El drama de Sven Goran-Eriksson que empezó tras una carrera de 5 kilómetros: "En el mejor de los casos me queda un año de vida"
El mítico entrenador sueco revela que tiene cáncer y que mientras pueda seguirá luchando.

Una simple carrera. Cinco kilómetros a ritmo tranquilo. Algo a lo que Sven Goran Eriksson estaba muy habituado. Sin embargo, aquella mañana las sensaciones del entrenador sueco, ex de la Lazio, del City o de la selección inglesa, no eran las mismas. Y de repente todo cambió. El técnico se desplomó sin causa aparente, lo que hizo que acudiera a una revisión para determinar las causas del colapso.
El diagnóstico no se hizo esperar: Eriksson había sufrido un derrame cerebral y también tenía cáncer. Así lo ha desvelado el propio entrenador en una entrevista concedida a P1, una emisora de radio en Suecia, su país natal. "Todo el mundo entiende que tengo una enfermedad que no es buena. Todo el mundo supone que es cáncer y lo es. Pero tengo que luchar tanto como pueda", confesó Eriksson, sobre el que hace tiempo se especulaba sobre su estado de salud.
Sin embargo, la confesión más brutal estaba por llegar y vino cuando le preguntaron por el pronóstico de su enfermedad. "En el mejor de los casos me queda un año, en el peor un poco menos. No puedes estar absolutamente seguro y es mejor no pensar en ello", aseguró el técnico que ganó 19 títulos durante su carrera en los banquillos.
"En el mejor de los casos me queda un año, en el peor un poco menos. No puedes estar absolutamente seguro y es mejor no pensar en ello"
A pesar de que el diagnóstico no es nada halagüeño Eriksson mantiene una actitud positiva ante la enfermedad. "Los médicos no saben desde cuándo estoy así. Puede ser un mes o un año. Ahora puedes engañar a tu cerebro. Ver lo positivo de las cosas y no dejarte llevar por la adversidad, porque ésta es, por supuesto, la mayor adversidad a la que me he enfrentado. Pero puedo hacer algo bueno con ello".
Una trayectoria impecable
Eriksson había dejado el año pasado, aduciendo problemas de salud, su cargo como director deportivo del modesto club sueco Karlstad, última etapa de una larga y fructífera trayectoria que había empezado a finales de la década de 1970 en su país de origen.
Tras ganar la liga y una Copa de la UEFA con el Gotemburgo sueco, dio el salto al Benfica, donde logró tres ligas y de ahí pasó a Italia donde desarrolló la mayor parte de su carrera en clubes como la Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio, con el que obtuvo una liga, varias copas y otra UEFA.
Eriksson pasó también por el fútbol inglés (Manchester City, Leicester) y fue seleccionador de Inglaterra, México, Costa de Marfil y Filipinas, además de probar en las ligas china y tailandesa.