Los deberes de la RFEF para apuntalar a esta Selección y dar a De la Fuente lo que le debe y se ha ganado con vista al Mundial 2026

Reordenar el organigrama, tomar decisiones en la base, fichar a un sustituto para Albert Luque, firmar otro contrato de élite para todo su staff, negociar las próximas primas…

De la Fuente conversa con Pedro Rocha. /RFEF
De la Fuente conversa con Pedro Rocha. RFEF
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Como dijo Dani Olmo hace tres años, cuando España acababa de caer ante Italia en la semifinal de la Eurocopa 2021, "esto no ha hecho más que empezar". No se equivocó. La Selección se ha asegurado la Cuarta con una brillantez que ha sentado cátedra, y lo hace después de levantar otro título en Países Bajos en 2023, pero esto no para: llega la fase de clasificación para otra Nations League y en 2026 hay de nuevo Mundial en Estados Unidos, México y Canadá. Por eso, tras la merecida fiesta de estas horas, es tiempo de apuntar este éxito y de reforzar un proyecto que hace nada era una incógnita y que, sin embargo, ya es una auténtica y esperanzadora joya de futuro.

La Real Federación España de Fútbol tiene una importante lista de deberes que acometer. Y lo peor a la hora de remangarse no es que se tenga que enfrentar a objetivos complicados o sobre los que haya mucho debate para poder ejecutarlos. El problema de la institución es que no sabe bien quiénes van a dar las órdenes, si los que están o los que vengan. La 'nueva' situación de Pedro Rocha deja todo en el aire, más incluso que antes cuando la incertidumbre era la nota dominante. El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), tal y como ha adelantado Relevo, ha oficializado la inhabilitación por dos años a Pedro Rocha por excederse en sus funciones cuando presidía la Comisión Gestora de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). En concreto, la inhabilitación sería por el despido de Andreu Camps, el secretario general de Luis Rubiales. Una decisión -la instructora ya propuso seis años para el extremeño- que deja todos los planes de la Federación en manos del presidente electo.

En cuanto al futuro contrato del seleccionador, Rocha ya había ido filtrando sus intenciones junto a su equipo de trabajo. Y ese deseo no pasa por otra realidad que la de renovar a De la Fuente. Y más allá de porque se lo ha ganado a base de resultados, para enmendar el error cometido en el pasado. En primer lugar, por haberle fichado sólo hasta el 30 de junio de 2024 cuando suplió a Luis Enrique en diciembre de 2022. Con este paso en falso, casi se queda sin contrato, de manera sonrojante, en mitad de la Eurocopa. Hubo que incluir una adenda a su primer acuerdo para ampliar esa fecha, ejecutando una cláusula de manera unilateral. Y, ya de paso, alargarlo hasta el final del Mundial 2026. Pero, aun así, hay bastantes más cosas que hablar…

De la Fuente gana 600.000 euros y su staff percibe una media de 150.000, con diferencias notables entre unos y otros ayudantes. Unas cantidades que nadie ha querido tocar aún por si el TAD lo entendía como otro exceso en tiempos de interinidad. Pero lo cierto es que esos números están muy alejados de los emolumentos que percibían anteriores seleccionadores. La razón es que su ascenso lo hizo desde dentro de la casa (estaba en la Sub-21) y, como suele suceder en cualquier empresa del mundo, la confianza interna se valora menos que cuando hay un fichaje de fuera. El técnico no ha querido hacer mucho ruido con el asunto, pero la verdad es que nunca ha estado contento. Y ahora, al menos, ya consiguió la promesa de Rocha de que quiere firmarle un contrato hasta 2028 (según informó Joaquín Maroto) y triplicar ese salario que ya se queda corto para un campeón de la Nations League y de la Eurocopa.

Más madera

El caso de De la Fuente no es el único que tendrá que abordar el presidente de turno en la dirección deportiva. En mayo despidió de mala manera, mediante un burofax, a Albert Luque, director de la Selección al permanecer como investigado en el Caso Rubiales y tener una propuesta de cárcel por parte de la Fiscalía. Y desde entonces, aunque el míster dijo públicamente que había que buscarle un sustituto cuanto antes, internamente ya había deslizado a su staff que no quería a ningún agente externo con tan poco tiempo de adaptación para acudir a la Eurocopa, tal y como desveló Relevo y amplió: además, Mateu Alemany es el candidato elegido para heredar esas responsabilidades.

