era el líder de Mateu, pero el líder del Valencia era Mateu, y aquí estamos huérfanos de gestión global pero, sobre todo, de lo que a todos nos hace sacar una entrada para ver un partido de fútbol, que es el balón, que es el club de fútbol. Aquí nos hemos quedado en la SAD y hemos olvidado el C.F., y eso lo encabezaba y lideraba Mateu. Entonces, podíamos sobrevivir a la ausencia de Marcelino con dolor, pero no podíamos sobrevivir a la ausencia de Mateu en la gestión. Porque Marcelino es un entrenador de los más importantes de las últimas dos décadas del fútbol español y, evidentemente, deja un vacío en cuanto a la gestión diaria del equipo y del vestuario tremendo, pero Mateu Alemany ha sido sin duda uno de los mejores gestores deportivos de las últimas dos décadas del fútbol español y, te diría, europeo. Cuando tú pierdes ese líder que englobaba todo, pierdes la cabeza del dragón, y yo echo mucho de menos a Marcelino, le tengo una admiración deportiva por lo que significa como entrenador y su trabajo, pero mi sensación de orfandad viene con la gestión de Mateu", reconoce Hugo Ballester sobre las dos salidas del Valencia, la de Marcelino el 11 de septiembre (también salió once días después Pablo Longoria, director del Área Técnica y miembro de lo que Cotino llama "triunvirato") y la de Mateu Alemany como director general el 7 de noviembre del mismo 2019 después de más de un mes en el que no ejercía ninguna labor como director general y estaba a la espera de que se zanjase su relación con el club, al que llegó el 27 de marzo de 2017. Mes y medio después, el 11 de mayo, oficializó la llegada de Marcelino al equipo.

Tras su paso por el Barça, Mateu Alemany decide qué hacer con su futuro, no falto de propuestas. Marcelino dirige desde el pasado 13 de noviembre al Villarreal en su segunda etapa en el club groguet. En el impás desde su salida del Valencia, los blanquinegros han sido novenos (2019/20), decimoterceros (2020/21), novenos (2021/2022) y decimosextos (2022/2023) tras salvarse en la última jornada en el Villamarín ante el Betis, ante el que en mayo del 22 disputaron la final de la Copa del Rey con Bordalás en el mayor hito deportivo de estos años d.M. (después de Marcelino). Cuatro años y medio en los que por el banquillo del Valencia han transitado con menor que mayor fortuna Albert Celades, Javi Gracia, José Bordalás, Gennaro Gattuso y Voro hasta en tres ocasiones antes de que llegara a la entidad Rubén Baraja. 

Peter Lim, señalado

"Para mí Peter Lim no ha sabido qué hacer con el Valencia desde que se cargó a Mateu Alemany y a Marcelino. Verles en otro banquillo o en el palco es un poco como recordar la muerte de un familiar, como recordar un muy mal momento de la vida, porque para mí con la marcha de Mateu y Marcelino murió el Valencia competitivo, que es el Valencia que todos queremos y que es el Valencia que todos hemos conocido en la mayoría de las temporadas de nuestras vidas, así que remueve para mal, remueve en negativo y da mucha pena. Al final el sentimiento es el de la pena de no haber podido disfrutar del Valencia muchas más temporadas a ese nivel, que es el suyo: tercero, cuarto, ganar la Copa, jugar la Champions. Ése es el Valencia que todos hemos conocido", analiza Guaita, que se suma al concepto que se utiliza en Valencia para quien echa de menos a Marcelino García Toral (y a Mateu Alemany) en la entidad de Mestalla, el de "viudas de".

"Sí, yo me considero viuda, pero no de Marcelino y de Mateu, sino del Valencia competitivo que ellos entendieron. Ninguno de los dos es valenciano, pero los dos venían al Valencia sabiendo lo que es el Valencia y queriendo hacer del Valencia el Valencia que ellos conocían. No son de aquí, no han jugado aquí, no son Baraja, todavía tiene más valor el respeto a la entidad, a su afición. Y claro que dejaron muchas viudas. Yo creo que todas las que dejaron lo siguen siendo porque, como el Valencia no se ha recuperado, como el Valencia ambicioso sigue muerto, pues sigue el luto", reconoce Guaita.

Marcelino, en una rueda de prensa del Valencia.
Marcelino, en una rueda de prensa del Valencia.

