Montse Tomé sigue demostrando que no es Vilda... pero estuvo a punto de costarle caro

Que la Selección acabe los primeros 45 minutos sin marcar gol es noticia, que juegue mal -o que no estén tan brillantes como últimamente-, también. Ante la República Checa, se cumplieron ambas. Montse Tomé volvió a demostrar que no es Jorge Vilda y, después del recital ante Bélgica (0-7), experimentó (algo a lo que no nos tenía demasiado acostumbrados el exseleccionador nacional). No le salió bien del todo y acabó cambiando la defensa de tres por una de cuatro y volviendo a su habitual 4-3-3.

Sin embargo, y a pesar de la mejora en el fútbol de España, la República Checa rompió el empate, para sorpresa de todos. Un derechazo de Eliska Sonntagova rompió las telarañas de la meta defendida por Misa (56'). Y como si a la Selección le hiciese falta un toque de atención, le dio la vuelta al marcador en dos minutos. "Reaccionamos en la segunda parte", reconoció Montse Tomé en la rueda de prensa posterior al partido. María Méndez, Jenni Hermoso y Mariona, a los pocos minutos del gol checo, anotaron el 3-1 y a la Selección le cambió la cara. Las de Montse Tomé demostraron que la mejor España es la del 4-3-3, sumó una nueva victoria y allanó el camino hacia la próxima Eurocopa.

Estamos tan acostumbrados a la excelencia que cuando no se da, nos parece raro. Ante la República Checa, España recordó a sus dos enfrentamientos ante Italia (el primero se saldó con un gol de Jenni Hermoso al final y en el segundo, con una derrota). Esta vez, Montse Tomé arriesgó dejando en el banquillo a Teresa Abelleira, Olga Carmona o Salma Paralluelo.

La línea de tres no estuvo fina. España no estuvo cómoda en la salida del balón. Tan sólo Ona Batlle, desde el perfil diestro, aportó algo de claridad. En el centro del campo, con Mariona, Alexia y Jenni Hermoso con libertad, Maite Oroz se quedó sola. Y arriba, Eva Navarro fue la más destacada. A Athenea del Castillo le costó por el perfil zurdo (se cambió al diestro en los últimos compases del primer tiempo) y Lucía García estuvo fallona. Tras el descanso, Montse Tomé reordenó al equipo y lo volvió reconocible. Sacó a Eva Navarro y volvió a la defensa de cuatro, con Olga Carmona en el lateral zurdo y Mariona, de falsa extremo. España volvió a ser la de siempre y acosó a la República Checa, que apenas volvió a pasar del centro del campo.

La República Checa venía de perder por 1-3 ante Dinamarca en su primer partido y aterrizaba en Burgos sin complejos. A ver qué pasa. Y pasó que le marcó un gol a la todopoderosa España- amén de una más que admirable presión-. Si bien es cierto que España acabase la primera parte en empate a cero fue más demérito, en cierto modo, de las de Montse Tomé que mérito de las checas, tan cierto es que Eliska Sonntagova marcó un golazo. Su derechazo desde la frontal del área en el minuto 56 fue imposible para Misa.

Pocas personas en el mundo con más fe en Lucía García que Montse Tomé. Desde su llegada al banquillo de la Selección, la entrenadora asturiana ha demostrado que la del Manchester United es una de sus apuestas. Frente a la República Checa la puso de nueve. Ella, en más de una ocasión, ha verbalizado su preferencia por el perfil zurdo del ataque. Disfrutó de varias ocasiones, pero no convirtió ninguna en gol. Tampoco estuvo fina en varias de sus acciones y acabó siendo sustituida.

Decía la del Levante, en la previa del partido, que lo del Mundial ya estaba olvidado y que se estaba exprimiendo al máximo para seguir disfrutando de momentos como este. Ante la República Checa, Montse Tomé le dio la titularidad. No fue su mejor partido, en la línea de lo comentado hace dos párrafos, pero acabó marcando el empate. La central cabeceó a gol un saque de esquina de Alexia Putellas dos minutos después del gol de las checas. "Todo llega". Enviar a María Méndez.

Partió como mediapunta y se movió a su antojo, siendo de lo más destacado de la primera mitad -gris- de España. Pero en la segunda parte fue ella. Montse Tomé la devolvió a su sitio, el extremo zurdo, y brilló. Fruto de ello fue la asistencia a Jenni Hermoso en el segundo tanto, sacando a relucir una de sus especialidades: los balones filtrados a la espalda de la defensa. Y marcó el tercero. Había runrún con ella, que si estaba fallona de cara a puerta. Jenni Hermoso se la devolvió, Mariona recortó y remató con el interior, fuerte y abajo.

Desde el primer momento, Burgos -y el Burgos- demostraron que querían que la Selección jugase en su casa. La hora del partido se fijó a las 19:00h, para no coincidir con la ida de los cuartos de final de la Champions masculina y se suspendieron los entrenamientos de las categorías inferiores del club que eran a la misma hora que el encuentro. Las entradas se agotaron en pocas horas y, a diferencia de en anteriores ocasiones, se 'se frenó' el reparto de invitaciones (las correspondientes al club y a la federación territorial correspondiente). Y El Plantío lució casi lleno: 9.972 personas. En el estadio burgalés se respiró fútbol y mucha ilusión por ver a la Selección.