Sin embargo, y pese a que en algunos sectores se ha vendido la inmediatez de un acuerdo, Alemany ha preferido esperar estratégicamente. Si acepta la oferta de la RFEF, que ya la tiene encima de la mesa desde hace semanas con la venia de De la Fuente y hasta de Javier Tebas, es para liderar un organigrama mucho más ambicioso, donde se haría cargo del fútbol masculino y femenino y no como se hace hasta ahora. En su plan habría cuatro pilares de los que también se ramificarán las categorías inferiores y la formación. Y, sobre todo, habrá algunas bajas y bastantes más fichajes. Sobre todo tras la salida de Markel Zubizarreta.

Pero Alemany quería esperar a ver lo que sucedía con Rocha y el TAD, que ha decidido inhabilitar al extremeño, podría regresar a sus planteamientos iniciales. El hecho de que Rafa del Amo en el femenino y Pablo Lozano en el masculino quieran conservar sus competencias a veces le dejan frío. Y esta mentalidad inicial que se mantiene latente no es otra que olvidarse de los temas puramente deportivos -con una vicepresidencia que englobaría todo lo que afecta a los diferentes equipos, los jugadores y los entrenadores- y presentarse como candidato a la presidencia. Esa era su mayor ilusión hace meses y esa vía, a dos meses de las próximas elecciones a la presidencia y la Asamblea, ahora parecen más vivas que nunca. Nadie cree que Yaye, la vicepresidenta que sustituirá a Rocha ahora que se ha hecho oficial su inhabilitación, pueda agarrarse al cargo y liderar el mandato 2024-2028.

Empezaría con mucho trabajo

Sea cual sea el cargo que ocupe, Alemany sería, entre otras muchas cosas, el responsable de tener que negociar las próximas primas con Morata, Rodrigo, Carvajal, Olmo y Oyarzabal. Sabiendo, además, que los capitanes se han empoderado con este nuevo triunfo. Para la Eurocopa que acaba de finalizar, la plantilla se ha embolsado el 40% de los ingresos totales que ha facturado la RFEF, y cuyo montante ha ascendido a los 28,5 millones de euros. Los 11,4 resultantes los han dividido entre 33 partes, recibiendo cada una de ellas casi 400.000 euros. Los 26 jugadores ingresarán una de esas porciones de la tarta entera, como De la Fuente, mientras que el resto del staff (5 miembros) se embolsaría un 50%. Otra prima completa se la reparten entre todos los trabajadores que han integrado la expedición a Alemania (fisioterapeutas, médicos, Comunicacion, utilleros…). Así, las primas para el Mundial seguramente irán al alza porque los premios son mayores, la presión que pueden ejercer los jugadores también, así como la importancia del objetivo a alcanzar. Sin embargo, un acuerdo entre todos los equipos participantes impide que los premios a repartir varían más allá de un 5-10% para que todas las selecciones compitan con las misma condiciones y motivaciones.

En un segundo plano, con menos urgencias, pero también con bastante decisión, la RFEF tiene que reforzar los lazos entre las categorías inferiores y la Absoluta. Y ahí se avecinan decisiones de peso. Aunque De la Fuente tiene claro que varios de los internacionales Sub-21 ya tienen nivel para integrar el primer equipo, quiere elevar el nivel y la competencia de la base. Y eso pasa porque la cantera tenga el peso de antes a todos los niveles y que, poco a poco, y por diferentes cuestiones, se ha ido devaluando. En las Rozas llevan cinco años sin ganar un título europeo o mundial en las diferentes categorías y ha habido baile de entrenadores con alguna salida traumática. Y hasta se da la circunstancia de que jugadores como Fermín no se habían detectado antes o que, en el caso de Lamine Yamal, hubo muchas dudas de cómo ir dándole paso en los diferentes equipos cuando en realidad, como se ha demostrado, era carne de cañón de la élite.