El consulado de Mánchester y un piso en Astigarraga explican a la pareja Laporte-Le Normand: "No pensábamos que fuera a ser tan bueno"
Los dos centrales de España tienen raíces francesas, pero su nacionalización ha dotado de solidez defensiva a la Selección.

Mientras Nico Williams y Lamine Yamal están abriendo las bocas de todo el mundo (y las defensas, ya de paso) con su fútbol eléctrico y creativo, la Selección española avanza rondas en la Eurocopa marcando las diferencias tanto en ataque como en defensa. Porque es ahí, en los metros que separan a Unai Simón de Rodrigo, donde también se ha solidificado un equipo que sólo ha recibido un gol en contra en cuatro partidos disputados (contra Georgia en octavos) y que cerró la fase de grupos imbatida.
Los cuatro convocados para la posición de central ya han sido titulares al menos una vez (Nacho lo fue en el primer partido impulsado por la lesión de Laporte y Vivian disputó la tercera jornada, con el equipo ya clasificado), pero los titulares de Luis de la Fuente son Laporte y Le Normand. Como reconoció el segundo en una entrevista, lo natural es "hablar en castellano".
Los dos, nacidos en Francia, representan a una Selección española que les dio la bienvenida junto a un protagonismo que han merecido. Alejados de toda crítica externa que pueda haber sobre su origen, el partido frente a Alemania volverá a tantear el nivel de la pareja que forman Laporte y Le Normand, aunque la estadística es muy gráfica: han coincidido 10 veces en el césped con España y han ganado nueve partidos, por un único empate ante Brasil (3-3).
Una nacionalización “contrarreloj”
Hace tres años, saliendo de un segundo confinamiento en Inglaterra, se produjo un momento clave. Del Consulado de Mánchester, en pleno centro de la ciudad, salían personas tras haber renovado su pasaporte. Otras, quizás, acababan de firmar su expediente matrimonial. Por esas puertas, en mayo del 2021, también entró Laporte para cerrar su nacionalidad española. Lo hizo un viernes a contrarreloj: el papeleo tenía que estar listo para el lunes siguiente. Después de charlas con Molina y con el propio Rubiales, el central por entonces del Manchester City dio el paso decisivo.

Casi de inmediato se anunció su primera convocatoria. Luis Enrique lo consideraba imprescindible en sus planes, como quedó demostrado con sus titularidades. De los 32 partidos que ha disputado con España, 23 han sido victorias, por sólo tres derrotas en las que haya jugado los 90 minutos o más (dos de ellas, más dolorosas aún, en la tanda de penaltis: Italia en la Eurocopa y Marruecos en el último Mundial de Catar).
De sus conocidos en los citizens repetían algunos futbolistas. Por ejemplo, Rodrigo. También Ferran Torres. Y a ellos se sumarían futbolistas del entorno Athletic, club del que salió, como Unai Simón... o Nico Williams, que aunque no lo conocía, sí tenía muy buena relación con su hermano Iñaki. De hecho, es tan buen vínculo el que mantiene Laporte con el Athletic que muchos de sus excompañeros en aquella etapa (Muniain, Aduriz, De Marcos...) acudieron a su boda el pasado verano.

La normalidad de Le Normand
El caso de Robin Le Normand se fraguó más tarde. Dos años más tarde, en concreto, cuando logró la nacionalidad española. Todo llegó tras una charla con el presidente de la Federación, con el director deportivo y por supuesto con Luis de la Fuente. A los cinco días entró en su primera convocatoria, la de la Nations League, donde fue titular tanto en la semifinal como en la final... al lado de Laporte. Desde el primer día se fraguó una pareja que ahora, en la Eurocopa, sigue brillando.
El crecimiento de Le Normand en la Real Sociedad ha sido exponencial. De jugar con el filial hasta el primer equipo, con un traspaso ya enfilado al Atlético de Madrid. "No pensábamos que fuera a ser tan bueno". Son palabras de Eddy Collet, uno de los mejores amigos de Le Normand. Él, junto a otros tres colegas del jugador blanquiazul, presenciaron un partido de la Champions League en esta temporada.
"No pensábamos que fuera a ser tan bueno"
Amigo de Le NormandUna de las bromas más recurrentes entre sus amigos era dónde vivía Le Normand: en un pueblo a las afueras de San Sebastián. Allí, en Astigarraga, el internacional por España encontraba la tranquilidad en el día a día. "Hacíamos una broma el otro día hablando de las casas de los jugadores de la Selección, comparándolas con el apartamento de Robin y era algo gracioso", recordaba su amigo.