EUROCOPA | ESLOVAQUIA - UCRANIA

Cuando una Eurocopa se convierte en el único lugar para ser feliz: "Se me pone la piel de gallina"

Los aficionados ucranianos se congregaron en Düsseldorf, procedentes de varios países y con una simbología reinvicativa.

Aficionados ucranianos, en Düsseldorf, antes de comenzar el encuentro ante Eslovaquia. /GETTY
Aficionados ucranianos, en Düsseldorf, antes de comenzar el encuentro ante Eslovaquia. GETTY
Alberto Martínez
Guillermo González

Alberto Martínez y Guillermo González

"No te agaches, oh viburnum rojo, tienes una flor blanca. No estés triste, gloriosa Ucrania, tienes una familia libre. No te preocupes, gloriosa Ucrania, tienes gente libre.¡Pero levantaremos ese viburnum rojo!".

El viburnum rojo es un arbusto que es símbolo en Ucrania y que dio a luz una canción que es un himno nacional, que viene de tiempos ancestrales, y que ahora resuena con fuerza en Kiev, en cualquier trinchera del país y en el centro de Düsseldorf, donde las banderas de Eslovaquia (con los mismos colores que la de Rusia) y Ucrania se entremezclan en una paz difícil de encontrar unos miles de kilómetros hacia el este. "Nosotros vivimos en Irlanda, llevamos ya muchos años", explica Marian, un aficionado que supera la treintena. "Mi mujer tiene toda la familia en Ucrania... Se me pone la piel de gallina con esta canción", detalla mientras sujeta una cerveza.

La diáspora de Ucrania ha llegado a Alemania, lugar de encuentro y de paz, como explican dos mujeres ya mayores, que peinan canas y amalgaman agrios recuerdos, mientras tratan de explicar a Relevo el valor de esta canción y lo que es el Viburnum. Y así se suceden los colores amarillo y azul, con muchos jóvenes y poca gente mayor, de todas las procedencias como Simon, que hace 50 años que abandonó su patria para irse a Israel y que ahora disfrutará de un partido con un amigo que nació en Georgia. Un auténtico mapamundi.

"Hasta que no esté Putin, no sé si acabáremos esta guerra", desliza, mientras recuerda su condición de judío: "Los judíos rusos no están orgullosos de esto, y ayudan a los ucranianos por debajo de la mesa... Que no se sepa. Yo también lo hago", comenta, mientras que evita comparaciones con la situación entre Israel y Palestina. "Allí nosotros construimos hacia arriba y ellos hacia abajo. ¿Quién empezó la última guerra?", pregunta al aire.

En el barrio de Cladstad, mientras se dejan ver esos escoceses que están presentes en todos los rincones, la Federación Ucraniana de Fútbol ha traído una parte de la grada de Kharkiv, estadio que albergó la Eurocopa de 2021, como broche de la campaña 'Nunca dejes de estar de pie', una iniciativa para arengar a sus compatriotas y enseñarle al mundo su papel en este conflicto que se desarrolla en el este de su país.

Hay camisetas amarillas por todos los lados, incluso en los vagones de tren los alemanes orgullosos de su selección cantan "Ucrania, Ucrania" y los jóvenes posan con vestimenta de Brasil, Colombia y otras de color amarillo, pero con una simbología del país que en la cancha lo dirige Sergei Rebrov.

Ya en el estadio, bajo un diluvio, algo que empieza a formar parte del paisaje de esta Eurocopa de Alemania, empiezan a poblar las gradas. Hay poco rastro de periodistas. Un momento de felicidad en un lugar seguro. Esta Eurocopa es para ellos un punto de encuentro, de penas y desgracias, también de oportunidades. La vida sigue, el balón no deja de rodar. Y el himno en el estadio de Düsseldorf también puso la piel de gallina a todos los presentes.