Los líderes 'random' que cabrían en una lista de 26 y que De la Fuente no se atreverá a convocar
El seleccionador, como el resto de técnicos de la Euro, tendrá tres jugadores más de lo esperado. Tirarán de planes B, pero hay especialistas que harían dudar a cualquiera ante los problemas...

Luis de la Fuente tiene su convocatoria preparada a falta de que acabe LaLiga este fin de semana y, por fin, deje de haber imprevistos que la hagan saltar por los aires. Este lunes 27 de mayo, a eso de las 11:00 horas, el seleccionador recitará en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas su decisión para afrontar con las máximas garantías la Eurocopa de Alemania. Y aunque en su lista preventiva dé 30-31 jugadores (de la que tendrá que hacer descartes antes del 7 de junio hasta quedarse con 26) habrá alguna que otra sorpresa. Seguramente Nacho, atentos a Cucurella y ojo con Fermín una vez que Isco se quedará en casa. Sin embargo, no habrá tantos bombazos como podrían producirse si las estadísticas se impusieran de verdad a la subjetividad.
El hecho de que se puedan citar a 26 futbolistas en esta fase final, y no a 23 como era habitual, da opciones a los entrenadores a tener ciertos especialistas inesperados en el banquillo que, sin embargo, no serán llamados por el que dirán. Ese cupo extra de tres jugadores, una medida que se instauró en plena pandemia para contrarrestar el estado físico de los internacionales, la peor preparación y favorecer el máximo cuidado a su salud, otorga a los seleccionadores una vía que casi nadie explora. Y que no es otra que la de completar su plantilla con esos futbolistas que marcan las diferencias en sus respectivas especialidades. Es decir, que una vez que ya han sido reclutados los jugadores más en forma, los que más consenso generan y los que suelen copar todos los titulares y portadas, uno se puede permitir el lujo -gracias a esta medida de gracia- de incluir al portero que más penaltis para, al defensa que más domina las alturas, al centrocampista más rápido de todos o al delantero que más remata a portería.
Adama Traoré, ahora en el Fulham a sus 28 años, sería el ejemplo perfecto de este grupo especial de alternativas con algo distinto por si los partidos requieren en directo algo diferente a lo que se había estudiado en un principio. Cuando Luis Enrique citaba al extremo, casi nadie lo veía como titular (de hecho sólo lo fue una vez), pero sí como un abrelatas de última generación para cuando se atascaba el panorama en la pasada Eurocopa y el Mundial de Catar. Raúl Albiol, a sus 38 años, sería otro modelo como el español en activo más veterano para cuando hubiera que tirar de galones.
En la portería, si De la Fuente se guiara por los análisis más sesudos, tendría que hacerle hueco, al menos como tercer guardameta, a Julen Agirrezabala (Athletic Club), Kepa (Real Madrid) o Valles (Las Palmas). Entre los que han jugado al menos 900 minutos, según datos de Opta, ellos tienen un porcentaje de paradas de 79%, 72,7% y 71,5% respectivamente. El que será titular, Unai Simón (Athletic), tiene un 73,2%. Pero ahí, en unas cuantas intervenciones más o menos, no hay demasiada diferencia. Donde sí hay brecha es en la eficacia a la hora de detener penaltis, algo tan necesario en una fase final donde, desde octavos, todo se decide por eliminatorias. El seleccionador, de salir de la norma, debería tener apuntado en rojo a Sergio Herrera por si hubiera que echar mano de él en algún momento crítico para alguna dramática tanda. El líder de Osasuna ha detenido en su carrera 7 penaltis de 19, con un 36,8% de acierto. Por detrás suyo, y por encima de Unai, Raya y Remiro -que serán los convocados- están Pacheco (Alavés), Badia (Elche), De Gea (sin equipo) y David Soria (Getafe).
El juego aéreo también suele ser una de las mayores preocupaciones para los entrenadores. Tanto a la hora de atacar como a la de defender. De ahí que se hagan tantos cambios en los últimos minutos de los partidos para mantener la renta con alguna torre o para buscar el milagro a la desesperada con algún pívot. Por eso, si la Selección quiere revisar su convocatoria e ir más allá de Joselu, aún está a tiempo: el defensa que más balones gana por arriba juega en el Mallorca y se llama Antonio Raíllo (gana 4,9 duelos cada 90 minutos), mientras que el delantero que más domina por los aires es Juanmi Latasa (Getafe) con 8,2 por partido. Pero si lo que le interesa es más imponer y asustar, ahí tiene a Catena (Osasuna) con 1,94 metros de altura, Edgar (Almería), con 1,93 o Miguel Vesga (Athletic), con 1,91.
En la creación, si De la Fuente aún quiere darse un garbeo por los rankings en busca de las últimas soluciones, puede detenerse en Kirian Rodríguez (Las Palmas). Es uno de los futbolistas más asociativos en España, con casi 3.000 pases completados (85,4 por encuentro). Sólo Rodri (City), que eso ya son palabras mayores, le supera en un arte que es muy necesario en el juego colectivo de la Selección. Koke (Atlético) y Aleix García (Girona) le siguen bien de cerca.
Las opciones en ataque
Ahora, si lo que busca es desequilibrio, también habría que tener en cuenta a Bryan Zaragoza (Bayern) y hasta a Álex Sola (Alavés) y Moleiro (Las Palmas). Sus datos, tres regates completados por partido e incluso más, son para que no pasen desapercibidos. Estar cerca de los registros de Nico Williams (Athletic), que es el mejor de todos en el uno contra uno, y superar a Lamine Yamal (Barça), otro de los fijos, no es cualquier cosa. De la Fuente debería haber monitorizado también a los jugadores españoles más veloces, si quiere meterle nervio a las contras: ellos son Marvin (Las Palmas), con 35,2 km/h y Alberto Moreno (Villarreal) con 34,9 km/h. Se sitúan a un solo paso del mejor en este aspecto, que es el madridista Vinicius (36 hm/h).
Hasta con los delanteros el seleccionador tendría donde elegir para completar los planes que ya tiene consolidados. Con Morata como ariete titular, hay tres futbolistas de LaLiga que tienen unas estadísticas que impresionan. Kike García (Osasuna), Isaac Romero (Sevilla) y Samu Omorodion (Alavés) son tres de los atacantes que más rematan a portería, con tres lanzamientos o más por cada 90 minutos. Ninguno tiene opciones de escuchar su nombre este lunes entre los integrantes de la próxima concentración. Tendrán que esperar a que algún día, cuando alguien decida ampliar las convocatorias a 80 jugadores, los entrenadores dejen de apostar por repetir perfiles como fotocopias y se atrevan, rompiendo la baraja, por aferrarse a complementos que muchas veces no se valoran pero que vienen de perlas en el entretiempo.