La estética de Frenkie de Jong y los controles de Toni Kroos en un solo jugador: así juega Lucas Bergvall
El futbolista sueco de solo 18 años estuvo en Barcelona para hablar con la directiva, pero llegará al Tottenham.
Hay talentos que remiten instantáneamente a otro futbolista, tejiendo puentes. El fútbol es un idioma infinito porque los trucos y las formas de hablarlo nunca se agotan, pero circular porque todo vuelve y porque los tics se imitan y cada uno los hace suyos, abriendo así otro diálogo paralelo. El caso de Lucas Bergvall (Suecia, 2006) es el de un jugador que parece llevar dentro de sí a muchos otros aunque el impacto que causa sea distinto al resto. El Barça llevaba tiempo queriendo ficharle para la próxima temporada, como adelantó Relevo. El jugador estuvo ayer en Barcelona para hablar con la junta directiva y cerrar el fichaje para el verano. Aunque finalmente se ha decantado por el Tottenham.
Desde pequeño, Bergvall llamó la atención de los scouts. Tras empezar a jugar en equipos locales, rápidamente pasó a formar parte del IF Brommapojkarna, una de las academias con más nivel del país de la que han salido jugadores como Dejan Kulusevski o Starfelt. Su talento llamó la atención de varios clubes, e incluso llegó a hacer pruebas en el Manchester United en 2021, club que le sigue de cerca y que le ha estado ojeando en su actual club, el Djurgården, equipo de la primera división sueca, por el que fichó en diciembre de 2022. Desde allí, su nivel se ha hecho notar tanto en liga como en las inferiores suecas.
Un jugador de jugadores
Lo primero que un aficionado azulgrana atisbará en Bergvall es un parecido estético muy notable a Frenkie De Jong. No solo por ese pelo rubio que denota su ascendencia norteña, sino sobre todo por su forma de conducir, con el cuerpo erguido y zancadas amplias. En el caso de Bergvall todavía se acentúa más, porque el sueco cuenta con 185 centímetros y un cuerpo ya hecho, que hace que sus arrancadas capten más la atención de quien le observa. Aunque comparta el plano estético con De Jong, también tiene controles de Toni Kroos y una finura entre líneas que le distingue de estos dos nombres. Es un jugador que reúne cosas de muchos futbolistas dejando en quien le ve la sensación de estar ante un talento especial.
Bergvall es un centrocampista que puede actuar prácticamente en todas las alturas del centro del campo. Con Suecia sub21 ha jugado de mediocentro, en su club lo suele hacer de interior e incluso se le ha visto como falso 9. Es un jugador muy dinámico que destaca por su capacidad técnica en espacios reducidos (enorme primer control, capacidad para orientarse) y su lectura del juego. No solo es alguien que entra por los ojos por lo primero (técnica), sino que es capaz de darle un sentido con las decisiones que toma después.
Físicamente es muy fuerte, y su altura es una ventaja para ganar espacio usando el cuerpo, que lo maneja fabulosamente cambiando de dirección y velocidad, ya que el sueco es capaz de salir hacia ambos perfiles y no tiene reticencias a la hora de pisar distintas zonas. En ese sentido, Bergvall es un nómada que se mueve según las necesidades colectivas y al que su intuición y talento le brindan una capacidad superior al resto para moverse por toda la medular sin dar la sensación de quedarse corto en ningún sitio.
Como se aprecia en la secuencia adjuntada, Bergvall es un jugador que fluye de arriba abajo y de izquierda a derecha. En ambos ejes tiene influencia y su lectura y capacidad técnica le permiten ser partícipe de la jugada en distintos escenarios, como si flotase por el césped. No es un interior de posesión al uso ni un mediocentro, sino un híbrido que disfruta conduciendo, pasando e interviniendo, con especial atención a todo lo que sucede en el último tercio. A diferencia de De Jong, que firma muchas de las virtudes del sueco, Bergvall es creativo en el último pase, tiene colmillo para activar los desmarques y más peso en el último y penúltimo pase.
Normalmente, Bergvall suele operar desde el perfil zurdo, donde le es más natural trazar sus diagonales con balón, siempre con la cabeza levantada, para ir sorteando rivales y apoyarse con sus compañeros. No duda en usar el regate para abrirse espacio, y lo hace independientemente de la altura en la que reciba, ya que en muchas ocasiones es Bergvall quien tiene que recibir el pase del central para ser el motor del equipo. Pese a que es un jugador que disfruta corriendo y conduciendo, da velocidad al juego siempre que puede. No se excede, sino que sabe darle fluidez y velocidad a las jugadas pues su instinto es vertical.
Un centrocampista que manda... y regatea
El sueco da 48 pases por partido y promedia más de tres regates por partido, con un 60% de acierto según Wyscout. Es un futbolista que participa bastante en el juego de su equipo, siendo un elemento de progresión pero también de cierto desorden una vez se necesita acelerar la jugada. Con 17 años, el sueco es un futbolista que se está definiendo, pero las posibilidades están ahí. Técnico, elegante, con buena toma de decisiones y un físico para poder pesar en distintos escenarios sin perder brillo. En un fútbol que prioriza las presiones altas, el antídoto reside en contar con centrocampistas que absorban la presión y la transformen en metros para su equipo. Desde el pase o la conducción, Bergvall puede suponer un paso hacia delante en ese sentido.
Defensivamente, Bergvall está verde. Pese a que es un jugador agresivo cuando le toca saltar a presionar y posee un cuerpo preparado para el duelo individual, se nota que ha ido muy adelantado en categorías inferiores y que ese aspecto no ha sido su prioridad. Nada preocupante teniendo en cuenta que sus mayores virtudes nacen en zonas de más creatividad, y que la defensa es algo que se pule y trabaja con el tiempo. Aún así, físicamente deja muestras de su potencial a la hora de poder ser un jugador preparado para presionar y ganar duelos a campo abierto.
Adivinar el futuro y la posible adaptación de un jugador en un club es tarea casi imposible. Lo realmente importante es el material en bruto, y Bergvall posee cualidades extraordinarias para ser un centrocampista dominante y de gran nivel. Su elegancia es proporcional al sabor que deja una vez lo has degustado, y es que no es solo pirotecnia, sino que hay oficio en su fútbol. El club, que ha fichado a Vitor Roque y lo intentó con Arda Güler en verano, necesita hacer inversiones asequibles antes de entrar en pujas en las que no será actor principal. Y Bergvall merece la pena. Finalmente, no fue posible.