La curiosa bendición arbitral a la que se aferra Países Bajos para meterse en la final

La Eurocopa 2024 está a punto de entrar en su fase más emocionante, con las semifinales a la vuelta de la esquina. Entre los equipos que aspiran a levantar el título se encuentra Países Bajos, que se aferra a una curiosa estadística para soñar con la gloria: en las últimas cuatro ediciones del torneo, el país del árbitro de la final ha llegado a la final de la edición siguiente.

Una estadística que invita al optimismo: en 2004, el alemán Markus Merck arbitró la final entre Portugal y Grecia y ahí empezó todo. Cuatro años más tarde, en 2008, Alemania llegó a la final contra España. Esa final la pitó el italiano Roberto Rosetti y en 2012 Italia jugó la final. El encargado de arbitrar la final del 2012 fue el portugués Pedro Proença y Portugal fue campeón en la siguiente edición. En la última edición, en 2021, el neerlandés Björn Kuipers dirigió la final y, este año, Países Bajos se encuentra en las semifinales, soñando con seguir cumpliendo con la tradición. No ganan la Eurocopa desde 1988.

Es cierto que simplemente se trata de una estadística curiosa, pero está muy cerca de cumplirse. Tras una fase de grupos algo regular en la que fue tercera de grupo por detrás de Austria y de Francia y solo por delante de Polonia, mejoró para eliminar a Rumanía y a Turquía. Con un renovado Koeman y un Gakpo estelar sueñan con todo.

Por delante, antes de la final, solo está la aburrida Inglaterra, que se ha metido en los cuartos de final después de eliminar a Eslovaquia en la prórroga ,y gracias a una chilena de Bellingham en el último minuto, y a Suiza en la tanda de penaltis. Ya fueron finalistas en la edición anterior y perdieron contra Italia justamente en los penaltis.

El tiempo dirá, pero lo que está claro es que la ilusión y la confianza reinan en la selección neerlandesa. Y esta estadística les sonríe, por lo menos hasta la final.

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