"Es una gran decepción. Es como si te quitan el caramelo a la puerta del colegio. El Valencia parecía que volvía a esa senda. Todos sabemos lo que es el Valencia, es un equipo que tiene que pelear por la Champions, si no entras en la Champions pues puedes jugar la Europa League, pero el Valencia siempre tiene que estar ahí arriba. Había jugadores, los jugadores creían en el entrenador, el entrenador creía en los jugadores y, de repente, por una cuestión de celos, por una cuestión de poder, por una mala gestión a la que nos tiene acostumbrados Peter Lim, por un personaje que yo creo que ha sido lo peor que le ha pasado al Valencia en toda su historia, que es Anil Murthy, son una serie de circunstancias que no toleran que Marcelino diga lo que la propiedad no quiere oír, que se queje de la falta de jugadores, se queje de la gestión que está llevando el club. Esa decepción es la decepción que sufre todo el valencianismo y es el primer paso para llevarnos al Valencia actual que, gracias a Dios, Baraja está haciendo una gran campaña, pero el año pasado estuvimos a punto de bajar a la Segunda División", recuerda Héctor Esteban.

"Fue el punto de inflexión a partir del cual Meriton ya dejó claro que le daba exactamente igual lo que iba a pasar. Y, de hecho, se comprobó el verano posterior cuando ya se acaba de desmantelar el equipo con la salida precisamente al Villarreal de Coquelin y Parejo prácticamente regalados, que hasta los directivos del Villarreal estaban sorprendidos de las facilidades para que se los llevaran. Se recuerda con dolor, pero recuerdo unas declaraciones del propio Murthy, de las pocas veces que habló después del cese de Marcelino, que él lo decía claramente, que un entrenador puede ganar la Champions pero que si no está alineado con los intereses del máximo accionista en el Valencia está de sobra", dice Nacho Cotino sobre un antes y un después en el Valencia que trajo consigo un abaratamiento de las plantillas y sufrimiento clasificatorio que ha encontrado un respiro en el Valencia de Baraja. Los periodistas valencianos hablan de "suerte" y "placebo".

"La verdad es que nada ha cambiado desde la salida de Marcelino y eso es lo preocupante. Baraja vino porque Vicente Moreno no quiso venir pero yo creo, y ojalá me equivoque, que es un placebo"

Nacho Cotino Jefe de Deportes de La 8 Mediterráneo

"La verdad es que nada ha cambiado desde la salida de Marcelino y eso es lo preocupante, porque es verdad que coyunturalmente han tenido la suerte y el valencianismo ha tenido la fortuna de encontrarse con un entrenador que entiende perfectamente lo que es el Valencia. Y hablo de suerte porque el fichaje de Baraja tampoco fue el resultado de un trabajo de scouting del club, simplemente Baraja vino porque Vicente Moreno no quiso venir y se han encontrado con esto, pero yo creo que, y ojalá me equivoque, es un placebo. Baraja ha conseguido sacar partido de una plantilla muy estrecha de una forma que es casi la multiplicación de los panes y los peces, pero el proyecto es el mismo.

El proyecto es empequeñecer todavía más al club. Porque yo siempre he entendido que al final esto se trata de una inversión, y cuando tú tienes claro que, más allá de los anhelos deportivos de la afición -que son muy importantes, aunque a estos no les importen-, la única posibilidad de hacer sostenible la empresa es por arriba, invirtiendo para conseguir estar en Europa, para conseguir estar en el Champions, y estos lo que han hecho ha sido hacerlo sostenible... pero por abajo. Estos lo que han hecho ha sido decir: 'Bueno, pues no gasto, no ingreso', y entonces me convierto en un club mediocre, en un club pequeño. Y como las intenciones del máximo accionista no cambian, pues el futuro del Valencia está condenado mientras no cambie el máximo accionista o no cambie su forma de actuar", relata Cotino.

Unos números que delatan a Meriton

Lo dice el periodista (los periodistas, porque todos coinciden en las evidencias objetivas que dejan las cifras) y lo dicen los números, como recogió Nacho Sanchis en este reportaje publicado en Relevo tras el cierre del pasado mercado de verano, después del que hay que sumar la salida de Paulista al Atlético de Madrid como agente libre tras romper su vinculación con un Valencia que querría ahorrarse a toda costa de la ficha de cinco millones brutos del futbolista. Desde su llegada al Valencia en la campaña 2014/15, Peter Lim ha invertido alrededor de 495 millones de euros. Hasta la campaña 2019/2020, cuando cambia el proyecto deportivo che, Meriton invirtió 460 millones de euros. Desde entonces hasta ahora, tan solo 36 millones. Las ventas en toda la etapa Meriton se sitúan en 481 millones. Es decir, que Peter Lim ya ha recuperado la inversión desde su llegada aunque ello le haya supuesto perder hasta veintisiete futbolistas en apenas tres años.

