EUROCOPA | INGLATERRA 1 (5) - SUIZA 1 (3)

Inglaterra vuelve a tirar de épica después de aburrir y gana en los penaltis

Los de Southgate tuvieron que empatar el gol inicial de Embolo y el partido acabó en la batalla de los once metros. El fallo de Akanji y el gol decisivo de Alexander-Arnold le dieron un billete a los Three Lions a semifinales.

Pickford y Alexander-Arnold, héroes en la tanda, celebran el pase a semifinales./AFP
Pickford y Alexander-Arnold, héroes en la tanda, celebran el pase a semifinales. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Es complicado presentarse a un torneo sin expectativas y defraudar. Inglaterra lo bordea a cada partido, pero paso a paso va avanzando rondas. Ya está en semifinales después de ganar a Suiza en la tanda de penaltis. En la enésima actuación de un equipo desalmado, los de Murat Yakin, antónimos a Inglaterra en cuanto a propuesta -el bloque por encima de las individualidades-, los Three Lions volvieron a mostrar su carencias. Aunque una vez más, no fue suficiente para sus rivales.

Suiza venía de encandilar al mandar a Italia a la lona. La arrolló. Inglaterra, en cambio, de sobrevivir una vez más. Aunque el resultado es el fin, el resultadismo no lo es todo. Si no nadie discutaría a la Inglaterra de Southgate, siempre afincada a las últimas rondas de los torneos. El seleccionador inglés cumplía su partido número 100 y sigue siendo incapaz de responder a la pregunta de cómo un equipo que derrocha talento puede estar hueco. Son un conjunto de individualidades sin sinergias, un equipo sin tejido. Islotes.

Foden y Bellingham son muestra de ello. Ante Suiza volvieron a dejar claro que quieren reinar en el mismo territorio. Buscan el balón dentro, pero Inglaterra no tiene herramientas para desbloquearlos. Son sombras ancladas entre líneas que escapan para entrar en contacto con el balón. Los Three Lions formaron con cuatro defensas, con Walker y Trippier en las bandas, el doble pivote. Saka incrustado en la derecha y Foden y Bellingham por dentro, con Jude reforzando la construcción de Rice y Mainoo. Kane fue 'solo' un delantero. No fue un nueve y medio como de costumbre, rol que le convierte en un futbolista de diez. Acabó sustituido.

Solo Saka animó el fútbol inglés

Empezó Inglaterra tratando de tener la posesión. Esta vez, ligeramente más vertical. Pero tan vertical como precipitada. Incapaz de generar peligro a través del balón, articuló sus ataques haciendo una buena presión. Se abalanzaron sobre los Xhaka y Akanji para bloquear la salida suiza, que únicamente presentó un cambio: Rieder por Widmer. Sin terminar de finalizar, Inglaterra poco a poco fue hundiendo a Suiza. Las incursiones de Saka por la derecha ponían a prueba la fortalece que erigió Akanji en el corazón del área. El extremo del Arsenal fue lo más destacado del primer tiempo, pero a Suiza no le desmontaron el decorado.

"Ya eliminamos a Italia, ¿por qué no podemos ganar a Inglaterra?", se preguntaba Murat Yakin en la previa. Ya cortocircuitó el ataque alemán en la fase de grupos y quiso repetir con Inglaterra. Esta vez, en lugar de optar por marcajes al hombre, con un bloque replegado y compacto cuando los de Southgate se instalaban en su territorio. En la salida de balón fueron valientes, con el comodín que viene siendo Aebischer. Como Kadioglu con Turquía, es un futbolista que nace como banda izquierda y a medida que avanza metros se convierte en lo que él quiere.

Suiza, imposible de domar

Durante el primer tramo del segundo tiempo no cambió el guion. Inglaterra conservaba el balón con amagos de ataques pasivos. Al otro lado, Suiza se mostraba cómoda defendiendo. Pasan los años y sigue siendo una selección difícil de dominar. Y a la hora de atacar, subió un par de marchas para contragolpear. Se proyectó en las piernas de Vargas -entró después Zuber por él-, llegando con facilidad al último tercio de campo. Les faltaba un punto de pulcritud para llegar con más claridad a Embolo y finalizar.

Iban corriendo los minutos e Inglaterra seguía sin disparar. En el recuerdo, que el primer intento a puerta en octavos fue el gol de chilena de Bellingham, amnistiado para los cuartos de manera insólita. A un cuarto de hora para el final, golpe sobre la mesa. En una jugada trenzada de Suiza, Schar filtró un balón a Ndoye, siempre correteando entre defensas y centrocampistas, y este mandó una pelota fuerte al segundo palo. Ahora sí, en la escena del crimen apareció Embolo. 0-1.

Respondió Southgate dando entrada a Palmer, Shaw y Eze y retrasó a Bellingham. Menos de cinco minuto después, hubo reacción. Si los Three Lions empataban, iba a ser mediante Saka. En una acción individual desde el pico del área, el gunner se generó espacio para disparar y mandó el balón al palo largo de Sommer. Primer tiro a puerta, primer gol. Suiza no perdió la compostura, pero Inglaterra sacó el orgullo, insistiendo en convalidar la falta de fútbol con toneladas de talento. Hasta el final del partido tuvo una: un tiro de Eze que se fue demasiado cruzado. La última, sin embargo, fue un remate que Embolo le sacó a Ndoye. Tres cuartos, tres prórrogas.

Rice dio el primer aviso con un tiro desde lejos. Paradón de Sommer. Mediante Bellingham, Inglaterra volvió a probar al portero suizo. Parecían estar afilando las garras. Nada más lejos de la realidad, el vértigo de errar les frenaba. A falta de diez minutos entraron Shaqiri y Toney, las comodines especiales. Se quedó fuera Kane sin tirar penaltis. También Foden, sustituido por Alexander-Arnold. Xherdan, con ese aura de futbolista tocado en grandes citas, probó de marcar un córner olímpico. El balón se estrelló en la cruceta. No hubo sacudida de Inglaterra en toda la prórroga. El partido se fue a los penaltis.

Walker ganó el sorteo y eligió que se lanzaran en el fondo donde sufría la afición inglesa. Anotó el primero Palmer y falló Akanji, que esperó el movimiento de Pickford hasta derretirse. Marcaron los siguientes Bellingham, Schar, Saka, Shaqiri, Toney y Amdouni. El penalti decisivo lo lanzó Alexander-Arnold. El del Liverpool engañó a Sommer y lo cruzó. Gol y a semifinales. Sufriendo, evidenciando que Inglaterra nunca será la que imaginamos, pero escalando rondas una vez más. Ya espera al ganador del Países Bajos-Turquía.