SELECCIÓN | ENTREVISTA

Así vive Dani Olmo su 'rivalidad' con Pedri: "Claro que creo que voy a jugar; si no confío yo..."

La estrella del Leipzig, que se disputa un hueco en el once con el culé, habla con Relevo a 48 horas del España-Alemania: "Nosotros estamos todo el día juntos jugando al tenis en la maquinita".

Manuel Amor
Alfredo Matilla

Manuel Amor y Alfredo Matilla

Aasen (Alemania).- Cuando Luis de la Fuente repite que esta España todavía tiene margen de mejora se refiere, precisamente, a hombres como Dani Olmo (26 años). Y no porque el de Terrassa no haya dado hasta ahora todo lo que tiene dentro, sino porque el técnico todavía se guarda balas en la recámara para sorprender. La Selección no es (ni será) sólo Nico y Lamine. Unas molestias en el gemelo apartaron al mediapunta del Leipzig de los amistosos previos a esta Eurocopa y le condenaron al banquillo en los dos primeros partidos ante Croacia e Italia, pero ahora, cree, ha llegado su momento.

Contra Albania se salió y frente a Georgia, partiendo desde el banquillo, marcó un golazo para cerrar la victoria de octavos (4-1). Su brillo y la actuación gris de Pedri en Colonia le dan opciones de colarse en el once ante Alemania. Él conoce mejor que nadie al rival -lleva cinco temporadas en la Bundesliga- y le motiva demostrar al mundo que ya está instalado entre la colección de los cracks mundiales. El escaparate del mercado también cuenta: sigue abierto a salir y Barça, Bayern y los grandes de Inglaterra le vigilan de cerca. El atacante atiende a Relevo después del entrenamiento y no deja ninguna pregunta sin responder a 48 horas de la cita ante la Mannschaft.

Dani, como sólo nos dejan 12 minutos hay que ir al grano y a la gente le interesa lo que le interesa. ¿Te gustaría jugar el viernes?

Siempre, siempre (risas). Siempre hay ganas de jugar, y más una eliminatoria como esta y contra un rival como Alemania. Estamos muy motivados.

¿Consideras que has hecho méritos en esta Eurocopa como para estar en el once?

Bueno... Yo intento aprovechar todo lo que me dan, tanto en los entrenamientos como en los partidos. El míster me conoce a la perfección y sabe lo que le puedo dar. Intento aportar al grupo en todas las situaciones.

Y la más importante de todas: ¿crees que vas a jugar?

Yo siempre espero jugar. Si no lo creo yo… ¿quién lo va a creer? Ya veremos qué once decide el míster, pero, haga lo que haga, estaré a tope con el equipo.

¿Esta semana tiene todo un olor diferente?

Claro que sí. ¡Son unos cuartos y contra Alemania, la anfitriona! Van a tener a su gente, pero nosotros no nos podemos quejar. Estamos viendo que también hay mucha marea roja por los estadios. Eso nos motiva de manera especial.

Quedan 48 horas para uno de los partidos más importantes de vuestras carreras. ¿Entre la expedición percibes más nervios o ganas?

Ganas. Y, sobre todo, tranquilidad. Llevamos haciendo muy bien las cosas desde que empezó el torneo. No hay que volverse locos ahora por jugar unos cuartos y que sean contra Alemania. Son uno de los mejores equipos de la Euro, así lo han demostrado, pero para ganar el título tienes que superar a los gigantes.

Conoces de sobra al rival. ¿Qué es lo mejor de Alemania?

El grupo y las individualidades que tienen arriba. Son jugadores muy desequilibrantes: Musiala, Havertz, Wirtz… Y Gündogan y Kroos, que te controlan el partido ellos dos solos. También destaco la solidez defensiva que les dan Rüdiger, Tah, Schlotterbeck… Da igual quién juegue. Es un rival muy a tener en cuenta en todas las líneas.

Entre los zagueros no has mencionado ni a Raum ni a Henrichs, tus compañeros en el Leipzig...

A esos los dejo, los dejo... (risas).

¿Has intercambiado ya mensajes con ellos?

Sí, sí. He hablado, pero lo mínimo. No hace falta decir mucho.

¿Y a Lamine le has dado algún consejo sobre cómo superar a Raum? En principio será el lateral izquierdo titular.

Algo le he dicho (risas), pero eso me lo voy a quedar para mí. Son mis compañeros de club y les conozco a la perfección, como ellos a mí. Yo intentaré ser un poco más impredecible para despistarles.

Volvamos a ti. Hasta ahora sólo has jugado de titular ante Albania, con todo resuelto. Fuiste el primero en incorporarte a la concentración en Las Rozas y se dijo que unas molestias en el gemelo te apartaron de los amistosos previos ante Andorra e Irlanda del Norte. ¿Cómo lo pasaste durante esas semanas, sabiendo que podías perder tu sitio?

Simplemente se siguió un plan específico desde el primer día. No pude jugar los dos últimos partidos con el Leipzig por prevención, básicamente, y para llegar bien fresco a la Eurocopa. Llevaba tiempo inactivo y sin entrenarme a tope con el grupo y por eso decidimos seguir un plan individual con Antonio (Gómez), el preparador físico. Ya estaba establecido que no participaría en los dos amistosos. Y lo hicimos bien, porque ahora me encuentro al cien por cien.

Dani Olmo, sobre su rol: «Siempre quieres jugar de titular, pero no hacerlo no es una decepción». RELEVO

Dinos la verdad: ¿en las horas previas al debut contra Croacia pensabas que ibas a salir de inicio? Nos llamó la atención que fueras el elegido para hablar en conferencia de prensa sólo dos días antes...