Un tiempo en el que se produjo otro gran movimiento en el Valencia, la destitución de Anil Murthy el 30 de mayo de 2022 tras la publicación de los polémicos audios destapados por Superdeporte del exdirigente, relegado en el cargo por la que ya había sido presidenta de la entidad, Lay Hoon, mano derecha económica de Peter Lim. "Hay que reconocer que la gota que colmó el vaso, o lo que le costó a él el cuello, fue la tercera edición, en la que se metió directamente con el máximo accionista, del que dijo que no sabía de fútbol y que estaba senil, y no por todo lo demás que dijo, que era además gravísimo. Fueron ataques directos a Bordalás, que después ya supimos que estaba sentenciado desde antes de la final de Copa porque se había estado negociando con Gattuso, se metía con Carlos Soler, a la postre vendido, incluso habían declaraciones también muy paradigmáticas sobre Gayà, el pulso a la Generalitat. Aquello parecía que iba a ser un punto de inflexión. De hecho, supuso un cambio con la llegada de Lay Hoon, pero Meriton fue capaz de rearmarse, de aprovechar ese tiempo para volver a ponerse de pie y volver a negociar otra vez con la Generalitat", comenta Rafa Marín.

"No va a haber ningún presidente tan impresentable como Anil Murthy pero, al final, la gestión de Lay Hoon está siendo igual o más catastrófica"

Rafa Marín Director de Superdeporte

¿Y ha ido la cosa a mejor?, le pregunto. "No, al final se fue todavía a peor. No va a haber ningún presidente tan impresentable como Anil Murthy pero, al final, la gestión de Lay Hoon está siendo igual o más catastrófica todavía que la del expresidente. Incluso yo tengo la visión de que Lay Hoon fue una de las personas claves en que los audios llegasen a Singapur, pero eso es una opinión muy personal basada en algo también de información. Pero sí, Meriton allí estaba contra las cuerdas. Hubo un primer intento colocando a Sean Bai de director general y aquello duró un telediario. Después llegó Lay Hoon, que parecía que iba a ser otra cosa, pero al final ha terminado siendo más de lo mismo si no peor, porque el equipo bajo la presidencia de Lay Hoon estuvo a punto de bajar a Segunda división, se salvó en la última jornada. Deportivamente el desgobierno es absoluto y, su gran misión, que era reactivar las obras del estadio, ahí vemos que no se ha movido una piedra, todo absolutamente judicializado, bloqueo político, enfrentamiento además entre el ayuntamiento y el club y movimientos orquestales -no sé si decir en la oscuridad-, que tampoco han llegado a nada. Entonces, es muy difícil rescatar algo bueno de la presidencia, o de la segunda presidencia de Lay Hoon", reflexiona el director de Superdeporte.

Lay Hoon, presidenta del Valencia, en una conferencia de prensa.
Lay Hoon, presidenta del Valencia, en una conferencia de prensa.

"Lay Hoon nos puede gustar más o menos pero es una mujer de números. Es una empresaria y no es un personaje histriónico como era Anil Murthy, que, bueno, tenía sus "aficiones" que yo creo que eran poco compatibles con la gestión de un club como el Valencia Club de Fútbol. El zumo de naranja de Valencia no le gustaba mucho, prefería cosas más espumosas y con una graduación un poco superior, más elevada. Un presidente del Valencia no puede estar todo el día en la barra del bar, yo creo que con eso lo entiende todo el mundo. La suerte que hemos tenido es que al Valencia llegaron en la temporada pasada dos personas que sienten el club como propio.

