Hoeness denuncia el negocio de UEFA con la Eurocopa: "Nos ofrecieron un palco a 39.000 euros, nadie fue tan estúpido"
El presidente de honor del Bayern ha desvelado cómo el organismo trató de colocarles asientos a un precio desorbitado.

En tiempos donde el discurso de "el fútbol es de los aficionados" está a la orden del día, Hoeness, presidente de honor del Bayern de Múnich, ha aprovechado su altavoz para mandarle un contundente mensaje a UEFA en relación a los precios de la Eurocopa. En una entrevista en BILD, el mandatario ha informado de cómo el club tenía que ceder al organismo europeo su estadio para la disputa del campeonato continental y cómo este tuvo el gesto de ofrecerles un palco... A un precio de oro.
El Bayern cuenta en el estadio con varios palcos, algunos de ellos propiedad de empresas que lo gestionan para invitar a clientes o empleados a los partidos. Y, por supuesto, también los tuvieron que ceder para la celebración de la EURO. Pero UEFA les dio la posibilidad de comprarlos de nuevo para su disfrute. "Tuvimos que ponerlo gratuitamente, se pusieron en contacto con nosotros 14 días antes de la Eurocopa y nos dijeron que se lo podíamos alquilar", revela Hoeness.
El problema no fue el qué, sino el cuánto. Palabra de Hoeness: "Solo costaría 2.500 euros por entrada para el partido contra Escocia. Es decir, 39.000 euros por 13 asientos. Nos dijeron que podíamos alquilarlo, pero no lo alquilamos. ¿Y cuál fue la consecuencia? Estaba vacío para el partido porque nadie fue tan estúpido como para comprarlo".
La reflexión del presidente de honor del Bayern va un paso más allá. Ya no habla desde su posición de privilegio, desde su capacidad económica, sino de cómo UEFA maneja los precios sin pensar en esos aficionados que le dan sentido a la disputa del torneo. Es más, en esta Eurocopa ha regresado la sede central, las miles de personas llenando las plazas de las ciudades para acompañar a su país y las grandes imágenes de aficiones hermanadas antes del pitido inicial.
"El juego tiene que ser asequible para el ciudadano medio, para el hombre modesto, tanto como lo es para quienes pueden permitirse una entrada de mil euros. De lo contrario, los estadios no estarán tan llenos como ahora a largo plazo", cierra su reflexión Hoeness.
Una Eurocopa no al alcance de todos
Una vez concluido el torneo, es tiempo para sacar conclusiones. La respuesta de la afición ha estado a la altura de la circunstancia y los estadios, a rebosar, pese a que en la mayoría de encuentros existía una mayoría alemana. La categoría 'fans first', que ofrecía precios relativamente asequibles para todos, también ha sido un acierto. Sin embargo, otras categorías dentro del estadio sí se iban a un precio desproporcionado. Por ejemplo, para el España-Alemania se fue hasta los 300 euros.
Además, ha sido un descontrol, ya que el acceso a las rondas finales se daba sin demasiado margen de tiempo, con la necesidad de reservar hoteles y vuelos y sin poder decidir el usuario la categoría que desee y que más se asemeje a sus capacidades económicas. Esta anécdota del palco no es más que otra muestra de que el fútbol no siempre piensa en el bolsillo del hincha. Tanto que hasta a Hoeness, con una condición envidiable, le ha parecido abusivo.