ATENTADO EN BÉLGICA

El drama en el Bélgica-Suecia, desde dentro: "Mis hijos me llamaron para saber si estaba a salvo"

Periodistas y aficionados presentes en el Rey Balduino explican a Relevo cómo fueron los momentos de tensión tras el atentado.

La afición sueca en la grada del Rey Balduino./EFE
La afición sueca en la grada del Rey Balduino. EFE
Álvaro de Grado

Álvaro de Grado

Pocos minutos antes del inicio del partido entre Bélgica y Suecia, al periodista sueco Olof Lundh, de Fotbollskanalen, le contactaron sus hijos: "Me llamaron para saber si estaba a salvo", cuenta a Relevo. Todavía no sabía lo que había sucedido: "Decían que había habido disparos". Justo después, en redes sociales, tuvo la respuesta: un atentado en Bruselas que acabó con la vida de dos hinchas suecos que portaban la camiseta de su país. El asesino se proclamó como un miembro del Estado Islámico y, como confirmó la policía belga, fue abatido en una cafetería del barrio de Schaarbeek este martes por la mañana, tras no ser encontrado de madrugada. Finalmente, falleció en una unidad de cuidados intensivos a causa de las heridas de bala.

La afición, dentro del estadio.REUTERS

Con el país en estado máximo de alerta antiterrorista, el partido comenzó. "Aún no sabíamos muy bien lo que había pasado. Los jugadores, nada; el seleccionador, tampoco", añade Lundh desde la zona de prensa del estadio Rey Balduino, donde después se produjeron distintas reuniones de seguridad.

En el descanso llegó la decisión definitiva: partido suspendido. "Los futbolistas fueron informados en el intermedio, se lo dijeron a los belgas y todos estuvieron de acuerdo en dejar de jugar", explica. Y concluye: "No vi nada del partido".

"No vi nada del partido"

Olof Lundh Periodista sueco

Tampoco hacía falta: ni Bélgica (clasificada) ni Suecia (eliminada) se jugaban algo en el partido. Mientras tanto, los periodistas y los aficionados comenzaban a recibir noticias. Después de una larga espera, la hinchada belga pudo salir del estadio.

Los aficionados suecos tras ser suspendido el partido.REUTERS

Los suecos, sin embargo, se quedaron en las gradas. Un total de 700. "Desde seguridad han dicho que la policía los acompañará a un lugar seguro, pero que no pueden ir al centro de la ciudad o a los hoteles", nos contaba otro periodista allí presente, Andreas Sundberg, minutos después de escuchar al presidente de la Federación, Frederik Reinfeldt, que aseguraba que "estar en el estadio es lo más seguro".

El capitán Viktor Lindelof también dio una rueda de prensa. Luka, un aficionado sueco, contaba a Relevo que estuvieron "más de dos horas". Y más: "Luego se procedió a evacuar el estadio sección por sección y los aficionados suecos fueron los últimos en salir con escolta policial. Había buen ambiente, la gente cantaba y animaba a los aficionados de Suecia", recordaba sobre lo sucedido.

"Emocionalmente, era imposible seguir jugando. Esto es terrible. La idea de que te maten por la calle con una camiseta sueca..."

Viktor Lindelof Futbolista sueco

En el estadio Rey Balduino también se encontraba un aficionado español que fue contactado por El Larguero: "Nos han dicho que no visitemos el centro de la ciudad", contaba Adnan Leal en la Cadena SER. Fueron horas tensas y dramáticas que acabaron con la selección nórdica siendo escoltada por las fuerzas de seguridad al aeropuerto, sus aficionados a los respectivos hoteles y los hinchas de Bélgica con la recomendación de no acudir al centro de Bruselas.