Dembélé hereda el papel de Zidane con el ascenso de Le Pen: "Ha sonado la alarma"
El jugador francés pidió a la población que acudiese a las urnas y evitó criticar a la ganadora de las elecciones europeas.
Ousmane Dembélé ha alzado la voz tras el resultado de las elecciones europeas en Francia. El partido de ultraderecha de Marine Le Pen arrasó en votos, lo que llevó a Emmanuel Macron a disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones. El fútbol y la política siempre van de la mano y los futbolistas no pueden hacer oídos sordos a un terremoto político de esta magnitud, que ha implicado el ascenso del Reagrupamiento Nacional. Por ello, en la rueda de prensa de la selección francesa, ya desde Alemania, tanto el extremo del PSG como Ferland Mendy fueron preguntados sobre la situación.
El exjugador del Barcelona, en primera instancia, quiso no mojarse, pero en su discurso se evidenció su posición: "¿Tomar una posición? No es que no quiera, pero creo que la situación en Francia... Ha sonado la alarma. Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas". La llamada al voto tras los resultados favorables a la ultraderecha, el "ha sonado la alarma"... Palabras que ya inducen la perspectiva política de Dembélé. El extremo es de padre maliense y de madre francesa, con ascendencia mauritana y senegalesa y es islamista practicante.
Por otro lado, Ferland Mendy, poco acostumbrado a hablar ante los medios de comunicación, fue más cauto que su compañero a la hora de referirse a la situación del país: "Creo que cada uno tiene su propia opinión, yo tengo la mía. No necesito mostrarla". Eso sí, desveló que es un tema que preocupa en el vestuario: "¿Estamos hablando de eso? Hablamos de eso. Cada uno tiene su posición. No detallamos (en público) nuestras posiciones. Ya nos hablaron sobre poder votar para las elecciones. Cada uno hará lo que tenga que hacer".
En su momento, el fútbol francés también plantó cara al auge de la extrema derecha. Eran otros tiempos y el posicionamiento fue bien diferente. Ahora, con un tímido discurso, Dembélé ha llamado al voto y ha declarado la situación como "de alarma". En las elecciones de 2002, Zinedine Zidane adoptó una postura considerablemente más crítica y movilizó a la población civil en su condena a las ideas de Jean Marie Le Pen, padre de la ahora líder política en Francia.
Para entonces, su partido obtuvo el 16,86% de los votos en la primera vuelta y Zinedine Zidane, casi un llegado al Real Madrid, también pidió a los ciudadanos que acudieran a las urnas: "La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia. Soy francés. Mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino".
Le Pen restó importancia a su discurso y le acusó de estar manipulado: "No te dejes embarcar en asuntos como éste, ni te dejes manipular por gentes que se sirven de ti, de tu notoriedad". Zidane, sin embargo, estaba completamente convencido de sus ideas políticas e incluso llegó a decir que si el político extremista conseguía ganar las elecciones presidenciales no hubiera jugado el Mundial de Corea y Japón. Pidió de paso el voto para el conservador Jacques Chirac, que finalmente fue el que se impuso en la segunda vuelta.
El discurso de Le Pen se endureció: "Zidane puede quedarse en España. Nadie le retiene. No tiene más que ir a donde le parezca bien. Que se quede en España porque nadie le retiene". Tampoco estaba satisfecho con la selección multicultural de Francia: "Es artificial que se haga venir a extranjeros y luego se les bautice como equipo de Francia. Estos jugadores son representantes del papeleo".
Ahora, es su hija la que asciende de forma fulgurante en la política francesa, para preocupación de millones de ciudadanos. Los futbolistas no quedan exentos de esta situación y Dembélé es el que más se ha posicionado en público. El próximo 30 de junio se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas y desde la concentración en Alemania, la selección pide responsabilidad a los ciudadanos. El extremo no duda en sentenciar: "Ha sonado la alarma".