Christian Eriksen vuelve a afrontar la competición en la que casi pierde su vida: "Fue escalofriante"

En la pasada Eurocopa de 2020, Eriksen sufrió un paro cardiaco en el minuto 43 en su debut contra Finlandia. "Recién cuando estaba en la ambulancia me di cuenta de que estuve muerto", declaró el danés tras el incidente. El centrocampista consiguió enmudecer a todo el estadio después de que el árbitro parase el partido y los médicos fuesen a socorrerle.

El capitán, Kjaer, fue a ayudarle para evitar que se ahogase y bajo sus órdenes los compañeros de Eriksen crearon un muro a su alrededor con el fin de proteger su imagen. El centrocampista Hojbjerg aseguró que "sus ojos estaban en blanco. Fue escalofriante", y el médico de la selección admitió que "en algún momento estuvo muerto".

Eriksen, que por aquel entonces jugaba en el Inter de Milán, fue operado para evitar futuros problemas cardiacos. Los nerazzurri no le permitieron seguir jugando con ellos tras la intervención debido a la legislación italiana y el centrocampista danés volvió al terreno de juego 259 días después defendiendo la camiseta del Brentford. Tras disputar un gran final de temporada, fichó con el Manchester United.

Tras sospechar que no volvería a jugar al fútbol, cuatro años después va a disputar su sexto gran torneo enfrentándose de nuevo a esta competición en la que casi pierde la vida. "No tengo miedo a que me vuelva a pasar. La gente puede dejar de preocuparse porque no planeo colapsar de nuevo", decía Eriksen cuando se supo que volvería a jugar la Eurocopa.

A sus 32 años, el 10 de Dinamarca encabeza la lista de la selección sin miedo a lo que pueda pasar y dispuesto a demostrar este verano en Alemania que sigue siendo un futbolista de élite.