Primero fue Rubén Baraja, que vino acompañado de Carlos Marchena, y luego de todo el equipo técnico que nutre al club actualmente. Y luego, la buena temporada que estamos haciendo y el buen resultado que han dado los jugadores que han salido del Mestalla. Eso ha sido un milagro. Pero si no llega a venir Baraja, si Baraja no llega a tomar unas decisiones que le salieron bien -hablo de Javi Guerra, hablo de Diego López, hablo de Alberto Marí... hablo de estas apuestas-, desgraciadamente hoy podríamos hablar de un Valencia en Segunda división, que hubiera sido la consecuencia y el resultado de los desmanes y los despropósitos de la propiedad y de un presidente como Anil Murthy. Lo mejor que le ha pasado al Valencia es que se vaya ese personaje del palco del Mestalla", asevera Héctor Esteban, que califica de "muy triste que el Valencia esté en esta situación".

"Es muy triste que el Valencia esté en esta situación. No sé hasta dónde vamos a llegar. Me preocupa que se vendan jugadores. La predisposición de Meriton siempre ha sido vender"

Héctor Esteban Jefe de Información de Las Provincias

"Yo no sé hasta dónde vamos a llegar. Me preocupa que se vendan jugadores. Ahora viene una oferta por Javi Guerra, por Mosquera, por Diego López y la predisposición de Meriton, de Peter Lim, siempre ha sido vender. Hemos tenido suerte con el vivero de jugadores que ha salido de la factoría Paterna, pero esto no es una fábrica de hacer longanizas. Es decir, igual llega un momento que pones en marcha la máquina de embutido y ya no salen longanizas. Y no sale nada. Es preocupante. A veces pienso que estamos viviendo esta temporada como un espejismo, que estamos 'uy, qué bien, y la temporada que viene ya veremos lo que pasa'. Y así el Valencia no puede vivir y creo que Meriton debe salir del Valencia. Aquí yo creo que Peter Lim ya no hace absolutamente nada: un estadio sin hacer, una deuda morrocotuda, un equipo totalmente desvirtuado deportivamente. Lo mejor que le puede pasar a Peter Lim y al Valencia es que Peter Lim se vaya del Valencia", sentencia Esteban.

El augurio de Marcelino

"La premonición de los cangrejos de Marcelino se ha cumplido con los años. Sólo hay que ver la clasificación, sólo hay que ver el nivel de la plantilla -independientemente del rendimiento del equipo este año, que es fantástico-, pero te hablo del nivel de posibilidades, de lo cara que es la plantilla, del dinero que se invierte, de la ambición que manifiesta el club. Para mí con la salida de Mateu -yo pongo siempre el primero a Mateu, porque Mateu es quien trae a Marcelino-, y Marcelino se acaba la ambición en el Valencia y desaparece la palabra proyecto. Ya no ha habido un proyecto. Yo nunca he visto un proyecto. Yo creo que Peter Lim no ha sabido qué hacer con el Valencia desde aquel momento. Él tenía un profesional de despachos top, que es Mateu Alemany, que tenía claro qué quería para el Valencia, y desde que desaparece Mateu y con él Marcelino, el Valencia lleva cuatro años deambulando, sin saber ni qué hace ni a dónde va y desde luego no hay ningún tipo de proyecto", resume sobre la situación actual Fran Guaita.

Proyecto es una de las palabras más repetidas durante la charla con los cinco periodistas. También luto. "El Valencia todavía no se ha recuperado del luto y sigue deambulando sin proyectos, sin ambición y un poco a merced de lo que hagan los demás. Ahora el Valencia tiene un entrenador bueno, competitivo, ambicioso, pero no tiene un Mateu Alemany. Ni lo va a tener ni nada que se le parezca. Y a Baraja le faltan años, le falta plantilla, le falta inversión y yo no veo semejanzas más allá de algo que sí tiene Baraja con Marcelino, que es entender dónde está. Saber el club en el que está. Baraja mucho más que Marcelino. Y haber hecho que el vestuario crea era una idea y en una forma de jugar, lo que pasa es que es poco, miras un poco alrededor y eso lo tienen más equipos, conseguir que un entrenador conecte con un vestuario y que se defienda una idea futbolística es algo que en España hoy hacen quince equipos de Primera. Entonces, ellos no van a poner en el Valencia un Mateu Alemany sabiendo que traer un Mateu Alemany es volver a la ambición, tener que volver a la inversión y a la tensión financiera. Para mí Peter Lim está de salida, aunque sea una salida en diferido de aquí dos, tres o cuatro años, y en ese proceso está. Yo no veo analogías entre Baraja y Marcelino", concluye Fran Guaita sobre los dos entrenadores que el domingo se verán las caras en La Cerámica escenificando el pasado y presente deportivo y sentimental del Valencia.