¿Si lo pensaba por salir a rueda de prensa? No, no... Tenemos un planning con los de marketing y, al ser un partido especial contra Croacia, ya me imaginé que me iban a utilizar en ese sentido. Eso no supone ninguna pista.

¿Cómo has sobrellevado este rol y que ante Italia, por ejemplo, te quedases sin jugar ni un minuto?

Creo que, en un torneo tan corto, todos tenemos que sumar. Todos somos importantes y así debemos sentirnos, porque es la realidad. Y el míster y el capitán (Morata) nos lo transmiten así. El que gana la Eurocopa no es un jugador ni los once que empiezan, sino los 26 y el staff. Tengo ganas de jugar, pero se acata lo que diga el entrenador.

¿Y después de tu exhibición contra Albania pensabas que sí te iba a tocar en octavos?

Siempre lo piensas y quieres jugar de titular, pero no hacerlo no es una decepción. Guardas la esperanza de tener unos minutos, crees que vas a entrar... y así se dio. Intento demostrar y ayudar. Contra Georgia se hizo un buen partido y me fui con mi primer gol en una Eurocopa.

Grimaldo nos dijo en una entrevista que su mejor amigo en la concentración es Cucurella, su competencia. ¿Cómo te llevas tú con Pedri?

Muy bien, muy bien. Estamos casi todo el día juntos jugando al tenis en la maquinita, nos sentamos al lado en la mesa para ver los partidos... Hacía tiempo que no coincidíamos por las lesiones (se resiste a mencionar la palabra), pero me llevo fenomenal con él.

Olmo, sobre su relación con Pedri: «Estamos casi todo el día juntos jugando al tenis en la maquinita». RELEVO

¿Qué aporta Pedri y qué aporta Olmo?

Somos jugadores distintos. Yo en mi club juego de 10. Te puedo decir lo que puedo aportar yo; a Pedri ya lo conocemos todos. Intento ser vertical, mirar siempre hacia delante, buscar el último pase y la combinación con el 9 e incluso bajar para sentir el contacto con el balón y estar cómodo.

Sabemos que De la Fuente es muy conversador y que le gusta 'mimaros'. ¿Soléis hablar mucho? ¿Te ha explicado algo?

Sí, hablamos. Él charla con todos. A veces comentamos cosas de los partidos, sensaciones, conversamos después de algún entreno duro... Cosas típicas de jugador-entrenador, sin más.

Él te ve más como mediapunta que en banda. ¿Tú también prefieres jugar de '10'?

Sí. En mi club estoy acostumbrado a jugar ahí. Aquí (en la Selección) me ha tocado actuar como extremo o delantero, pero De la Fuente me conoce a la perfección. Hemos estado muchos años juntos: la Sub-21, los Juegos Olímpicos... Sabe dónde puedo rendir más.

Oye, ¿y cómo surgió lo de coger el dorsal '10' en la Selección?

Me gusta. Ya lo llevé en la Sub-21 y en la convocatoria de marzo podía pillarlo por internacionalidades. Decidí cogerlo y mantenerlo para la Euro.

En los últimos días se está personalizando todo lo relativo a La Roja en Nico y Lamine, pero aquí también hay campeones de todo que son los mejores en su puesto (Carvajal, Rodri...) o futbolista de muchísimo peso como tú. ¿Cómo se lleva eso? ¿Hay celos?

Qué va, qué va. Mientras en el campo sigan haciendo lo que están haciendo... Sólo puedo aconsejarles que disfruten. La relación tan buena que hay fuera del campo acaba reflejándose dentro.

Una pregunta obligada, por cambiar de tercio: ¿cómo está tu futuro?

Está como tiene que estar: la gente de mi confianza conoce mi idea y lo que quiero hacer. Me centro en la Eurocopa y en ganar. La mayoría de vosotros sabéis las condiciones que hay encima de la mesa.

Tu contrato con el Leipzig terminaba en 2024 y optaste por renovar el verano pasado hasta 2027. ¿Por qué decidiste hacerlo si, egoístamente, te hubiese beneficiado más salir libre?

Bueno... El año pasado no fue muy limpio. Irme libre no era una opción que contemplase, simplemente por el trato que he tenido con el club. Vino Max Eberl (ex director deportivo), tuvimos varias conversaciones con él y con Marco Rose (entrenador) y decidimos renovar. Quería seguir ganando y competir por títulos. Hemos levantado la Supercopa y en Liga nos cerró las puertas el Leverkusen. Veremos qué ocurre la próxima campaña, pero mi objetivo sigue siendo el mismo: ganar.

¿Si volvieras a España sería sólo para ir al Barça o estás abierto a otras opciones?

Eso lo ponéis vosotros (risas). Yo estoy abierto. Lo repito otra vez: la gente de mi confianza ya sabe lo que quiero hacer. Estoy centrado sólo en la Eurocopa.

Una curiosidad: ¿te has postulado para ir a los Juegos Olímpicos? ¿Te apetecía?

Por edad no me tocaba. No era mi generación, que digamos. No me dijeron nada. Ya tuve la oportunidad de competir en Tokio. Fue algo único. Desde aquí les mando un abrazo enorme a los que van a ir.

Y ya que no vas a estar en París... ¿tienes decidido dónde disfrutarás de tus vacaciones a partir del 15 de julio, que no del 6?

Eso, eso, a partir del 15. Bien dicho. De momento no. Seguro que iré unos días a Croacia. Lo demás... Quizá pase alguna semana en Mallorca. Tengo algunos amigos allí. Las primeras semanas intentaré descansar.

Aquí lo dejamos. Gracias y esperamos vernos por aquí la semana que viene.

Sí, sí. Gracias a vosotros.