Guram Kashia y el valor de llevar el brazalete arcoíris ante uno de los países más homófobos del continente
El capitán de la Selección de fútbol de Georgia formó parte de una campaña pro LGTBIQ+ y parte del país le pidió que renunciara a la selección.

Guram Kashia está capitaneando a Georgia en esta Eurocopa a escasos días de cumplir 37 años. Se enfrenta este miércoles a Portugal todavía con opciones de avanzar a la fase final. Pero el partido más importante ya lo ha jugado. De hecho, lo disputó hace años. Durante el inicio del torneo, las declaraciones de Unai Simón y de Mbappé sobre la involucración de los futbolistas en temas políticos o sociales generó debate.
Kashia fue un activista en 2018, cuando defendió los derechos de la comunidad LGTBIQ+. Y lo hizo al mismo tiempo que era capitán de Georgia, uno de los países con mayor rango de homofobia del continente. Durante su etapa en Países Bajos, como jugador del Vitesse, se unió al movimiento en la liga en que varios capitanes lucieron el brazalete arcoíris. El gesto no fue bien recibido en su país y tuvo que acabar cerrándose sus cuentas de redes sociales.
Existen estudios que demuestran que en Georgia el 80% de la población, según una encuesta, mantiene "actitudes muy negativas sobre la homosexualidad". El gesto de Kashia se vio entre los miembros de la comunidad como un gesto heroico. Desde grupos políticos ultraconservadores se le acusó de "hacer propaganda LGBT" y se impulsó una campaña para que no volviera a ser llamado con la selección.
Activistas ultraderechistas llegaron a presentarse delante de la sede de la federación georgiana de fútbol y quemaron banderas con los colores arcoíris. Incluso parte de la prensa apoyó la moción. "Los georgianos deben boicotear al equipo si Kashia vuelve a vestir la camiseta de la selección", llegó a publicarse.
Una de las personas que salió a defender al futbolista fue Domenti Sichinava, quien fuera presidente de la federación georgiana y anteriormente internacional con la selección. "Eres y serás parte del fútbol georgiano. Honoras jugar con la bandera de Georgia y estoy orgulloso de haber trabajado contigo durante tantos años", publicó en Facebook.
Un reconocimiento por parte de la FIFA
El gesto le valió para tener un reconocimiento por parte de la FIFA. El organismo le premió con el primer trofeo #EqualGame [juego igualitario] en 2018 "por su valiente posición pública en favor de la igualdad". "El gesto de Kashia fue recibido con una respuesta extremadamente negativa y hostil en ciertas zonas de su nativa Georgia. Incluso hubo llamadas para que renunciara a jugar en la selección nacional. Sin embargo, fue desafiante frente a los abusos y las amenazas que recibió, insistiendo en que no se arrepiente de llevar el brazalete y subrayando su total apoyo a la diversidad y la inclusión", explicó la FIFA.
Antes de cerrar sus cuentas sociales, Guram dejó este mensaje. "Creo en la igualdad para todos, sin importar en qué crees, a quién amas o quién eres. Siempre defenderé la igualdad y la igualdad de derechos para todos, donde sea que vaya a jugar", prometió. Seis años después, Kashia sigue jugando en su selección y siendo el capitán. En su currículum, uno de los trofeos más grandes siempre será haber lucido el brazalete sin miedo a las consecuencias.