Cómo Antoine Griezmann se ha convertido en el pegamento de Francia: "Tendríamos que hacerle una estatua a Simeone"

Antoine Griezmann (33 años) no está teniendo su mejor Eurocopa en Alemania. El delantero del Atlético de Madrid, reubicado al centro del campo por Didier Deschamps, fue suplente en la última jornada de la fase de grupos ante Polonia. El seleccionador francés quitó hierro al asunto en rueda de prensa. "Griezmann, sonriente, se ha tomado la decisión como un profesional", expresó.

Para el duelo de los octavos de final frente a Bélgica existen dudas sobre si el colchonero saldrá de inicio. Juegue de titular o no, es indudable que Griezmann ha sido uno de los futbolistas más importantes de Les Bleus en el exitoso período con el Mundial del 2018 de fondo.

Toda la carrera internacional del jugador del Atlético de Madrid ha sido con Didier Deschamps en el banquillo. Desde su debut el 5 de marzo de 2014 en un amistoso ante los Países Bajos, Antoine ha sido indiscutible. Ha disputado 132 partidos con la casaca francesa y ha anotado 44 goles. Es el cuarto futbolista francés con más encuentros disputados y está a 13 del líder de la lista, el guardameta Hugo Lloris. Además, Grizi es el cuarto máximo realizador del combinado francés.

Un jugador que en Francia vitorean, aunque comprenden que no es francés al 100% en términos futbolísticos. "Se nota que es un jugador formado en España. Es un futbolista con una gran capacidad técnica y muy inteligente. Representa la creatividad en este equipo francés", explica una persona cercana a la Selección de Francia a Relevo.

Además, periodistas especializados en el combinado galo ponen en especial valor el desempeño del 'Cholo' Simeone. El técnico argentino ha sabido exprimir al máximo al delantero de Macon y ha llevado su fútbol a otra dimensión, al punto de ser considerado como uno de los mejores jugadores del planeta. "Tendríamos que hacerle una estatua a Simeone en Francia. Ha aportado muchísimo al juego de Griezmann y gracias a él sabe hacer de todo en el terreno de juego. No únicamente en la parcela ofensiva, también en defensa", expone un periodista que cubre la información del equipo galo.

Por otro lado, nadie duda de la calidad de Antoine en Francia. Para muchas personas es el jugador diferencial del equipo por encima de Kylian Mbappé por su capacidad para dominar el tempo del partido y creatividad en tres cuartos del campo rival. Una magia que le coloca en el olimpo francés. "Antoine es, junto a Karim Benzema, el jugador galo con más calidad desde Zinedine Zidane. Está a la altura de los más grandes", confiesa un trabajador de Le Parisien.

Pero la influencia de Antoine en el bienestar y éxito del combinado dirigido por Didier Deschamps va mucho más allá del terreno de juego. Griezmann es el pegamento que une a un conjunto lleno de egos importantes. El delantero del Atlético de Madrid es la sonrisa de Francia. El hombre que cuando llega a Clairefontaine a una concentración levanta el ánimo del grupo.

"Hay muy buen ambiente en Francia desde la llegada de Deschamps en 2012, sobre todo a raíz de la llegada de Griezmann a la Selección desde 2014. Es el jugador que trae el buen rollo al grupo y esa faceta es muy importante. Tiene su ego, como todos los jugadores, pero es un tío que siempre trae una sonrisa y alegría al equipo con sus bromas. Este equipo no se entiende sin Griezmann".

A pesar de todo ello, los últimos meses han sido complicados para Griezmann con Francia. En marzo, Didier Deschamps, tras la renuncia de Hugo Lloris, seleccionó a Kylian Mbappé como nuevo capitán de los galos. El nuevo jugador del Real Madrid comentó la situación y el malestar del '7'. "Hablé con Antoine, estaba decepcionado y es comprensible, es una reacción que se puede entender", explicó Mbappé.

Esta situación, junto a la suplencia frente a Polonia, ha sentado mal a un Griezmann que continúa trabajando para el grupo como siempre ha hecho. El '7' no va a dar ningún problema en la concentración francesa y si no puede ayudar desde el terreno de juego, lo hará en los entrenamientos con su característico buen humor. Este ciclo ganador de Francia nunca se entendería sin Antoine Griezmann.